Agencias
2015-08-28
Ciudad de México.- Antes de festejar, Guillermo Vázquez exigió a Alejandro Castro y Gerardo Alcoba acercarse a la banda. Era la segunda vez que los Pumas estaban en ventaja, por lo que no perdonaría dejarse alcanzar de nuevo.
Explosiva velada del director técnico auriazul, quien pasó del júbilo a la cólera y regresó a la satisfacción gracias al momentáneo líder en el Apertura 2015, ese que se llevó el electrizante duelo frente al alicaído campeón.
Victoria (4-3) que, por ahora, coloca a los felinos en lo más alto de la tabla. Están a la espera de lo que haga mañana el León en su visita a Toluca, pero Vázquez confirmó dos teorías: su conjunto ataca y defiende como pocos.
El problema es que la lucidez sólo está en las últimas líneas. Atrás, con todo y el liderazgo de Darío Verón, aderezado con el ímpetu de Alejandro Palacios, los universitarios sufren.
Quedó claro hasta en los últimos minutos, esos en los que los Guerreros intentaron rescatar el debut del director técnico español Francisco Ayestarán. No, sus problemas son mucho más profundos que la estrategia.
Fueron aprovechados por unos felinos tan bipolares en funcionamiento como en resultados. Por segundo torneo consecutivo hilaron cuatro victorias. La diferencia es que sólo han perdido dos juegos, basados en ese trinitrotolueno que presumen todos sus hombres con funciones ofensivas.
Diversidad que hizo añicos al Santos Laguna. Ismael Sosa acaparó reflectores con su doblete (43’ y 77’), aunque Matías Britos (27’) y Eduardo Herrera (31’) también subieron su nombre a la marquesina. Fidel Martínez no horadó la portería lagunera. No hizo falta. Su picardía y velocidad volvieron a ser determinantes en la exhibición ofensiva de los universitarios.
Equipo capaz de deleitar a su exigente timonel cuando ataca e infundirle miedo si lo que debe hacer es tratar de preservar el marcador.
La salida, por lesión, del “Pikolín” acentuó los nervios de un hombre que sólo atinó a desahogarse en José Luis Salgado, ese auxiliar que soportó estoico el carrusel de emociones experimentado por su jefe.
El deseo del vigente monarca languideció durante los seis minutos que fueron añadidos.
Una lección para Mohamed
Boca del Río, Veracruz.- Carlos Reinoso, técnico de los Tiburones Rojos, tuvo más colmillo que uno de sus alumnos más avanzados, Antonio Mohamed.
El Veracruz le pegó 2-1 al Monterrey, con goles de Juan Ángel Albín y de Daniel Villalva.
El Estadio Luis “Pirata” de la Fuente se ha convertido en una fortaleza para los escualos, que ahí han rescatado 10 de sus 13 puntos. Ayer, sufrieron 20 minutos, en los que Mohamed planteó un duelo abierto y en los cuales los Rayados generaron el gol de Rogelio Funes Mori y un disparo de Dorlan Pabón al travesaño.
Pero los Tiburones se ordenaron y jugaron de primera intención, imaginando la jugada antes de realizarla, y fue así como de los botines de Emmanuel García salió el balón para Juan Albín, quien le ganó la espalda a Stefan Medina y venció a Jonathan Orozco al 25’.
Veracruz tejió el gol del triunfo desde la banda derecha con un centro a segundo poste, un cabezazo, una mala recepción de Julio Furch, pero en la que el balón quedó a modo para Daniel Villalva, y el “Keko” en el área chica es tan letal como lo era Carlos Reinoso cobrando tiros libres.