Deportes

Sin límites

Sergio Arturo Duarte
El Diario

2015-08-28

A la hora de los combates su mirada cambia, despide fuego y, dentro de la jaula se mueve con la agilidad de un felino, por ello, en las artes marciales mixtas a Yair Rodríguez se le conoce como ‘Pantera’.
Considerado por Dana White –presidente de UFC– el futuro de la UFC, el deportista de 22 años, originario de Parral, Chihuahua, no conoce límites y quiere ser el mejor exponente de este deporte en el orbe.
“Para mí no hay límite. Mi meta mayor es ser el mejor del mundo. Vamos paso a paso. Mi siguiente meta es ganar mi siguiente pelea (3 de octubre contra Daniel Hoocker, en Houston, Texas), como siempre lo digo, primeramente Dios así va a ser”, comentó.
Además, Yair desea ser un modelo a seguir para las jóvenes generaciones practicantes de esta disciplina y también, un ejemplo de vida para las personas adultas.
Para conseguirlo, Rodríguez será fiel a los ideales que siempre ha enarbolado y que lo han sacado avante dentro del octágono y fuera de él, en la vida cotidiana misma: sacrificio, dedicación y esfuerzo.
“Eso, en conjunto con mi familia y amigos es lo que me ha llevado a salir adelante. Creo que esas tres palabras que puse ahí en el ‘Face’ (Facebook) dejan muy en claro lo que se necesita para poder salir adelante”, manifestó.
Dueño de una marca de 5-1 y de 2-0 en combates de la UFC, el verdugo del nicaragüense Leonardo ‘Chimmy’ Morales y Charles Rosa, evita a toda costa mantenerse en una zona de confort, en aras de conseguir sus objetivos.
El atleta de 1.80 metros, exponente de peso pluma, quien ganó la primera edición del reality show UFC 180 ‘The Ultimate Fighter Latinoamérica’, en noviembre del año anterior, enfatizó que son muy pocas las personas que se atreven a ir más allá y a dar el extra.
“Cuántas personas se atreven a ir más profundo. Cuántas personas se atreven a dar un paso más. Cuántas personas se atreven a hacer una lagartija más, una abdominal más. Cuántas personas se atreven a correr más, subir un escalón más. No todos, no todos piensan así”, manifestó.
En el camino que le abrió las puertas de la Ultimate Fighting Championship (UFC), Rodríguez dejó a su familia en su natal Parral, llegó a esta frontera y, el ocho de enero del 2013, viajó al Distrito Federal, a un casting de UFC México.
“Dejar las cosas que quieres, tu familia, pienso que eso es un sacrificio”, afirmó.
Acompañado por Ricardo Morales, José Cardoza, Antonio Martínez y Noel de la Cruz, Yair convenció con su talento y fue elegido para trabajar seis meses en Albuquerque, Nuevo México, con el entrenador Greg Jackson.                
Ese fue el inicio de una historia en la UFC que labró desde pequeño, a los cinco años, y que no es producto de la casualidad ni de la suerte.  

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