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Caen Chivas Rayadas en la zona del miedo

Ramón Estrada/Agencia Reforma

2015-08-02

Guadalajara, Jalisco— Y ahora, a hacer números.
El Rebaño ligó su segunda derrota en el amanecer del Apertura 2015 y con ella en la espalda se quedó con un cociente de 1.0714, dos puntos abajo del Morelia y es último en la pugna por no descender.
Con una lección de Sergio Bueno sobre cómo manejar su plantilla, Cruz Azul rompió el tedio de un partido casi con la condena del empate para vencer 1-0 al Guadalajara, y hundirlo en la tabla de cocientes.
Y se quedó ahí abajo porque no fue capaz de cambiar la monotonía de su sistema ofensivo, porque no tuvo a un hombre que sujetara el balón y filtrara hacia el área, porque su lateral derecho Jesús Sánchez desperdició cuantos balones quiso y luego se fue por expulsión y porque que el estratega rival supo qué medicina requería el partido.
Bueno no se conformó con el paseo del esférico de un lado a otro y después de un primer tiempo de escasas ocasiones por los dos lados apostó por Ariel Rojas para incrementar volantes de ataque, y se ajustó con un contención al retirar a Marc Crosas.
Chivas no cambió, salvo por la lesión de Oswaldo Alanís en el primer tiempo, y Cruz Azul agarró el balón durante unos minutos, los suficientes para apretar al Rebaño y generar en un tiro de esquina el único tanto del encuentro.
Al 68’, el brasileño Fabio Santos se metió como por su casa al área rojiblanca y remató con la testa para fusilar a Antonio Rodríguez.
Tras el gol, Guadalajara quiso recuperar el esférico con la entrada de Ángel Reyna, pero el marcaje de los celestes se volvió más intenso y cerró la cancha. De hecho, la pelota siguió siendo de La Máquina.
Chivas tuvo antes del tanto cementero una opción de peligro en un disparo de José David Ramírez que desvió Jesús Corona.
Al 89’, la situación empeoró para los de casa con la expulsión para el “Chapo” Sánchez, quien redondeó así una actuación para el olvido.
A pesar de no hacer mucho para merecerlo, el chiverío sí tuvo el empate, justo a los 3 minutos de la reposición, en un balón que Omar Bravo cabeceó con demasiada fuerza y sin dirección. Ahí se sentenció el marcador.
Con Bueno en comunión con su apellido, Cruz Azul recolectó de a tres en la campaña y marcó con color rojo alarmante el casillero de Chivas.

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