Associated Press
2015-07-30
Oxnard, California— Dez Bryant quería ser el lanzador con su amigo el receptor Cole Beasley casi de inmediato al poner un pie en el campo por primera vez en los campamentos –de los que amenazó con no participar sin tener un contrato a largo plazo.
Los Vaqueros contaron ayer con su entusiasta jugador para la sesión inaugural debido a que ambas partes acordaron un contrato por cinco años y 70 millones de dólares antes de la fecha límite del 15 de julio que hubiera forzado al receptor abierto a jugar con un contrato por un año, en el mejor de los casos.
Así que en vez de preocuparse sobre si su “líder principal” se reportaría a los campamentos, Beasley sólo tuvo que asegurarse que su amigo no castigara el brazo.
“Es como un chico”, confesó Beasley con una sonrisa. “Llega aquí y lo primero que quiere hacer es lanzarme el balón. Ya se encuentra relajado al llegar aquí. Puede lanzar el balón hasta 50 yardas sin haber calentado. A mí me duele el brazo cuando intento regresárselo”.
Antier, el entrenador Jason Garrett tuvo la agradable sorpresa de toparse a Bryant en el hotel donde entrenan los Vaqueros. Fue la primera vez que veía a Bryant desde que el jugador de 26 años pusiera sobre la mesa su seguridad financiera, por la que sentía que había esperado demasiado tiempo.
Tras un saludo efusivo con Garrett, Bryant compartió algunas risas con el propietario Jerry Jones y su esposa, Gene. Y ayer estuvo de vuelta en el campo con sus compañeros de equipo, aunque le fue difícil mantenerse alejado de las actividades de temporada baja durante el punto muerto de las negociaciones.
“Es interesante, cuando tienes a un elemento como este con tal presencia que en cierta forma sientes más su ausencia”, expresó Garrett. “Dez es uno de esos jugadores que extrañas por la clase de jugador que es, pero también por su personalidad y energía que aporta”.
El mariscal Tony Romo ya había superado el escenario de no contar con el líder de acarreos de la NFL DeMarco Murray, que firmó con Filadelfia en la agencia libre. Darle seguimiento a la temporada más eficiente de su carrera sin Bryant pudo hacer sido abrumador.
“Le dije: ‘Ya era hora’”, mencionó Romo de su primera conversación con Bryant después de que el receptor firmara. “Pero estuvo fuera de control un poquito. Creo que estaba feliz de verme”.
Las largas negociaciones –que se remontaban a noviembre pasado– alimentaron las especulaciones de que los Vaqueros aún estaban preocupados de temas extracancha que acosaron a Bryant en sus primeras dos temporadas en la NFL. Y esos temas surgieron después de que su valía cayera debido a inquietudes similares.
Los Vaqueros han dicho que no hay una cláusula en el contrato que sea específica con el comportamiento de Bryant, y que cualquier cláusula relacionada con temas extradeportivos son similares a la de los contratos en la NFL.
“Ya ves a un Dez más grande, más maduro”, indicó Romo. “Ya ha pasado por mucho desde que puso un pie por primera vez en este campo, y creo que es emocionante verlo como jugador, como persona. Es como un pequeño hermano”.