Deportes

Nuevo desafío

Associated Press

2015-07-30

Glendale, California— Ronda Rousey se encuentra a cargo. La campeona invicta en la categoría gallo femenil es la mayor estrella de la UFC y pudo haber elegido cualquier escenario en el mundo antes de que pase al mundo de la actuación o promocione un libro o aparezca en una alfombra roja.
Rousey decidió pelear contra la retadora brasileña Bethe Correia en una estrepitosa arena para el evento UFC 190 en Río de Janeiro mañana en la noche.
Los retos no espantan a Rousey. La mantienen ascendiendo en su carrera.
“No tener la ventaja de local es otra de las cosas que me mantiene motivada”, asegura Rousey, que no ha peleado fuera de Las Vegas o del sur de California, donde nació, desde hace tres años. “Quiero que mis aficionados sepan que a pesar de estar haciendo muchas otras cosas, quiero ser la campeona con mayor actividad”.
El viaje de Rousey a Río es una decisión de varias partes diseñada para que alcance sus metas –como casi todo lo que hace.
Después de viajar por el mundo durante su carrera como judoka olímpica, estuvo dispuesta a pelear frente a los más bravos fans de Brasil. Y después de la guerra de declaraciones donde Correia la hizo enojar con un comentario frívolo al parecer en referencia al suicidio del padre de Rousey, la estadounidense decidió vencer a Correia de la forma más dolorosa y humillante posible: peleando en el país natal de Correia. 
“Creo que todo hasta el comentario del suicidio pudo haberse entendido desde el punto de vista de marketing”, mencionó Rousey. “Pero cuando tocó eso es cuando cruzó la línea y todo se hizo un asunto personal”.
Así que Rousey (11-0) pasó varias semanas explorando la mejor manera de avergonzar a Correia (9-0), quizá empleando jiujitsu brasileño al pie antes de derribarla con un lanzamiento de judo y terminarla con su característica palanca al brazo conocida como “armbar”. Tras ganar sus previas tres defensas de su título en 90 segundos totales, Rousey quiere algo más largo y más doloroso al vencer a Correia.
Como Babe Ruth apuntando su bat hacia las vallas, Rousey está confiada en ejecutar su plan.
El único problema actual es que la madre de Rousey no está de acuerdo.
“No le gusta la idea”, confiesa Rousey. “Quiere que la termine lo más rápido posible. Le prometí que voy a estar bien. No me voy a exponer”.
Así que Rousey aún no ha decidido lo que planea hacer cuando se cierre la jaula, pero no hay muchas personas que duden de que ella puede hacer lo que le venga en gana. Rousey es la abrumadora favorita ante Correia, cuya mayor arma parece ser un golpe sorpresa y rezar mucho.
A Rousey no le incomoda la etiqueta de favorita. Con un papel futuro en una película de Mark Wahlberg y una creciente popularidad internacional, ella le da la bienvenida a los reflectores con seguridad.
“En general, este es mi plan: vencer a Bethe”, confesó Rousey. “Luego me tomaré unas semanas. Luego vencerá a Miesha (Tate, su probable oponente). Luego irá a Tailandia, o donde tenga que hacer la película. Me prepararé un mes y empezaré a filmar de 8 a 10 semanas, y luego venceré a la siguiente rival. Ese es en general mi plan”.

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