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Peterson vuelve a vestirse de Vikingo

Associated Press

2015-07-29

Mankato, Minnesota— Adrian Peterson salió por la línea de golpeo y se desvió hacia la lateral al avanzar por el emparrillado.
El profundo Robert Blanton tenía al corredor de los Vikingos de Minnessota en la mira y se despejó la garganta al dirigirse a “chocar” contra Peterson, con la intención darle un cordial golpecito durante la primera práctica del campamento de entrenamiento que el equipo hacía con los jugadores con protectores. Para sorpresa de Blanton, Peterson bajó el hombro y dio un empujón al defensivo en su cuarto año como profesional.
La mayoría de los veteranos temen los primeros días del campamento y los primeros golpes que abren el camino a seis meses repletos de fuertes sacudidas y de dolores.
Peterson no. Llevaba más de 10 meses sin sentir el movimiento de los protectores en un exilio ocasionado por los alegatos de maltrato infantil presentados en su contra. Concluido el caso, con su castigo ya terminado, la situación de su contrato resuelto y los aficionados recibiéndolo con beneplácito nuevamente en el campo, Peterson no pudo evitar estar un poco ansioso por regresar finalmente al negocio del futbol.
“Desde hace mucho tiempo tenía ganas de esto”, dijo Peterson, quien se ausentó de los últimos 15 juegos de la temporada pasada. “Fue bueno volver a estar en posición. Me sentí a gusto. No me sentí lento o pesado por los protectores. Me sentí muy bien”.
El propietario de los Vikingos Mark Wilf dijo estar muy contento de ver a Peterson otra vez en el emparrillado con una sonrisa en el rostro después de tanto drama en torno al equipo y su jugador estrella.
“Obviamente tiene un talento único y es una buena persona”, dijo Wilf. “Me da gusto que esté aquí jugando con nosotros. Ya no aguantamos las ganas de que empiece la campaña”.
Durante la temporada baja hubo ocasiones cuando parecía que Peterson podría seguir un camino distinto al de la única franquicia de la NFL con la cual ha jugado. La aparente falta de apoyo de algunos integrantes de la organización, así como las críticas que le propinaron muchos seguidores y medios cuando surgieron las alegaciones, hicieron a Peterson pensar que era hora de partir.
Pero aún estaba vigente su contrato y los Vikingos se negaron a considerar la idea de canjear a un jugador que creían puede reanudar su papel como el punto focal de la ofensiva, aun cuando pase por el importante cumpleaños número 30 que para tantos corredores antes que él ha significado el principio del fin.
Como muestra de fe, los Vikingos restructuraron el contrato de Peterson a fin de garantizarle siete millones de dólares en caso de lesionarse en el transcurso de la próxima campaña. Se trató de la más reciente de la serie de medidas que la organización toma a efecto de suavizar las cosas al dirigirse a una temporada con altas expectativas.
“El ha tenido aquí una larga historia con Vikingos y la comunidad”, dijo Wilf. “Esperamos que él forme parte del avance de nuestro equipo”.

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