Despiden al ‘Piojo’

Agencia Reforma

Distrito Federal— Ayer era el héroe cuya imagen exprimían lo mismo bancos que partidos verdes. Hoy es el villano en turno que encarna el fracaso del futbol nacional.
“He tomado la decisión de separar de la dirección técnica nacional a Miguel Herrera. No es una decisión sencilla; es compleja y muestra lo que somos y, sobre todo, lo que debemos ser”, anunció ayer con orgullo el presidente entrante de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Decio de María.
Los que suenan para ocupar el banquillo del Tri son Ricardo “Tuca” Ferretti, Gustavo Matosas, Pedro Caixinha, y --como siempre-- Víctor Manuel Vucetich, además de Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli.
El enfrentamiento que tuvo “El Piojo” con un comentarista deportivo el pasado lunes en Filadelfia coronó cuatro semanas de escándalos consecutivos.
Herrera violentó las leyes electorales al llamar a votar por el PVEM el día de la elección. Junto a su hija, utilizó las redes sociales para enfrentarse lo mismo a comunicadores que a fanáticos.
Y por no cumplir con los Estatutos de la FMF, por no regirse bajo el concepto de la no violencia, en este caso fuera de la cancha, el “Piojo” perdió su trabajo.
El detonante, el altercado que protagonizó en el aeropuerto de Filadelfia el lunes, al golpear al cronista de TV Azteca, Christian Martinoli.
“La violencia no cabe en la sociedad, en la familia y mucho menos en ningún deporte. A pesar de una carrera extraordinaria y llena de éxitos tanto en la cancha como en la dirección técnica, los resultados no pueden ponerse por encima de nuestros Estatutos, reglamentos, respeto y la libertad de expresión”, leyó Decio de María en su comunicado como presidente entrante de la FMF.

Deja el D.F a escondidas
Miguel Herrera se fue de la Ciudad de México de incógnito. Cinco horas después de que se oficializó su cese como técnico del Tri, el “Piojo” armó toda una estrategia con tal de evitar a la gente en el aeropuerto capitalino.
El primero en arribar fue su compadre y mejor amigo Enrique Mañón. Recogió los pases de abordar. Caminó volteando en todas direcciones.
En el momento en el que menos gente transitaba, Mañón hizo un movimiento y en ese instante apareció Herrera caminando deprisa. Miguel subió las escaleras. Se topó con el fotógrafo de Grupo Reforma. Herrera no levantó la cara. No respondió a la solicitud de entrevista. Hizo una mueca como queriendo sonreír.
Siguió su camino rumbo a Monterrey, donde su familia lo esperaba.