¡Qué agradable sorpresa!

Brisa Frías El Diario

Nunca serán suficientes las opciones de café para quienes no pueden comenzar sus actividades sin el exquisito brebaje, al contrario, encontrar nuevos lugares es una bendición.
Hace apenas un par de semanas abrió San Ángel Café, por lo que era un deber pasar por ahí y pedir un macchiato. ¡Qué agradable sorpresa! Un café como debe ser.
De sólo acercar la taza al rostro llegó un aroma fascinante; acto seguido, el sorbo que comprobó la acidez balanceada y un cuerpo cremoso que al instante conquistó mi corazón. El distintivo definitivo lo encontré en el sedimento que quedó como prueba de su calidad. Volveré.
Me cuenta el propietario que el café llega cada semana recién tostado de Naolinco, Veracruz, cada semana, y se muele en el lugar. Con él se preparan americanos, capuchinos, macchiatos, espressos, afoggatos y mocas; también hay tés y chocolate 100 por ciento cacao.
Mientras se escucha la peculiar voz de Louis Armstrong en el ambiente, puedes disfrutar del café con uno de los ricos postres que allí se ofrecen: sea un cheescake con fresas, un pastel de chocolate, de zanahoria o la opción de brownies veganos.
Café San Ángel también sirve waffles con fresa y plátanos, bañados con un toque de chocolate y miel de maple, o si se prefiere, en vez de fruta, una gran bola de nieve.
¿Tienes hambre y prefieres algo salado? Pide un panini de jamón de pavo, que lleva queso ranchero, manzana verde y vinagreta de mostaza con miel; o el portobello, al que a los champiñones y los pimientos asados un rico queso Chihuahua.
Finalmente, otra opción es el panini de tres quesos -Chihuahua, ranchero y cheddar, además de tomates deshidratados-. Todos los paninis se sirven con ensalada.

Café San Ángel
Adolfo de la Huerta
Estacionamiento de Río Grandel Mall
Abierto de lunes a sábado de 8:00 a.m. a 10:00 p.m.
Domingos de 4:00 a 10:00 p.m.