Cynthia Camacho / El Diario
2017-12-07
Bien dicen que cuando te invitan a comer, todo sabe más rico, y si el lugar al que te invitan te enamora con su sabor y su sazón, tienes un combo ganador.
Todo empezó con un taco de camarón en Aguachiles La Curva, por la avenida Carlos Amaya justo en el famoso punto de venta de carros usados.
Por las prisas del trabajo, lo más práctico era el taco de camarón, pero mientras esperábamos a que lo prepararan, pude ver a toda una familia en movimiento atendiendo a los comensales que llegaban con total confianza a pedir sus molcajetes, o los famosos aguachiles.
Vi a uno de ellos echar a un molcajete chile chiltepín, luego chile serrano y machacar con la piedra hasta pulverizarlos, ir incorporando los camarones y el resto de los ingredientes. Minutos después el molcajete llegaba a las manos del comensal que lo degustaba con singular alegría.
Cuando llegó el taco de camarón, me sorprendió que el camarón es capeado y se fríe al momento, se sirve acompañado de zanahoria rallada, lechuga y cebolla morada, delicioso.
Ya en confianza, una de las encargadas de Aguachiles La Curva me platicó que además de lo que acababa de ver, ahí se sirven y se preparan al momento cocteles de camarón al natural, tostadas de ceviche de camarón, camarones aguachiles al estilo Sinaloa (en este plato los camarones se sirven crudos y se cuecen con el jugo de limón; si la gente lo solicita, el camarón se sirve cocido).
Hay también camarones ahogados (parecidos a los aguachiles, pero estos llevan salsa negra, salsa Huichol, soya y chile chiltepín); y camarones para pelar con una salsita de molcajete que lleva chiles chiltepín, serrano y jalapeño.
Este negocio, que con su sabor se ha ganado la preferencia y cariño de clientes, empezó en febrero de este año.
Sus propietarios llegaron de Mazatlán hace un año y empezaron vendiendo tortas y sopes, pero como el local que rentaban tenía un letrero que anunciaba mariscos, empezaron a recabar recetas y a preguntar cómo les gustaba a los fronterizos el marisco.
“Nosotros traemos recetas estilo Mazatlán, allá no usamos apio ni aguacate. La persona que vendía antes en ese local me dijo cómo le gustaba aquí a la gente.
“Allá el coctel de camarón se sirve caliente, pero aquí la gente lo pide frío. Yo al ceviche no le pongo apio y a los cocteles no les pongo aguacate, pero hay gente que carga con su aguacate para ponerle”, dice entre risas la encargada.
Con nueve meses apenas de su apertura, Aguachiles la Curva se ha hecho famoso gracias a la mejor publicidad que existe: la de las recomendaciones de los clientes que han probado cada uno de sus sabrosos platillos y son ya como parte de la familia.
Visítalos en Aguachiles La Curva
Calle Carlos Amaya entre Chamulas y Quiches, colonia Azteca (en la curva).
Su horario: Martes a sábado de 11:00 a.m. a 6:00 p.m. y domingos de 1:00 a 6:00 p.m., lunes cerrado.