LA COLUMNA
de El Diario
• Barrían la corrupción de Duarte, ahora la de Corral
• Promueve su revista con dinero público
• Cabada con los abogados corporativos en Chihuahua
No queda ya memoria para el mandamás de Palacio de Gobierno sobre la estampa de mayo de 2015 cuando Unión Ciudadana (UC) barría la corrupción del régimen duartista. Escoba en mano, líderes de esa agrupación y sus compañeros protestaban contra Duarte y contra Jaime Herrera Corral, entonces secretario de Hacienda y artífice de las transas del ballezano prófugo de la justicia.
Cuando los afiliados a UC se volvieron la pesadilla de Duarte, documentando fechorías y supuestos saqueos del exgobernador, Javier Corral vio la llave de la gubernatura. Treparse en la legitimidad de un movimiento ciudadano permitió al eterno plurinominal discurso y apoyo. Se convirtió en siamés de don Jaime.
Cambiaron dramáticamente los tiempos. Ayer, en el inicio de la “cumbre anticorrupción” organizada por Corral no se abrieron las puertas para quienes desde la ciudadanía y el activismo dotaron de contenido en la campaña electoral que, disfrazada de cruzada, prometía arrancar de raíz las prácticas del régimen priista.
El pecado de Unión Ciudadana fue no olvidar las promesas de Corral y llevar la cuenta de la corrupción en la administración panista.
Señalar a Corral por mantener como testigo protegido a Herrera, por solapar a los Ávila, Borruel, Elizondo, Pinedo, Cuarón, Issa…
“No es relevante para nosotros”, soltó Corral sobre la protesta de Unión Ciudadana. Vaya ingratitud tremenda, cercana a una patología. Olvida el gobernador el peso de la historia, esa que pasado el tiempo, sea mucho o poco, da la justa dimensión a cada personaje.
Mientras uno se desgañita por las injusticias cometidas desde el Gobierno, el otro paga salmones y filetes, invita al autoelogio y se engaña con un Chihuahua que existe solamente en sus tardes de golf y rodeado por los mil guaruras que antes soñó sólo cuando los veía cuidando cada paso del exgobernador perseguido.
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Criticado públicamente hasta el cansancio, quemado en las esferas del poder, el vocero Jesús Antonio Pinedo Cornejo vive en su propia realidad, igualito como su patrón Corral.
Sin recato alguno, ni siquiera por interés de guardar las formas, Pinedo hace gala del #mevaletodo al promover la revista Meridiano 107, editada por él y sus hijos bajo el sello de Grupo de Comunicación Paso del Norte.
Vía Facebook, Pinedo Cornejo invita a sus conocidos a que den ‘like’ al engendro Semanario transformado en Meridiano 107.
Descaro absoluto el mostrado por el coordinador de Comunicación Social que aferrado a su cargo promociona desde ahí el negocio familiar creado hace ya 11 años.
Impunidad rampante la del funcionario que no conforme con adjudicar de manera directa todo el presupuesto de publicidad, favorece con contratos millonarios a las empresas en las que trabaja su novia, mismas que pertenecen a la pareja de la administradora de Comunicación Social; todo permitido desde Palacio de Gobierno.
Ahora, Pinedo Cornejo se avienta una más de las suyas para pedir ‘likes’ a Meridiano 107, donde él mismo colabora, junto a otros exfuncionarios y empleados de la nómina de Gobierno estatal.
Preciosa perla que regala Pinedo, justo en los días de la cumbre VIP anticorrupción organizada por su jefe Javier Corral.
La jugada de Pinedo, nos cuentan, es aprovechar el puesto que conserva para desde él traer alguna franquicia internacional de medios a Chihuahua, consolidar alguna fuente de ingresos antes del inminente fin de la nómina estatal.
Pero lo que natura no da Salamanca no presta. Pinedo ya despilfarró dinero público hace mucho tiempo precisamente para sacar del hoyo a Semanario. No lo consiguió y el presupuesto chihuahuense fue dañado también sin castigo. Tiempos de Francisco Barrio.
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Fue el jueves de la semana pasada en el JW Marriot de Polanco, en la capital del país, donde se fraguó la más reciente levantona en contra de Omar Bazán.
Comandados por César Augusto Santiago, priista de todas las batallas, se reunieron entre otros los todavía revolucionarios Lilia Merodio, David Zuany y Pablo Espinoza para comprometerse a mover las aguas tricolores en tierras chihuahuenses.
Tan de moda en estos tiempos, los priistas andan metidísimos en el emprendedurismo. Buscan iniciar el camino para montar un rentabilísimo negocio: un nuevo partido político. De pilón, la estrategia promete agriarle la leche a Omar Bazán.
Juraba Merodio que no se inmiscuiría en temas políticos, de ahí su ausencia en Chihuahua. En realidad andaba fraguando la estrategia junto a los resentidos del PRI –todos aquellos que no se pudieron acomodar en los poquísimos huesos que quedaron tras la ola de Morena–.
No es coincidencia la protesta sabatina en contra del dirigente Bazán, que de momento estoico ha aguantado la grilla desatada tras la tremenda derrota de su partido en las elecciones.
Con pan, dice Bazán, las penas son buenas: empresario de altos vuelos, lo hemos dicho, diputado local con fuero y todos los arrimadijos, y presidente del PRI en el estado. Nomás.
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No desperdició el alcalde de Juárez el encuentro anual de la Asociación Nacional de Abogados Corporativos iniciada anoche en la exclusiva Casona de la ciudad de Chihuahua.
Ahí estuvo como invitado especial el juarense Armando Cabada, uno de los principales contendientes por la gubernatura 2021.
Si bien apenas el político independiente ha vuelto a su despacho tras conseguir la reelección, sabe que la campaña para la gubernatura ha empezado. Tendrá dos años para fortalecer su imagen y menos de medio año para asegurar la nominación correspondiente.
Anoche por lo pronto se presentó ya con los abogados de los corporativos más importantes del país... en cualquier momento puede requerir de sus servicios.