Opinion

Que la paz sea contigo

Daniela González Lara
Analista

2018-09-21

El día de ayer celebramos en el mundo el Día Internacional de la Paz, una fecha en la que la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió “conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y pueblo”, pero más allá de eso y convencida que la paz es un estado por el que se debe trabajar para conseguirla, es imperativo reflexionar sobre nuestras acciones y omisiones para alcanzar tal estado.
Fomentar la cultura de la paz y creer en la posibilidad real de vivir en armonía es un esfuerzo que implica el trabajo de todos y todas en una sociedad que debe comprometerse con el respeto a la libertad, justicia, tolerancia, derechos humanos e igualdad entre mujeres y hombres, así como demás actitudes y valores que promuevan el diálogo y la solidaridad entre ciudadanos.
Y si bien es cierto que procurar ambientes de paz es un trabajo de todos, la realidad es que existen personas en cargos gubernamentales que poco hacen para sumar a los aislados esfuerzos que se pierden cuando un grupo de ciudadanos pretende implementar alguna política de paz en el barrio donde habita o en la comunidad donde se desarrolla, la verdad sea dicha con todas sus letras, y suponiendo que existe algún ejemplo en el mundo donde un solo hombre, sin ser gobernante, logro la paz de un pueblo, la verdad es que hoy por hoy necesitamos la acción de las autoridades para contener el mar de violencia que ataca a nuestra comunidad.
Urgen estrategias policiacas preventivas que sean exitosas, transparentar las inversiones a los cuerpos de seguridad, pues parece una burla que llevamos veinte años hablando de la inversión de recursos en la capacitación de los agentes de seguridad, pero es hora que no vemos los resultados de tantos cursos que les han dado en materia de derechos humanos, prevención o manejo de conflictos de manera no violenta. 
Pues por mucho que se haya dicho desde años atrás que Juárez ha superado su etapa de sangre, los hechos hablan por sí mismos, es momento de aceptarlo y actuar en consecuencia, pues prácticamente vivimos en un estado de guerra donde mueren más personas por la violencia criminal en las calles de esta ciudad, que en una guerra entre naciones. Hasta el día de hoy, los ciudadanos no nos hemos percatado de políticas concretas que abatan los índices graves de violencia que padece la sociedad.
Parece increíble que en un dolorido anhelo de alcanzar la paz, la ciudadanía exija que pacten los criminales y los gobernantes, escenario que no debería ser siquiera una opción a considerar, pues los delincuentes infringen la ley penal y hacen daño con sus conductas antijurídicas que engendran terror y violencia, mostrando lo peor de lo que puede ser capaz un ser humano en contra de otro, dañando en el camino a nuestras familias, a las instituciones que sostienen este país y aniquilando toda esperanza de ejercer nuestros derechos humanos en el actuar cotidiano.
Luego entonces, ¿qué hacer para vivir la paz y que no sea un mero discurso o una fecha conmemorativa y deje de ser la búsqueda constante de una sociedad afligida? Pues lo que finalmente busca o debe buscar el Estado es la paz y la seguridad de sus gobernados, pues sin ella no se puede construir progreso, ni crecimiento.
Estamos en aptitud de exigir de los nuevos gobiernos políticas públicas a corto plazo, debemos exigir resultados o exigir que los gobiernos corruptos y simuladores de acciones se vayan por donde llegaron. No perdamos la esperanza, ni perdamos de vista que la paz existe, que es posible y que somos merecedores de ella, que es una realidad que en otros pueblos del mundo se vive diferente a este en el que salimos a la calle con miedo, sin poder caminar por las calles con la tranquilidad y la certeza de que llegaremos con bien a nuestro destino, mucho peor si eres mujer. 
Luchemos siempre desde nuestras trincheras denunciando lo injusto y trabajando por lo justo, la nobleza del ser a veces no es suficiente para modificar una realidad abrumadora de tantas muertes de hombres, mujeres y niños, pero sí es imprescindible para conseguir algún día, alguna vez, la paz que buscamos para México desde hace mucho tiempo.
Exijamos justicia e instituciones sólidas, mostremos nuestro compromiso defendiendo a los desvalidos, reivindiquemos los derechos humanos de los demás todos los días y a cada momento, pues crear la paz es un compromiso con el presente y una obligación que tenemos con las futuras generaciones. Gracias por leer, yo soy Daniela González Lara. 

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