Enrique Aranda
Analista
Ciudad de México.— Antes, mucho antes de lo que la gran mayoría pudimos pensar, la supuestamente nueva y extraordinariamente cálida relación entre el inestable Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador entró en ruta de enfriamiento o, peor, de clara ruptura y confrontación… con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en calidad de soporte del tabasqueño.
Y esto, como resultado de uno más de los inexplicables exabruptos del estadunidense que, apenas concluir una ronda más de negociaciones de cara a la actualización-modernización del Tratado (trilateral) de Libre Comercio de América del Norte, calificada por propios y extraños como una de las más exitosas, no tuvo una mejor idea que arremeter, de nueva cuenta, en contra de México y, obvio, exigir se acelere construcción del polémico muro en la frontera común.
Fue más lejos, condicionó con “cerrar” el gobierno, a riesgo, incluso, de perder la mayoría que ahora goza su partido, el Republicano, en ambas cámaras, si no se le otorgan los recursos que ahora exige para garantizar “la máxima seguridad fronteriza”.
Esta vez, sin embargo, no debió esperar demasiado para recibir respuesta por parte de las autoridades, actuales y futuras, pues, apenas difundido su reclamo, fue el propio tabasqueño quien salió al paso para aclararle que el tema del referido muro no está en su agenda e, incluso, puntualizar que “nosotros no tenemos en la agenda esa palabra (muro)…” para que, luego, el titular de Gobernación Alfonso Navarrete Prida, nombre el sí del gobierno y vía Twitter —“para no desentonar”, explicaría alguno— invitara a Trump a trabajar para frenar el ilegal trasiego de armas (hacia México) por la frontera común que, mencionó, constituye uno de los elementos que mejor explican el alza en la tasa de asesinatos, 27 por ciento el año pasado, en el país.
Ayer, entonces, luego del intercambio de cartas cargadas de elogios y reconocimiento mutuo, la anunciada luna de miel, la Casa Blanca y el próximo gobierno nacional, se antojaba en proceso, segura… hoy, 24-48 horas después apenas, la apuesta por una eventual confrontación y enfriamiento de la relación entre ambos, teniendo Andrés Manuel López Obrador como “soporte” a la administración saliente, parece la más inteligente y segura… lo que, en las circunstancias actuales no parece necesariamente malo.
ASTERISCOS
* Consciente de la complejidad implícita en el proceso y, ojo, de la creciente polarización existente entre las diferentes tribus que se disputan el control de (lo que queda de) Acción Nacional, uno de los más serios aspirantes a dirigir el blanquiazul, Héctor Larios Córdova, sigue sopesando participar o no en la puja. Viejo lobo de mar, diría alguno, cuida no dar un paso en falso.
* Hasta mil millones de pesos en crédito destinará el Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores en apoyo a trabajadores formales para que éstos adquieran útiles y uniformes de sus hijos en el regreso a clases. Los recursos, explicó el titular de Fonacot, César
Alberto Martínez Baranda serán depositados vía nómina 24 horas después de ser autorizados.
* Igual la pasada elección que la justa mundialista siguen dando frutos en cobertura de los Medios y evidenciando su transformación. El martes, ComScore, publicitó resultados de portales según los cuales, sorpréndase, Televisa, de Bernardo Gómez, sumó casi 28 millones de usuarios de información y deportes. Y aun así, hay que seguir cambiando, modernizándose…