Opinion

La magistrada festeja con vino en su sala de juntas

LA COLUMNA
de El Diario

2018-07-22

• La magistrada festeja con vino en su sala de juntas

• Muda Morena la austeridad al Real Inn

• Ahora la impugnación de Cabada en manos de Corral

Hace unas cuantas semanas fue despedido sin miramientos del Tribunal Superior de Justicia Oscar Hernández Pérez. La justicia le cometió injusticia. Era el jefe de Vinculación y Comunicación Social. Fue su delito explicar con algunos detalles el gasto en aperitivos ejercido por magistrados, jueces y altos funcionarios de ese poder estatal que incluyen en su dieta laboral algunos platillos gourmet como salmón, camarones y bebidas caras.
Esos datos los dio Hernández no porque tuviera voluntad personal de hacerlo, sino como obligada respuesta legal a solicitudes de información oficiales que le fueron hechas a través del sistema de transparencia.
A sus jefes no les agradó semejante apertura informativa y pidieron cambio. Javier Corral mandó como relevo a Rosalba Salcido, quien fungía como directora de Monitoreo de Medios en las oficinas centrales de Comunicación Social del Gobierno del Estado.
Sabemos que el eclipsado amanecer se conduce con dos varas y doble moral prácticamente en todo. La magistrada Angélica Lorena Jurado Luna festejó su nombramiento como tal bebiendo vino en la sala de juntas de su oficina junto con sus empleados sin ninguna consecuencia.
No requerimos solicitar la información por transparencia para conocer el dato. Aparece en redes sociales. Presentamos la foto correspondiente en la versión digital de La Columna. Fueron subidas las imágenes días después de su ratificación por parte del Congreso del Estado. Ella misma presumió su ascenso al cielo de la burocracia mejor pagada del estado: cerca de 200 mil pesos mensuales.
Angélica Lorena fue designada magistrada de la quinta sala civil por parte del gobernador, Javier Corral. Los diputados únicamente la ratificaron por orden del mandatario estatal el 12 de julio.
Públicamente vino y pasteles caros para un festejo en horario hábil y oficina pública, imaginemos en privado cómo serán los criterios en sus resoluciones.

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Las señales del topoderoso altiplano indican que todavía le zumba un rato en Chihuahua a la delegada nacional de Morena, Ariadna Montiel. No regresará aún a la Ciudad de México para integrarse al equipo de transición del electo presidente, Andrés Manuel López Obrador. Primero debe tomar cuchillo y pala para repartir el pastel ganado el 1 de julio.
Los trascendidos aseguran que la diputada experredista permanecerá en Chihuahua hasta dejar establecida una nueva estructura sólida en Morena con Fernando “El Tisca” Tiscareño como presidente estatal; alguna mujer cuyo nombre no ha sido definido como secretaria general y a Gustavo de la Rosa “El Pichu” como coordinador parlamentario del partido de AMLO en el Congreso del Estado, aunque la mayoría de los diputados consideran que debe ser Benjamín Carrera.
No sabemos lo que ocurrirá con el maestro masón actual presidente de Morena, Martín Chaparro. Es considerado buena gente y operador eficaz en lo oscuro, en lo reservado, pero le falta el nivel de veneno requerido para las nuevas circunstancias del partido que en cuatro meses más será tornado en el “partido oficial”. Le depara alguna delegación federal o cargo técnico de peso en el área educativa. Habrá buena paga; los 108 mil pesos son mercadotecnia pura.

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Al fin naturaleza humana, en Morena decidieron cambiar de aires para sus encuentros de reflexión, análisis y planeación. De golpe y porrazo abandonaron las sofocantes bodegonas de negocios, los patios de las casas y los estrechos saloncitos de hoteles de una estrella con café aguado y galletas a lo mucho de animalitos.
Los diputados locales y federales electos tuvieron ahora su primer encuentro formal en los exclusivos, espaciosos, confortables salones del hotel Real Inn, muy distinto a los mensajes de austeridad repetidos sin cansancio por el jefe del partido, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Mocken también estuvo como invitado.
Era de esperarse. Una cosa es el discurso y otra la realidad. Recordemos cuando la austeridad republicana de la que hablaba Javier Corral en su campaña fue abandonada sin recato ni pudor en los exclusivos campos de golf de los mejores clubs de Mazatlán, la ciudad de Chihuahua y su lugar de nacimiento, El Paso, Texas.
AMLO ha insistido a todos sus compañeros y compañeras electas que eviten los excesos y las fantocherías, pero eso ni un milagro lo conseguirá. Ahí tenemos el primer ejemplo. Le seguirán muchos más como torrente de sol juarense en temporada de canícula.
Aunque asistió como invitado al Real Inn más modesto se comportó durante el mismo fin de semana Mocken. Tuvo carnita asada en una granja con todos sus colaboradores de campaña; muchos de los expriistas que se sumaron a su equipo y la delegada del mismo partido en el estado, Ariadna Montiel.
Al Real Inn faltaron gentes importantes; la diputada electa por el décimo distrito, Leticia Ochoa; la del segundo distrito, Janeth Mendoza, la del sexto distrito, Deyanira Ozaeta e inclusive Gustavo de la Rosa. Algo de problemitas de comunicación y entendimiento en el caso de las legisladoras electas con la dirigencia partidista.
Ariadna y Fernando Tiscareño (excandidato a la Alcaldía chihuahuita) dejaron solos a los morenos de Chihuahua que se quedaron con su propio encuentro reflexionando sobre la zapatería que les propinó allá el Dhiac-Yunque con la panista alcaldesa, María Eugenia Campos, al frente.

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Este lunes deberá quedar definido el tránsito del Instituto Estatal Electoral al Tribunal Estatal Electoral de las impugnaciones interpuestas por el independiente Armando Cabada Alvídrez y el alcalde electo por Morena, Javier González Mocken.
Cabada busca revertir algo así como mil 600 votos que considera fueron mal contabilizados en favor de Mocken . Y Mocken acusa de irregularidades cometidas por Cabada en algunas casillas donde resultó ganador.
El Instituto Electoral debió concluir los trámites de recepción de las quejas desde el sábado por la madruga, así que este lunes debe turnarlas al Tribunal para su dictamen correspondiente.
Una decisión importante es la que tome el Tribunal en la adjudicación de los expedientes a los magistrados respectivos. Javier Corral tiene la mayoría de los cinco magistrados que conforman su Pleno pero hay dos identificados con el tricolor, producto de antiguas negociaciones.
Este lunes sabremos por dónde corre el agua en ese sentido. Corral puede imponer sus decisiones con los tres magistrados afines pero nuevamente quedaría en evidencia su parcialidad, como ha ocurrido en otros espacios de poder público, en los que sin rubor hace y deshace.
Llama la atención que poco a poco Armando va quedando en manos del superficial pero vengativo gobernador: Tribunal Estatal, Fiscalía General, Auditoría Superior...

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