LA COLUMNA
de El Diario
• A Yeidckol: ¿por qué habría que pedirte permiso?
• Por burocracia no entregan cuerpos de jubilados
• Deja Corral en el desamparo a policías estatales
• Transa de última hora en Economía
La presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, no ocultó su enojo y su molestia por haber sido marginada completamente del encuentro que tuvieron en la Ciudad de México los senadores electos de su partido bajo la coordinación del zacatecano, Ricardo Monreal. Hay pleito entre ambos.
Varios telefonazos hizo la lideresa para expresar su descontento por considerar que el encuentro no tuvo convocatoria institucional por parte de ella ni menos fue tomada en cuenta.
Desde el “nombramiento” de Ricardo Monreal como coordinador parlamentario de los senadores por parte del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, empezaron la diferencias entre Yeidckol y los monrealistas porque ella traía otros prospectos para dirigir la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Los seguidores de Monreal consideraron que no había por qué pedir permiso para llevar a cabo el encuentro de senadores, al que por cierto ninguno de los virtuales legisladores faltó.
Sabemos que la semana entrante sacará Yeidckol el chicotito. Convocará a una reunión “institucional” para dejar el mensaje de que si bien su líder político es el presidente electo, en la jerarquía es ella quien dirige el barco en segunda instancia.
Empiezan los dolores intestinales para Morena.
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En el disminuido frente priista, ayer estuvo en la Ciudad de México Omar Bazán, dirigente de ese partido en la entidad. Sostuvo encerronas con la presidenta, Claudia Ruiz Massieu; y con el secretario general del propio partido, Rubén Moreira.
Tienen esperanza en reconstruir desde sus cimientos a ese partido que sufre hoy la extraordinaria paradoja de tener en sus manos la Presidencia de la República pero en unos meses quedarán reducidos a chiquipartido en todo el país al asumir Morena las nuevas riendas de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Bazán por supuesto busca afianzarse en la Ciudad de México para garantizar el nervio de poder que le queda en Chihuahua con la presidencia estatal del PRI y su curul en el Congreso del Estado bien firme.
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La buena noticia es que fueron detenidos los supuestos asesinos de los maestros jubilados, Rosa María Cook de 72 años de edad y su marido Arturo Castro Garza de 74. La mala noticia es que todavía ayer los cuerpos de los señores no eran entregados a sus familiares por la Fiscalía General del Estado (FGE)Zona Norte. Siguen pendientes los funerales.
La pareja de adultos mayores fue asesinada y calcinada el 14 de julio con una saña extraordinaria por integrantes de una supuesta banda de individuos que roban casas y residencias, y atacan sin ningún miramiento a sus ocupantes. Varios de los ladrones fueron detenidos por agentes de la Policía Municipal la tarde del martes cuando se gastaban el dinero de tarjetas de débito y crédito, y tripulaban los vehículos robados de las cocheras de sus víctimas. Cero cargo de conciencia, sin mencionar la estupidez de utilizar esos bienes en los mismos sectores donde cometieron el crimen.
Familiares de los maestros se enfrentaban todavía ayer a pruritos burocráticos ante la Fiscalía General del Estado para recibir los cuerpos y darles cristiana sepultura o cremarlos. Algún error menor en el acta de nacimiento de la señora impedía a los funcionarios estatales la entrega de los cuerpos. Para eso sí son muy escrupulosos, pero no para perseguir a los delincuentes.
Este caso asumimos que ha sido resuelto en parte por policías preventivos. La Policía Ministerial investigadora es muy poca en Juárez y poco eficaz. Todavía no esclarecen varios asesinatos similares.
Otro crimen semejante ocurrió desde el nueve de enero en Rincones de San Marcos. Ahí fue asesinado el conocido exfuncionario público Hedilberto Cobos Rodríguez, de 69 años de edad. La brutalidad ejercida en su contra fue similar a la usada ahora con los maestros jubilados.
Ese asesinato continúa impune.
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Las máximas autoridades en el Gobierno estatal, el Poder Ejecutivo propiamente dicho, han dejado en el desamparo completo a sus policías de la Comisión Estatal de Seguridad Pública y Ministerial.
Los policías que ayer pararon labores están mal pagados, hambreados, mal uniformados, y expuesta su integridad física y la de sus familias ante el crimen organizado que de diversas formas ha revelado supuestos nexos de los jefes de la corporación entre los mismos grupos delictivos pero antagónicos.
Las múltiples ejecuciones de policías estatales y ministeriales corrobora la existencia de vínculos como los señalados. No hay una persecución o una actividad sistemática institucional de la Fiscalía General del Estado contra el hampa, así que los ataques efectivamente pueden ser considerados en el contexto de complicidades.
Cuando hablamos de las máximas autoridades nos referimos al gobernador del estado y al secretario general de Gobierno, números uno y dos respectivamente. Javier Corral dejó la operación de las instituciones de seguridad pública del Estado en manos de perfectos desconocidos en Chihuahua y por lo tanto sin interés alguno por los policías bajo su mando, la gran mayoría de ellos chihuahuenses.
Ayer corroboramos el tono altanero y abusivo de un mando de la Comisión de Seguridad Pública de tono chilango cuando los policías estatales asentados en Juárez (un puñado por cierto para el tamaño de la ciudad) se quejaron por las condiciones de trabajo y la muerte de compañeros suyos. Nadie “de más arriba” los escuchó. Alberto Aparicio, sureño jefe de la CES, los amenazó con echarles encima asuntos internos. Nunca los ha atendido. No son su interés.
Desde luego, la afectación principal es para la ciudadanía que paga con sus impuestos para tener una buena seguridad, pero ni eso tiene la capacidad de ofrecer el régimen de Javier Corral.
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El que quiere aprovechar los tiempos antes que llegue la guillotina de la austeridad tabasqueña es el delegado federal de la Secretaría de Economía, David Dajlala.
Como buen político de nivel modesto hacia abajo, está dispuesto a vender caro su sacrificio, sin importar que el personal a su mando se quede enchilado.
A mes y medio que abandone los cortes de sirloin, por ser de las que mejor pagan, incorporó a la dependencia a su coterránea Priscila Contreras, con ingreso mensual de 30 mil pesitos, y sin tener que ir a checar.
La bilirrubina de la raza que labora en las instalaciones ubicadas en el campus nuevo de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), se elevó al máximo al enterarse de la nueva adquisición y mandó los datos a La Columna.
Recuerdan que ella fue secretaria del coordinador de asesores de la Sagarpa en la Ciudad de México y su salario era de 110 mil mensuales, dos mil más de los que recibirá el futuro presidente López Obrador.
La tirada es aprovechar las semanas que quedan antes de entregar el poder y así aspirar a una jugosa liquidación. La especialidad de los que van al cadalso.