Opinion

Ser legislador y no perderse en el intento

Santiago González
Analista

2018-07-14

Felizmente han terminado las campañas, excandidatos y ciudadanía pueden relajar sus ímpetus proselitistas y hacer recuento de daños, ganancias y aprendizajes. Digo felizmente porque ni para nosotros (as) fue fácil sufrirlas, ni para los y las candidatas fue sencillo realizarlas, significan un desgaste importante.
Mediante el sistema democrático se eligieron a las y los representantes parlamentarios que serán nuestra voz en lo local y federal. Pero ojo, Chihuahua es un estado con problemas como su territorio, enormes. No son pocas las problemáticas que encabezamos a nivel nacional: suicidio, violación, homicidio, divorcios, adicciones, violencia -en hombres como en mujeres-.  Estos y muchos otros son los problemas que según las instituciones especializadas y cifras oficiales reportan tener a Chihuahua como el número uno del país. Por tal motivo el reto que se les presenta a legisladores (as) constituye una tarea importante, que de no alcanzar los dejará como muchas otras legislaturas “sin pena ni gloria”. Ya lo dijo el único hombre en haber ganado el Nobel y un Oscar, Bernard Shaw: “La democracia es el proceso que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos”.   
Según el CELIG (Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género), institución dependiente del Congreso de la Unión, Chihuahua junto con Guanajuato y Jalisco, es el estado con mayor rezago legislativo en normatividad para la protección de los derechos humanos de las mujeres, casualmente estados que han contado con gobiernos de derecha, esto sin generalizar, pero haciendo notar una tendencia muy evidente. Es por lo cual que, al tener nuevos colores en las cámaras con partidos de corrientes más progresistas, específicamente Morena y sus aliados, se presenta una oportunidad inmejorable de sacar el rezago intencional en derechos humanos, provocado por sectores conservadores.
Enumeremos entonces algunos de los temas que debieran ser discutidos en los congresos que, de ser debatidos y resueltos, hablarían de un cambio verdadero en temas legislativos y no un solo “quítate tú para ponerme yo”.
Despenalización del aborto: un tema muy polemizado, sin embargo, más allá de objeciones de conciencia e ideologías religiosas, el problema es grande en el estado. El Sistema Estatal de Salud reporta en 2016 haber realizado más de dos mil extracciones de producto sin vida, es decir, fueron atendidas por un aborto mal practicado o incompleto, por otra parte, ni uno solo de estos casos ha llevado (afortunadamente) a ninguna mujer a la cárcel. En conclusión, el delito es obsoleto y en pleno desuso, la cárcel no va a resolver dicha problemática; la nueva legislatura en congruencia con la tendencia mundial de los países con mayor desarrollo y respeto a los derechos humanos de las mujeres debiera desaparecer el delito de aborto.
Feminicidio: Chihuahua estará ligada por mucho mucho tiempo al concepto de feminicidio, de hechos ocurridos en esta frontera específicamente surgió uno de los criterios internacionales en forma de sentencia, más importante a nivel mundial sobre dicho tema, la sentencia llamada “campo algodonero” González y otras vs México. Si bien fue reciente la inclusión del delito al Código Penal del Estado, de hecho, el último estado en incluir la figura, la misma según expertos ha dejado mucho que desear, comenzando por el hecho de no llamarlo por su nombre “feminicidio”, este concepto no se menciona ni una sola vez en el Código Penal del Estado de Chihuahua, como si por no mencionarlo lográramos desaparecerlo, una timidez un tanto burda por tratarse de nuestro estado. 
La desaparición forzada y por particulares: Actualmente la desaparición de una persona no constituye un delito, es decir, que hasta localizar a la persona desaparecida o sus restos se podría iniciar la investigación por el delito que resulte, en tanto permanezca sin ser localizada su búsqueda se realiza sin facultades legales, por la sola buena voluntad. Por otra parte, las personas que han permanecido por años y hasta décadas desaparecidas representan obstáculos legales para sus familiares que les sobreviven, es decir, como contraer nuevo matrimonio, disponer de los bienes de la persona desaparecida etc. En este sentido hay legislación federal muy importante en la que tuve el privilegio de participar incluso en las gestiones ante el Senado, ahora es tiempo de que el estado se actualice.
Es corto el presente espacio, bastantes los temas rezagados en el estado e inmejorables las condiciones de la presente Legislatura (local y federal) para realizar los avances que en materia de derechos humanos requerimos. Hay buen humor social, esperanza de cambiar y me cuento entre muchas personas que estaríamos dispuestos a participar desde nuestros conocimientos y trincheras, para sacar a Chihuahua y México de los primeros lugares de las peores cosas. La ciudadanía ya demostró estar a favor de un cambio, ahora es tiempo de legisladores y legisladoras no defraudarnos y hacer los cambios mejores, aunque eso les represente no estar del lado de los grupos detrás del poder.

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