Óscar Ibáñez Hernández
Académico
Estos días en que la temperatura ha rebasado los 40 grados centígrados, el agua se ha convertido en un artículo de primera necesidad para todo mundo, en especial para los candidatos y voluntarios que los acompañan repartiendo propaganda por las calles y los cruceros de la ciudad, que sin su buena dotación de agua padecerían deshidratación.
La temporada de calor que cada verano tenemos en esta frontera, hace que la demanda del agua y los problemas de presión en algunas zonas de la ciudad se conviertan en un tema de discusión, denuncia y gestión por parte de todos los ciudadanos, y en esta ocasión la coincidencia con los tiempos electorales, lo convierten en un tema principal de los candidatos.
La dinámica de las campañas hace muy difícil que temas complejos se aborden con claridad y certidumbre, por lo que es muy fácil generar confusión, por ejemplo, la declaratoria de reservas de agua superficial decretada el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente por parte del presidente Peña Nieto, detonó una campaña para denunciar ese acto de gobierno como si hubiera sido hecho para privatizar el agua mientras todos disfrutábamos el triunfo de México sobre Alemania el 17 de junio, a pesar de que las fechas no coinciden y que hay argumentos sobre la no privatización, el debate continúa y ya es parte de la lucha electoral.
Otros ejemplos del uso del agua como herramienta política la tenemos en el sur del estado donde un candidato se atribuye como de su autoría, un proyecto regional que lleva años desarrollándose entre autoridades de diferentes ámbitos gubernamentales y de diferentes orígenes partidistas. También, uno de los candidatos presidenciales vino a Chihuahua a ofrecer “traer el agua” a pesar de que cuando fue funcionario en lugar de aumentar, recortó los recursos para infraestructura de agua en el estado.
Esta semana un candidato de esta frontera intentó polemizar a través de un video acusando a la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) de estar destruyendo el pavimento municipal, tuvo que ser desmentido, ya que quien estaba trabajando en ese momento era el Municipio en coordinación con la JMAS quien había instalado infraestructura de drenaje precisamente para evitar dañar el pavimento.
Otras confusiones se generan respecto de las distintas responsabilidades, hay candidatos a alcalde preocupados porque la JMAS sea de jurisdicción municipal cuando es estatal, y sin embargo no hacen ni ofrecen nada respecto a los graves problemas de drenaje pluvial, que por ley son responsabilidad municipal.
Es bueno y necesario que los temas del agua se discutan por los distintos candidatos, es una pena que muchos de ellos opinen sin tener realmente conocimiento de la problemática y de las posibles soluciones desde diferentes ámbitos de gobierno.
No hemos escuchado de parte de los candidatos presidenciales aún sus propuestas para replantear los modelos de gestión y políticas públicas para el nuevo entorno que tenemos en México, tampoco hemos escuchado propuestas de los legisladores federales quienes tienen pendiente hace más de cuatro años legislar para garantizar el derecho humano al agua.
Otros temas ausentes son la profesionalización, el financiamiento y la ciudadanización de los servicios del agua, los mecanismos de construcción, operación y mantenimiento de infraestructura contra inundaciones, la medición, gestión, reutilización y ahorro de agua usando innovación, tecnología y políticas públicas de vanguardia, que cuestionen las formas actuales de administrar el recurso hídrico.
En el ámbito municipal urge que los candidatos planteen soluciones de fondo a la grave deficiencia de infraestructura para atender las inundaciones y que protejan a las personas, sus bienes y su calidad de vida, lamentablemente no hay propuestas en ese sentido y parece que los candidatos prefieren evadir ese tema que es fundamental para solucionar problemas de fondo en nuestra frontera.
La gestión del agua es muy importante para toda la comunidad y no debe ser partidizada, es un recurso de salud, bienestar y desarrollo económico, implica el cumplimiento de un derecho humano, sin embargo, muchos candidatos convierten el agua en un rehén electoral ya que en lugar de proponer soluciones simplemente la usan como discurso de campaña.