Opinion

Disparates

Luis Javier Valero Flores
Analista

2018-06-13

Asombra el modo con el que afirma las cosas y en la capacidad para cambiar de escenario, aliados y objetivos.
El candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, entre las muchas cosas que dijo, para refutar al candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, fue la de que construir “refinerías es un verdadero disparate”, ya que, sostuvo, en 2024 “todos los vehículos serán eléctricos”.
¿Cómo puede sostener tal cosa un aspirante a la Presidencia de México, tan solo con el afán de “ganar” un punto en medio de un debate?
¿Se imagina que el total de la flota vehicular en el país sería renovada en el cortísimo plazo de 6 años?
Son mundos muy diferentes, el de él y el de la mayoría de los mexicanos. Puede ser, quizá, que en seis años la mayoría de los vehículos nuevos sí sean totalmente eléctricos (aunque esos no son los planes de la mayoría de los fabricantes de automóviles), aunque debiera precisarse que tal previsión lo sería únicamente para los automóviles particulares de pasajeros.
Aun concediendo en ese aspecto, ¿de qué tamaño debería ser la inversión -pública y privada- necesaria para renovar el total de los vehículos en el país?
Imposible para el 2024.
Nuestro país debiera trazar la ruta que nos lleve a ese escenario, sin duda, pero no podrá ser de inmediato, tendrá que instrumentarse la puesta en marcha de un enérgico programa de obtención de energía eléctrica de fuentes alternativas al tiempo que se necesita renovar y/o sustituir algunas de las refinerías ya instaladas y comenzar la construcción de otras.
En el tercer debate Meade y Anaya se enfrascaron en una inútil discusión acerca de si se bajaría o se quitaría el Impuesto Especial a las gasolinas.
Vamos, hasta comprándola en el sur de Estados Unidos, al precio al público, sería más barata.
¿Por qué no buscar la disminución de su costo de producción si somos un país de elevados índices de producción y consumo?
Una década atrás, el Gobierno del cual formaba parte Ricardo Anaya, el de Felipe Calderón, en voz del entonces director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, aseveraba que si se aprobaba la reforma energética, que permitiera la contratación de empresas privadas para construir refinerías, “es posible que haya demanda para construir dos plantas más”, además de anunciar que estaba en estudio el proyecto de construcción de una refinería por cuenta de la paraestatal.
“En el caso del proyecto que ya está analizando construir el Gobierno, cuya capacidad sería de 300 mil barriles, el costo oscilaría entre 6 mil y 7 mil 500 millones de dólares”. (Nota de Adolfo Ortega, CNN-Expansión, 9/IV/08).
Diez años atrás, y dicho por uno de los especialistas más reconocidos, se proyectaba construir tres refinerías para que “en 2015 solo 20 por ciento de las gasolinas que se consumen en México sean importadas. Actualmente el país importa 40 por ciento de las gasolinas que consume, y si la reforma no fuera aprobada, esa dependencia subiría a cerca de 50 por ciento del total de las gasolinas que utiliza México”, afirmó el director de Pemex, en una más que certera previsión.
En este momento “el 75 por ciento del combustible que se consume en México proviene principalmente de Estados Unidos… en el primer mes del año se compraron al extranjero un promedio de 899 mil 800 barriles de petrolíferos diarios… para poder abastecer la creciente demanda, pues la venta interna de gasolinas alcanzó los 764 mil 600 barriles por día, lo que significa que al menos 7.5 litros de cada 10 que se venden y consumen en México, ya proviene del extranjero”.
No se hizo en aquel momento, ¿cuánto nos costó?
En cambio, un reducido grupo empresarios y de exfuncionarios, de los más altos niveles, se enriquecieron a costa de esas decisiones:
“Carlos Salinas de Gortari compró 4 plataformas petroleras marítimas a un precio muy por debajo de su valor, Emilio Gamboa Patrón, 2 plataformas… Pedro Aspe Armella es propietario de 2 plataformas marinas de extracción de crudo. Peña Nieto compró 4 plataformas y acciones de 5 más. El líder sindical petrolero, Carlos Romero Deschamps, también compró dos plataformas y es el huachicolero más acaudalado; Vicente Fox compró acciones de Exxon y Shell y 4 plataformas. Manlio Fabio Beltrones compró acciones por activos de Pemex”. (“Pemex de mal en peor, gracias a los nuevos jeques petroleros”, artículo de Javier Pizarro, aserto.mx, 9/VI/18, con información de columna México S.A de Carlos Fernando Vega y artículo de Alfredo Jalife-Rahme).
Y ahora Anaya, en la misma línea, se opone a la construcción de nuevas refinerías.
¡Qué cinismo! ¡Cuántos corruptos!

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