Opinion

El proselitismo de Corral

Sixto Duarte
Analista

2018-06-11

La única lucha del Gobierno de Javier Corral es y será hasta el final de su Gobierno, el romper con el “pacto de impunidad” a que tanto ha hecho referencia. Todos recordamos que su bandera de campaña fue encarcelar a su antecesor, y a quienes hubieran actuado en contubernio con él. El mensaje en sí no puede ser criticable, pues el Gobierno tiene el deber de procurar justicia contra aquellos que hubieren delinquido. Lo criticable en este caso es la ejecución de esa política, pues la ha emprendido a rajatablas, violando la independencia judicial, erigiéndose en jefe de los indignos jueces y magistrados, utilizando la prisión preventiva como tortura, y especialmente, dejando de lado otras tareas de gobierno. Parece que para Corral el gobierno es únicamente perseguir a Duarte, y jugar golf. Los demás temas como educación, seguridad, inversión, entre otros, no forman parte de su agenda. Y tendrá razón en no atender esas áreas, pues él nunca hizo promesas de campaña en ese sentido (salvo la universidad gratuita, que ya se le olvidó). De ahí que el dicho “cada pueblo tiene el Gobierno que se merece” aplique perfectamente para Chihuahua, pues fueron los chihuahuenses quienes votaron por él a pesar de no tener un plan de gobierno definido. Tampoco pueden quejarse.
Uno de los temas en los que más ha profundizado la inquisición corralista, es en el desvío de recursos públicos a campañas políticas. Esta “lucha” le ha permitido a Corral obtener los reflectores nacionales, y placearse por todo el país como el redentor de la democracia. Es claro que el tema es para Corral uno de corte político-electoral, no uno de procuración de justicia. Son muy evidentes los excesos en que han incurrido jueces, agentes del Ministerio Público, y autoridades carcelarias en el caso de Alejandro Gutiérrez. En un verdadero Estado de Derecho, “La Coneja” enfrentaría un juicio con mayores garantías. Quien a estas alturas todavía crea que la lucha de Corral es genuina procuración de justicia, está muy apartado de lo que es la realidad. Le recomendamos a esos incautos mejor ver un programa de los Teletubbies, y no lo que sucede en nuestro entorno. No estoy diciendo que Gutiérrez no deba enfrentar la justicia; si cometió un delito, debe responder por ello, pero con todas las garantías procesales que cualquier imputado tiene.
Curiosamente, el brazo de la ley solamente alcanza a los priistas. Corral ha hecho campaña este proceso electoral en Nayarit para apoyar a su amigo Guadalupe Acosta Naranjo, y en San Luis Potosí, para apoyar al candidato a alcalde. También aparece en un spot apoyando a Alejandra Barrales, candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y a Ricardo Anaya, hablando maravillas de él. Aquí, Corral no ve mal apoyar las causas partidistas de sus correligionarios. Si bien no pudiera yo adelantar desvío de recursos a estas campañas, pues no me consta, sí es preciso señalar que el gobernador debería de entender que tiene más compromiso con Chihuahua que con el PAN. El estado está desbaratándose en muchos rubros, y él anda promoviendo actividades electorales.
En días recientes han arreciado los ataques y señalamientos contra Ricardo Anaya, por presuntas actividades ilícitas. Anaya, inmediatamente salió a utilizar la infalible fórmula panista: amagar con encarcelar a su antecesor. Corral no podía quedarse atrás, y evidentemente acusó un uso faccioso de la PGR en contra de Anaya. Nadie que tenga una mediana capacidad de raciocinio puede creerle a Corral esa acusación, cuando él ha hecho exactamente lo mismo en Chihuahua. Ya la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en una resolución del pasado mes de abril reconoció la abierta intervención de Corral en la rama Judicial. ¿De verdad hay quienes le creen todavía a Corral cuando hace esta clase de señalamientos?
Lo que resulta más irónico, y que evidencia la doble moral panista, es que ellos no se detienen para acusar, señalar, y clasificar como corruptos a quienes sus regímenes persiguen. Pero cuando tocan a uno de ellos (en este caso Anaya) sí piden garantías, mismas que le han negado a “La Coneja” en el fuero común.
La pregunta que muchos se hacen es, ¿por qué Corral anda en todos lados menos en Chihuahua? La respuesta es evidente: ante la caída de Anaya en julio, después de las elecciones, el PAN buscará reorganizarse. Corral buscará recoger los restos del partido después de la derrota, promoviéndose como presidente del PAN. El tiempo, como casi siempre en estos casos, me dará la razón. Tomen nota de la fecha de este artículo.

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