Opinion

Necesitamos paz y reconciliación

Javier Cuéllar/
Abogado

2018-04-17

En un enésimo conflicto que protagoniza el gobierno del licenciado Javier Corral Jurado, más de 90 mil alumnos de 200 escuelas ubicadas en Ciudad Juárez y su zona de influencia quedarán sin clases porque el Gobierno del Estado no les ha pagado muchas de sus prestaciones y algunos de sus sueldos, en un conflicto que sostiene con el magisterio de la Sección 42 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, lo cual causará graves perjuicios a la formación de estos jóvenes y trastornos al proceso educativo que serán de difícil reparación.
Es muy conocido que el gobernador no le tiene miedo a nadie y que profesa un comportamiento proclive al enfrentamiento y al conflicto y por eso, desde el inicio de su administración ha sostenido un sinnúmero de enfrentamientos con los más diversos sectores y personalidades de nuestro medio social y político, al grado que nuestra comunidad no encuentra ningún momento de reposo ni de concordia. Así no se puede vivir ni mucho menos gobernar.
Ahora son los maestros, pero con todo, nuestro estado es un polvorín donde proliferan los más diversos conflictos tanto en el plano personal como en el campo gremial, de tal manera que la tranquilidad tan necesaria para el trabajo y el progreso no se han visto imperar y lo propio sucede en materia de criminalidad y delincuencia, donde se están dando enfrentamientos contra las fuerzas del orden público que hacen que nuestro territorio parezca una zona de guerra más que una comarca de concordia y laboriosidad. Tal parece que para nuestro gobernador Javier Corral y su equipo, gobernar es guerrear.
En el caso de los maestros de la Sección 42 pensamos que el gobernador debe exponer claramente ante la opinión pública algunas cuestiones. ¿Por qué no se paga a los maestros sus emolumentos y sus prestaciones pactadas? ¿No hay dinero? ¿El Gobierno federal no ha depositado sus aportaciones? ¿Alguien se las robó? ¿Qué es lo que está pasando que no se han realizado las erogaciones presupuestadas? Cualquiera que sea la razón o motivos por la que no se han cumplido con obligaciones pactadas y presupuestadas es necesario que la opinión pública las conozca para que el estallido del conflicto sea dimensionado y sean repartidas las culpabilidades de los diversos factores que coinciden en el problema.
El SNTE es un sindicato de reconocida filiación priista y sería muy grave que un conflicto, que deja a más de 90 mil alumnos sin clases, fuera motivado nada más por el placer de agriarle la cuestión al gobierno panista de Javier Corral en una maniobra de corte partidista. Se aduce que no se les pagan prestaciones y sueldos legítimos pero nuestro gobernador no ha aclarado la veracidad o dimensión de esa demanda.
Si fuera el caso de que el Gobierno del Estado se encuentra en insolvencia debe dialogarse con los maestros y realizar un acuerdo donde se programen los pagos y los plazos que sean necesarios para obtener los recursos conducentes, pero no se debe permitir que la sociedad en su sector educativo, entre en paro simplemente por caprichos o posiciones que no sean razonables. Pensamos que los maestros son gente educada que puede comprender una exposición de motivos suficientemente razonables.
Gobernar es conciliar, es dialogar con todas las facciones que inciden en nuestra sociedad y llegar a acuerdos viables y sensatos para que nuestra comunidad mantenga el plano de laboriosidad que requiere para seguir con su camino de progreso. Cualquier tipo de caprichos no son válidos para destruir la paz social. Todos pueden tener demandas y aspiraciones pero el diálogo franco y sincero es el camino para resolver nuestros problemas. Una huelga magisterial como la que estamos sufriendo solamente nos va a desgastar como sociedad y el tiempo que se pierde y el trabajo que no se hace es un valioso recurso que se desperdicia y que hasta los santos lo lloran.
Javier Corral es un hombre que debe privilegiar la concertación sobre el enfrentamiento y ya basta de adoptar posturas de pleitista y pendenciero. La ciudadanía chihuahuense quiere disfrutar de un ambiente de trabajo y reconciliación, los pleitos deben quedar de lado.

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