Opinion

Golf y caos

José Ignacio Gallardo/
Analista

2018-04-17

Al parecer el gobernador Javier Corral está dedicando mucho de su tiempo a la práctica del golf. Para muchos este elitista deporte ayuda a disminuir el estrés que producen largas jornadas de tensión acumulada. Es nuevo este hábito en el gobernador chihuahuense, ya que quienes lo conocen saben perfectamente que sus pretenciosas aficiones deportivas son relativamente recientes. Trotar y practicar golf son pasatiempos nuevos para Corral. Solo que parece que jugar golf está pasando de ser una simple distracción a una obsesión. Tal vez Corral esté pensando seriamente en dedicarse a este deporte una vez concluido su mandato. Solo así se explica tanto tiempo invertido en esa actividad.
Otros piensan que el gobernador se refugia cada vez más en el golf como una fuga mental, como una salida sicológica a todas sus presiones y problemas, derrotas y preocupaciones, que no deben ser menores ni escasas. Y es que el gobernador chihuahuense se encuentra cada vez más solo, lleno de problemas, sin avances ni resultados y sin respaldo de la dirigencia nacional de su partido. Ya que es manifiesto el poco interés que tiene el candidato presidencial Ricardo Anaya por venir al estado donde gobierna Javier Corral. Las campañas iniciaron el 30 de marzo y apenas andan organizando una visita relámpago por esta entidad. 
Ni con la “caravana por la dignidad” de Corral, o algo así, emprendida por el gobernador por varias partes del país con cargo al erario público, y ni con el mitin electorero que realizó en la ciudad de Chihuahua el fin de semana pasado, el mandatario chihuahuense ha logrado congraciarse con Ricardo Anaya y su equipo. Por eso anda muy presionado Corral, además los ataques a los agentes ministeriales, los reveses que la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación le han propinado, sumado a la crisis en materia educativa y de salud, han de tener muy molesto e inconforme al gobernador panista. Por eso se refugia en el golf, no para analizar y reflexionar en sus siguientes pasos y estrategias, sino para evadirse de una realidad que le provoca malestar.
Correr, trotar y jugar golf, son sus refugios. Por eso le gustan a Corral Jurado esos deportes, porque casi no hay contacto con nadie, y le permiten sustraerse del tiempo y escaparse de los problemas y de las circunstancias. Tal vez Javier debería practicar deportes grupales para trabajar en equipo y no aislarse. De esa manera se daría cuenta que los candidatos de su partido tienen bastantes problemas ante el electorado al no tener resultados palpables qué presumir en el estado de Chihuahua. Y en Ciudad Juárez ni se diga, la cosa está muy difícil para los candidatos azules, ya que los reclamos están en cada calle y en cada colonia de esta ciudad.
Inseguridad y falta de inversión estatal para esta frontera serán de los reclamos más constantes que recibirán los aspirantes a un cargo de elección popular en cada casa que visiten. Pero no solamente a eso se enfrentan los candidatos a alcaldes, diputados federales, locales y senadores. También tienen que enfrentar la falta de apoyo por parte del comité directivo estatal del PAN. Por lo que muchos han tenido que buscar recursos propios para arrancar decorosamente sus campañas. Algunos lo han conseguido, algunos de plano están esperando que arranquen las campañas locales para treparse en ellas. Por estar enfrascado en su pleito con la Federación, Corral desaprovecha que el PRI en Chihuahua está derrotado desde antes de empezar la contienda. Por un lado el Gobierno federal pretende llevarse el expediente del asesinato de la periodista Miroslava Breach, y por otro lado Corral se resiste a entregar el controversial y espinoso expediente del exsecretario de finanzas del CEN del PRI, Alejandro Gutiérrez y que involucra a Manlio Fabio Beltrones e incluso a la misma Presidencia de la República.
El de Javier Corral es un juego difícil de entender. Dice que quiere tener el control del Congreso local en la siguiente Legislatura, dice querer recuperar la Alcaldía de Juárez, y ganar todo pero en los hechos no apoya a sus candidatos. No hay elementos para ganar, ni obra pública qué presumir, ni tampoco hay inversión para Juárez y eso le pega a los candidatos. Combinación peligrosa y con pocas posibilidades de triunfo. Más de un candidato estará intentando pintar su raya con Corral. Así que el gobernador tendrá que dedicarse a otro deporte, porque el golf no ha sido buen consejero. Caos, es lo único que le ha provocado.

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