Opinion

NO a la criminalización de los médicos

Lourdes Almada Mireles/
Analista

2018-04-12

México tiene la inversión en salud más baja de toda América Latina y de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Según datos presentados por Fernando Mayans, médico de profesión y senador del PRD por Tabasco, en nuestro país se destina únicamente el 3.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que, aunado a la corrupción de las cúpulas, genera un desabasto y sobresaturación impresionante de los servicios de salud y hospitales del sector público.
En ciudades como la nuestra, en las que el abandono ha sido histórico y la discriminación permanente, sabemos qué significa eso. Sabemos lo que es tener por semana a un familiar en espera de atención en una cama en el pasillo, hemos esperado días o semanas para que el enfermo sea “pasado a piso” porque no hay camas disponibles, o hemos vivido con desesperación la necesidad de cuidados intensivos y la imposibilidad de que éstos sean proporcionados porque no hay camas disponibles en “Terapia”.
Los médicos enfrentan diariamente el trabajo en hospitales y quirófanos deteriorados, la falta de instrumental médico, el desabasto de medicamentos, una burocracia con la que hay que tramitar (por no decir pelear) que los pacientes sean atendidos, que los estudios sean realizados, que el medicamento sea liberado, etc. A los médicos les toca dar la cara, “hacer de tripas corazón”, trabajar con lo que hay y asumir la responsabilidad de los riesgos de trabajar en estas condiciones.
Nuestro país enfrenta una de las situaciones más complicadas en el área de la salud de los últimos tiempos. El caso #todossomosluis ha activado las alarmas y movilizado al gremio médico. El ortopedista pediatra Luis Alberto Pérez Méndez fue detenido en el estado de Oaxaca por el delito de “homicidio doloso con agravante de responsabilidad médica” de Edwin Luna Treviño, un niño de 3 años, quien al ser operado de un codo presentó una reacción alérgica fatal (anafilaxia), una reacción que se presenta en 1 de cada 30 mil casos.
Denuncian los médicos que esta detención se realizó de manera arbitraria, sin seguir los procedimientos, sin respetar sus derechos elementales y sin consideración de presunción de inocencia. Manifiestan su alarma en tanto el médico ha sido procesado por la vía penal, por un delito que no alcanza fianza. Al tipificar de esa forma el delito se le está acusando de querer matar al paciente.
Los médicos han hecho visible, a partir de sus movilizaciones y pronunciamientos en este movimiento, que estudian una cantidad enorme de años y de horas, que sacrifican muchas actividades y se consagran a una tarea por demás complicada, y que no son perfectos. No plantean eliminar los juicios por mala praxis o negligencia, sino que tales casos se lleven en materia civil y no penal. Exigen “tener un juicio justo, con peritos preparados en el tema, no por un Ministerio Público que no tiene idea de lo que es la medicina…”. Llenos de dolor e indignación han expresado: “Los médicos no somos criminales, no estudiamos para matar gente, estudiamos para salvar vidas”.
El fiscal general de Justicia de Oaxaca, ha expresado que “una persona comete dolo eventual cuando sabe del riesgo que corre una persona ante ciertas circunstancias y no toma las medidas debidas para evitar un mal o un daño a las personas”. Este médico incurrió en tal responsabilidad -según el fiscal- porque realizó la intervención quirúrgica conociendo que la clínica en que se llevó a cabo no contaba con unidad de cuidados intensivos.
Los médicos del Sector Salud conocen las condiciones en que trabajan, las carencias, el abandono, los recortes, las dificultades que enfrentan todos los días para realizar su trabajo en condiciones óptimas y por supuesto saben los riesgos que corren los pacientes que atienden ante las omisiones gubernamentales en materia de presupuesto y garantías mínimas para el desempeño de su profesión. ¿Dejarán entonces de atender a los pacientes para no ser acusados de homicidio doloso por trabajar en esas condiciones? Esa es la disyuntiva en la que han sido colocados ante el encarcelamiento de Luis Alberto Pérez Méndez.
Todo mi reconocimiento y solidaridad a los médicos. Que este movimiento crezca en todo México, para exigir condiciones dignas de trabajo para los médicos y para lograr un sistema de salud que garantice la atención adecuada de la población. Pensar que es un movimiento solo de los médicos es pensar que solo a ellos atañe la salud de este país.

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