LA COLUMNA
de El Diario
• PRD, PVEM y Panal, cero en transparencia
• Dedodesignación de Pablo en la Cebolla Roja
De caricatura el gobernador Javier Corral huyendo del green hacia la Suburban blindada colocada al término del campo como ambulancia espera a un lesionado. Los escoltas tomaron literalmente de la mano a su patrón y suspendieron corriendo el juego de golf porque cuadras afuera del exclusivo campo habían sido rafagueados varios policías integrantes del propio equipo de seguridad del mandatario. Sábado por la tarde, ciudad de Chihuahua.
Tres atentados contra elementos estatales en menos de un mes, más de dos mil personas ejecutadas durante su administración, la violencia enseñoreada por todos los rumbos del estado, la crisis sin precedente en el sistema de salud, no son para que el gobernador tenga tiempo de esparcimiento, menos para el antipopular sibaritismo del golf. Pero así es. Debe seguir fúrico contra los sicarios por echarle a perder la tarde de un sábado que prometía ser fabuloso.
Solamente esa frivolidad y relajamiento increíble del mandatario explican por qué Chihuahua está boca arriba, en todos los órdenes hundido. Ricardo Anaya y la dirigencia nacional panista debieran reclamar esa flojera de su correligionario antes que hacerlo pasar como víctima de violencia. Intención electoral, por supuesto. Debieran solidarizarse candidato y partido, eso sí, con los policías agredidos y los cientos de sus compañeros que permanecen en las corporaciones estatales mal pagados, explotados, sin protección, ni de sus días de descanso para estar con su familia.
“Corral pudo haber continuado con el liderazgo que tuvo en su elección y discurso de toma de posesión pero lo perdieron su soberbia y las malas compañías. Ahora quiere convocar a una manifestación para que lo apoyen. Yo creo que es una invitación fuera de contexto. Si la sociedad quisiera solidarizarse con él, sería la propia sociedad civil quien convocara, no él”, dice el textito enviado a La Columna por una persona que simpatizó en algún tiempo con el blanquiazul y tuvo como fan al gobernador. Dice ahora, su desgano lo abruma.
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Despacio y sin muchos aspavientos llegó Jesús Hernández Peña como delegado especial del CEN priista a Ciudad Juárez enviado por Enrique Ochoa. Con todo el colmillo por delante se ha reunido con varios grupos del priismo juarense para revisar y dar un diagnóstico nacional sobre qué está pasando con el tricolor. Lo trajeron de Tamaulipas, donde estuvo menos de 15 días como delegado, por la necesidad con urgencia de operación en la frontera: busca el priismo nacional sacar de Juárez de lo perdido lo que aparezca.
La semana pasada Hernández estuvo pegadito al exgobernador José Reyes Baeza y, nos cuentan, ha estado más que pendiente de Óscar Nieto al frente del PRI en el Comité Municipal; el pobre desempeño de Nieto Burciaga ya prendió focos rojos en las oficinas de Buenavista en la Ciudad de México, donde buscan los más votos posibles para, por lo menos, no quedar en una lejana tercera fuerza en el Congreso de la Unión.
Viene a apretar tuercas y está dispuesto a meter en cintura a quien no jale parejo, confían fuentes del priismo nacional. Lo que es un hecho es que Hernández Peña está curtido en escenarios violentos, como Michoacán y la propia Tamaulipas, lo que le da un plus; pero se encuentra en ligas menores en eso de la tolerancia, es de mecha corta y cualquier cuestionamiento lo ve como ataque.
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Andarán tan mal orientados en el PRI o no les importa en lo más mínimo guardar las formas y aparentar, cuando menos, que respetan las leyes y tiempos electorales.
Rocío Sáenz, diputada local en funciones y que buscará reelegirse como representante del distrito tercer, apareció muy campante el sábado pasado con una bandera del candidato José Antonio Meade y, por supuesto, el logo del PRI.
Días antes estuvo Sáenz con Lilia Merodio en una plaza comercial cercana al aeropuerto. Lo que es más, anduvo en el mismo evento Adriana Terrazas, aspirante del tricolor a la Alcaldía juarense. Porras, aplausos, tambores, lonas, camisas, banderas, pega de calcomanías a los vehículos que se dejaron… campaña pura.
Se les fue a Terrazas y Sáenz, además de a los abogados priistas, que por ley, están ellas dos impedidas a promover a su partido hasta el 24 de mayo, cuando inicien las campañas locales y puedan libremente “campanear”.
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Mientras siguen en el aire las definiciones sobre el futuro del Instituto Chihuahuense para la Transparencia (Ichitaip), se hace evidente que falta más que dicha institución para exigir el cumplimiento de los sujetos obligados. Veamos:
En la revisión recientemente publicada por el Ichitaip tres partidos políticos estatales (PRD, PVEM y Nueva Alianza) reprueban en el cumplimiento de sus obligaciones. En el absurdo total, los tres tienen cero ¡cero! por ciento de la información que les corresponde en su página web. En el Gobierno del Estado hay entes como la Coordinación Ejecutiva de Gabinete que apenas cumple con el 20 por ciento y en las tres revisiones ha hecho caso omiso de los llamados a cubrir la totalidad de sus obligaciones.
Desde el miércoles de la semana pasada el sistema Infomex Chihuahua está caído, sin que puedan ingresarse solicitudes de transparencia, ni checar las respuestas a peticiones realizadas o el estatus de recursos de revisión, plazos y demás herramientas de los usuarios de la plataforma.
Aprovechando el desorden descomunal que hay por el control del Ichitaip, los sujetos obligados se pasan por alto las resoluciones del pleno, incumpliendo plazos y manteniendo en opacidad la información pública.
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Parece haber quedado escrito que el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia será Pablo Héctor González, apenas quede en firme la decisión de la Suprema Corte de Justicia sobre la estocada final política y jurídica al corralismo llamada controversia constitucional que desaparecerá al actual Consejo de la Judicatura en Chihuahua. Ya quedó fuera del Tribunal su presidente, Julio César Jiménez Castro por una decisión de la Corte; entre hoy y mañana quedará disuelto también el Consejo, del que también es presidente. Desde Palacio de Gobierno está perfilado ya Pablo Héctor, amigo del gobernador. Ayer debió haber comida de todos los magistrados en La Cebolla Roja para apuntalar ese acuerdo.