Samuel F. Velarde/
Académico
Fue bastante simbólico que la campaña del candidato Juntos Haremos Historia haya iniciado en esta emblemática ciudad, una ciudad que tiene muchos significados históricos positivos y negativos. Desde ser refugio de Benito Juárez durante la intervención francesa, hasta la violencia que la ha estigmatizado alrededor del mundo. Una ciudad además con grandes carencias urbanas, donde en realidad poco se le ha hecho para intentar cambiarla sustancialmente. El Monumento a Juárez fue testigo de ese interesante acto político que puede ser un parteaguas en la futura elección presidencial.
Llamó la atención la gran cantidad de asistentes que a ojo de buen cubero, pudieran haber sido cuatro mil asistentes, bastantes si se toma en consideración la conducta apolítica de la ciudadanía juarense, por supuesto que los partidos en alianza hicieron lo suyo en movilizar a sus cuadros, pero también hay que reconocerlo, había cientos de personas que acudieron por voluntad propia en apoyo al candidato presidencial.
El discurso de AMLO tuvo diferentes mensajes y creo resumió de manera concreta su proyecto de gobierno, desde su plan económico y apoyo a la política social, hasta la postura de política exterior que asumiría ante el gobierno del vecino país. En lo personal algunos planteamientos parecieron demasiado idílicos, pues en un país casi en ruinas uno se pregunta, ¿de dónde se sacará tanto dinero para poder cumplirlos? Sin embargo, al pensar en que la corrupción pudiera combatirse y de ahí evitar el saqueo de dinero, tal vez hay cierta racionalidad en los planteamientos de AMLO en relación a invertirlos en más gasto social, por supuesto que va contra la esencia de la economía neoliberal.
En lo personal observé a un AMLO más seguro de sí mismo, con un discurso coherente y realista, más de propuesta, que lo hacen ver como alguien que conoce bien la problemática nacional, luego de su tercer intento de llegar a la Presidencia de la nación. Se ve un político fogueado ya no tanto a la defensiva como hace seis años, indudablemente siente la confianza que le otorga el ubicarse hasta el momento, como el puntero en las preferencias electorales.
En estos momentos cruciales para el futuro del país las campañas electorales son un reflejo de la crisis moral, económica y política de México. Cada candidato en su discurso asume que es la salida para tales crisis, sin embargo a estas alturas, la sociedad mexicana está en un punto en que el hartazgo es tal, que evaluará con cuidado no solamente el discurso de los tres candidatos presidenciales, sino su participación política en los últimos años y esto será determinante para elegir al candidato a la hora de votar. En otras palabras, como actuó políticamente antes de ser candidato presidencial, hoy la sociedad está más informada y eso será un elemento de peso en su decisión para elegir.
Mientras tanto, Ciudad Juárez ya se sumó a este importante ciclo político que definirá en pocos meses el rumbo del país, deseamos que la ciudadanía juarense asuma su responsabilidad de votar, de elegir de acuerdo a su criterio político, es tarea de todos participar en esta responsabilidad ciudadana, para mejorar el futuro de este país solamente se logrará con una participación social activa.
Con afecto para el Padre Isidro Payan.