Opinion

¡Jolines! ¿No os hartáis de pasta?

Manuel Narváez/
Analista

2018-03-22

Los catastrofistas siguen apostándole a generar miedo y desconfianza entre el electorado ante la posible victoria de López Obrador en las elecciones presidenciales del 1 de julio.
La encuesta publicada por El Financiero el jueves 22 de marzo confirma la tendencia y consolidación de mantener la punta de las preferencias electorales hasta el día de los comicios.
La diferencia del puntero (AMLO) que aventaja con el 42 por ciento de la intención de voto, es de 18 puntos porcentuales con relación al segundo lugar, el aspirante José Antonio Meade; de 19 con respecto al tercer lugar, Ricardo Anaya, y de 35 a Margarita Zavala.
Para los inversionistas y grupos económicos estos datos deberían ser analizados con objetividad y dejar de alimentar la amlofobia, o por lo menos disimular la meadefilia. Ellos no pierden en ningún escenario, sea quien resulte victorioso.
Este tema lo traigo a colación a propósito de los supuestos comentarios de los macizos del grupo financiero BBVA Bancomer que vertieron tras la reunión-cena que sostuvieron con el precandidato de Morena.
Según Carlos Loret de Mola, en su columna de El Universal, dio cuenta que en el chat de Whatsapp de algunos consejeros se comentó lo siguiente: “estimados amigos Consejeros: el día de hoy nos hemos reunido los presidentes de Consejo y el Comité de Dirección del Banco (BBVA), primero con Meade por la mañana, y posteriormente cenamos con AMLO. Me encuentro en este momento tomando una copa con casi todos los presidentes asistentes”.
El consenso es homogéneo; ya nos llevó la Chin……ada. Y perdón por la expresión. Salimos HORRORIZADOS del peje. Lo poco o mucho que cada quien pueda hacer para revertir esto, es el momento ahora para hacerlo. Si no, lloraremos como maricas, lo que no supimos defender como hombres.
Desconozco cuál sea el temor o la preocupación real de este grupo financiero, el más fuerte en México. Como mero dato informativo BBVA Bancomer ha obtenido de los mexicanos, del 2014 al 2107 cerca de 152 mil millones de pesos en utilidades de los poco más de 1.8 millones de cuenta-habientes con los que cuenta y de los préstamos a entidades gubernamentales. Son aproximadamente 8,440 millones de dólares que este país le ha dado a los dueños españoles de ese banco; casi la mitad de todas sus ganancias a nivel mundial.
Adicionalmente, dice BBVA Bancomer que invirtió en México durante 2013 más de 3,500 millones de dólares en infraestructura y modernización de sus sistemas. Algunos empleados con los que ocasionalmente platico, aseguran que ciertamente se reacondicionaron sucursales y los centros corporativos. Por otro lado, las condiciones laborales empeoraron al pasar de ser empleados de Bancomer a ser subcontratados a través de los outsourcing cuando BBVA se hizo del anterior banco; de las utilidades, lamentan, compiten con las que reparten las refresqueras y cerveceras.
Pese a los temores infundados, las ventajas que ofrecen las leyes mexicanas y las indulgencias del Gobierno de la República para que operen a discreción y a los casi 2 millones de reclamos ante la Consdusef, BBVA Bancomer no debe sentirse agobiado por lo que pueda suceder en el futuro mediato.
A quienes sí nos ha cargado la chingada es a la clase trabajadora y a la clase media por los elevados costos que pagamos por los servicios bancarios e intereses de los créditos que otorgan. No se diga de los cargos fantasmas que equivalen al 2 por ciento de sus pingües ganancias.
Nosotros los cuentahabientes de BBVA Bancomer (sin salvoconducto para ningún banco) somos los que estamos horrorizados ante la repatriación de miles de millones de dólares a la península ibérica, como si el saqueo en la época virreinal no hubiese sido suficiente para saciar las extravagancias de la corona española, los excesos del franquismo y las corruptelas de la república.
Me cai que ya tengo los cojones negros de tanto soplagaitas que quiere meter las narices en nuestra elección. Este asunto es de mexicanos y sabremos resolverlo. En lo personal me da igual quién gane, porque poco o nada cambiará en el país ya que el gran problema es el sistema de gobierno que prevalece, y del que forma parte López Obrador.
Por lo de las injerencias externas me ofende que quieran darnos vernos como imbéciles o que nos consideren incapaces de distinguir entre lo bueno y lo malo. ¿Acaso nos creen tan ingenuos como para permitir que venga otro a dorarnos la píldora como lo ha hecho Enrique Peña Nieto? Ni de chiste soportaríamos un engaño más, hasta al tigre Toño le faltarían piernas para huir de una nación harta de engaños.

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