Opinion

Ejecución involucra al amigo del gobernador

LA COLUMNA
de El Diario

2018-03-16

• Pierde Sagrado Corazón ovejas del rebaño político
• Esperan en UACJ no decida Javier Corral
• Un chihuahuense en Morena que cae y se levanta

 

Los primeros datos extraoficiales arrojan que los pistoleros iban por el coordinador de ministerios públicos en la zona
norte, Ulises Pacheco. Por posible error ejecutaron a su escolta principal y a otro agente. Iban ambos en el vehículo que usa Ulises y en horario utilizado por él. Son los hechos ocurridos ayer a media tarde en Óscar Flores, casi en la cuchilla con López Mateos.
El dato extraoficial adquiere una relevancia particular. Pacheco es acaso el funcionario de la Fiscalía en la Zona Norte más cercano al gobernador del estado, Javier Corral, y de su hermana Leticia. Es paralelamente un operador político de ambos hacia el interior del Partido Acción Nacional (PAN), así que sus tareas no son de corte solamente policiaco, sino mezclado con la actividad político-partidaria.
Tampoco parece ninguna casualidad que el ataque se haya dado mientras estaba en esta frontera el gobernador Corral.
Esperemos conocer pronto las causas reales del ataque y sean detenidos los sicarios así como el o los autores intelectuales.

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Debemos incluir a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y su sacerdote principal, el padre Celso Flores, entre quienes han sufrido daños colaterales por la ruidosa confrontación entre el régimen estatal panista de Javier Corral y su antecesor encabezado por el cada vez más priista (ratificado por sus dirigencias), César Duarte Jáquez.
Tenía el padre Celso una hermosa congregación que podría denominarse ecuménica alguna ocasión pero siempre políticamente plural. Rojos, verdes, azules... Priistas, panistas, perredistas, Morenos... independientes.
Muy generosos los priistas al momento de sus limosnas, ni se diga en los diezmos anuales y cooperaciones para las clásicas kermeses. La izquierda siempre pensándola dos veces para meter la mano a la bolsa; los panistas ni un peso menos, ni un peso más del compromiso con el Altísimo.
Apellidos como Gutiérrez, Herrera, Andreu, Cuarón, Márquez, Loya Luna, Cuarón Galindo, Cuarón Fernández, Medina, Chávez...
De hace algunos meses para acá el rebaño del padre Flores ha disminuido e indudablemente las aportaciones para esa bonita iglesia ubicada en Constitución y Mejía. Son extrañados los Dozal, algunos Murillo, ni se diga los Medina del clan de Everardo y Armando (el primero más cargado hacia la iglesia protestante de Poncho Murguía pero el grueso de su familia católica), etc.,
Todo se debe, dicen, a la “situación política”. Tal vez regresen cuando concluya el régimen corralista, o probablemente no vuelvan si antes caen en las manos del policía de Corral, el señor fiscal César Augusto Peniche. No hemos sabido que el padre Celso haya pedido orar por los unos y pos los otros, endiabladamente enemigos. Qué paradoja, señor Dios!

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La clase política de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) anda inquieta. No halla su lugar. Son como fronterizos en cambio de horario. Destanteados. A la defensiva algunos, a la ofensiva otros.
Se acerca el momento de la gran decisión por el control de la máxima casa de estudios. Todo mundo entró a etapa de relax y terapias cuando fue definida una integración del Consejo Universitario aparentemente cargado hacia el doctor Ernesto Morán García, cercano a los afectos del gobernador, Javier Corral Jurado, junto con los gemelos Camargo.
El panorama estatal y nacional han venido cambiando desde esa integración. Daban por hecho los protagonistas del relevo en Rectoría programado para agosto que la mano decisoria sería la de Corral.
Al gobernador no le está yendo bien en el plano municipal, tampoco en el plano estatal y mucho menos en el plano nacional. Sus escasos seguidores en la UACJ muestran su preocupación. Enfrentan el dilema de mantenerse en la misma línea o aventar guiños de ojo hacia otros grupos. Los que no son corralistas concluyen que no solamente no están perdidos sino que el reposicionamiento de Morena les representa la oportunidad que están esperando de soñar con la silla de don Ricardo Duarte, el rector, y todo lo que representa.
El activismo de los Perea, de los Loera, de los Constandse, etc., tiene ahí su justificación. No bajaron la guardia, la mantienen arriba, con todo y riesgo de sufrir en cualquier momento algún coscorrón enviado por el autoritarismo de Palacio de Gobierno. Los restauranteros felices, desayunos, comidas, cenas...

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Eso de las siete felices vidas de un gato es una fama aceptada socialmente, aunque no pase de frase accesoria, con frecuencia humorística. Ateniéndonos al dicho podemos decir que entre los seres humanos tenemos a los predestinados con más vidas que las siete adjudicadas a los ladinamente tiernos mininos y mininas.
Por ejemplo el chihuahuense, Juan Iván Peña Néder. Ha sido rico, pobre, nuevamente rico... Ha estado en la cárcel, salido, regresado y de nuevo afuera. Empezó en su ciudad natal Chihuahua como priista, se siguió como perredista... Ultraderecha, centro, derecha, izquierda, ultra izquierda. Señor de señores en el manejo de casinos.
Hoy anda en Morena. Algunas fuerzas de ese partido lo han rechazado con todas sus fuerzas. Dos divorcios con cárcel de por medio. El anticristo aún para los liberales Pejeadictos. Otras fuerzas de ese mismo partido lo protegen al grado que van ganando la partida. Quienes lo rechazan consiguieron evitar que la comisión de honor y justicia resolviera la negativa para evitar su afiliación pero Peña Néder sacó la casta, o su enésima vida, y se ha hecho indispensable con... sí señoras, señores!!!... las redes progresistas.
Habrán deducido nuestros estimados lectores que el chihuahuense no fue aceptado en las famosas redes ciudadanas de Morena pero armó sus redes progresistas, le fueron aceptadas y batea desde ahí con puro home run. Usemos la palabra de mayor moda por hoy, Juan Iván es un político-empresario resiliente, con más vidas que un gato retozón de luna llena...

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La presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, debió modificar su bitácora de vuelo para este fin de semana. Vendría a Ciudad Juárez para finiquitar todos los pendientes electorales pero su jefe Andrés Manuel López Obrador la urgió a trasladarse a Guanajuato, donde Morena anda considerablemente achacoso. Juárez puede esperar, concluyeron; sus operadores marchan como tarahumaras en ultra maratones convencidos que alcanzarán a los velocistas independientes.
Yeidckol nomás retrasó su gira por Juárez una semana. Viene el próximo fin.

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