Opinion

Buscan ganar Chihuahua para alcanzar Los Pinos

LA COLUMNA
de El Diario

2018-02-10

Los dos últimos sondeos de la ahora afamada casa encuestadora Massive Caller presentaron el primero de febrero 34 por ciento de intención de voto para el PAN-PRD-MC, 17 para los independientes; 16 para Morena-PES y PT, y 10 por ciento para el PRI-Verde-Panal. Una semana después, el ocho de febrero, el resultado marcó casi 32 para el PAN y sus aliados, casi 21 para Morena y su coalición, 16 para el PRI-Verde-Panal y el ocho para los independientes.
Es la intención de voto de los chihua-huenses rumbo al Senado de la República. De una semana a otra la preferencia por el blanquiazul bajó dos puntos, Morena subió cinco puntos y el tricolor ascendió seis puntos. Entre el segundo lugar y el primero son once puntos de diferencia y solamente cinco entre el tercero y el segundo. Chihuahua se pone interesante.
Muy ilustrativos esos datos sobre el mapa político-electoral chihuahuense justo en los momentos que las distintas siglas partidarias terminaban por definir sus correspondientes candidaturas hacia la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Los tricolores presentaron como fórmula de candidatos al exgobernador, José Reyes Baeza, en el primer lugar; en el segundo a la cetemista experta en el chapulineo, Georgina Zapata. Morena y sus socios electorales habían definido a Bertha Caraveo para el número uno, así como al exdirigente estatal y exdiputado panista, Cruz Pérez Cuéllar, en el segundo. Los blanquiazules presentaron el viernes como su primero en la fórmula al aristócrata metido a político, Gustavo Madero. Dejaron el segundo lugar a una mujer de larga lucha partidaria, exdiputada y exfuncionaria estatal, Rocío Reza Gallegos.
Será Chihuahua la Presidencia de la República para las tres principales fuerzas competidoras. Por eso Javier Corral se siente presidente y después gobernador; tanto así que presentó su primer informe en la ciudad de Chihuahua y Ciudad Juárez, pero dejó plantados a los ciudadanos de Parral, Guachochi y Nuevo Casas Grandes, donde hubo fechas programadas para eventos similares. Prefirió la guerra mediática nacional. En Delicias fue también un fiasco con la transmisión suspendida porque no contemplaron los tiempos oficiales electorales.
Reyes Baeza tiene la expectativa de alcanzar el primer lugar porque a su paso por el FOVISSSTE e ISSSTE armó cuadros y dejó el escenario preparado para mantenerse en la política nacional independientemente si gana o pierde su candidato presidencial, José Antonio Meade. Hasta ahora no es el abanderado presidencial ningún plus para las campañas locales aunque tendrá 90 días de campaña abierta en pos del milagro.
Queda en el aire la duda sobre los dilemas que arrastra el político deliciense. Analistas nacionales han validado lo informado en esta columna sobre el hombro que le puso a Javier Corral para que ganara la gubernatura.
El exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y el propio exgobernador Reyes armaron importantes operativos en el 2016 para impedir que César Duarte se saliera con la suya de convertir a Enrique Serrano en gobernador y mantener de esa manera el poder transexenal.
Con el arribo de Gustavo Madero como candidato del PAN queda ratificado que tanto el mega empresario como el gobernador Corral no tienen planes de perder, no les conviene perder en su obstinación por salir del aldeanismo para regresar uno a la delirante burguesía de la política nacional y el otro a retomar los negocios por todo el territorio del país.
En ese punto entonces la sociedad pudo haber finiquitado con Reyes. El nuevo entendimiento deberán buscarlo los sabuesos panistas y priistas en operaciones por regidurías, sindicaturas, alcaldías e indudablemente diputaciones locales.
Reyes Baeza no aceptó a su partido el segundo lugar en la fórmula, debió intervenir el presidente Peña Nieto para ratificarlo cuando lo había tumbado Enrique Serrano, así que tampoco admitirá una negociación con el corralismo para dejarse ganar el primer lugar.
Indiscutiblemente Reyes Baeza es buen candidato, a muchas millas mejor candidato que Madero Muñoz. Ha ganado por terracería diputación, alcaldía y gubernatura. Tomará en los hechos la dirección estatal de su partido, golpeada ahora por todos los flancos y prácticamente por todas las facciones internas. Le han roto todos los huesos a Omar Bazán, nomás falta que lo tiren de la nominación pluri.
Madero sumará a sus propias debilidades como candidato –elitista y antipolítico hasta la médula– al Peña Nieto que tiene Acción Nacional en la gubernatura. En el escenario de una derrota para Meade, el 50 por ciento será provocada por su personalidad nada popular y el otro 50 por los caudales de memes anti Presidente de la República.
Es similar la situación para el postulado panista al Senado. Ha querido copiar a “El Bronco” pero su vocabulario entre “la raza” no ha superado expresiones como  “bato” y “no la chinguen”. Tampoco es de los que sacrifican un peso para campañas electorales. Y más fuerte que todo esto es la calificación de cuatro que arrastra el gobernador Corral entre los chihuahuenses. Peña se ha mantenido en aproximadamente un tres, el gobernador no ha ido más allá de cuatro y medio. Deberá Madero ocultar el nombre de Corral para pedir el voto.
La carga de esa campaña deberá ser llevada por la candidata en la segunda fórmula, Rocío Reza, y por la estructura del Gobierno estatal que entre sus obstáculos para operar, aparte de las legales, estará justo la falta de carisma de Gustavo aun entre el panismo y entre el sector de la izquierda que acompaña al nuevo amanecer. Los de “la opción preferencial por los pobres” ubicados en la Secretaría de Desarrollo Social, Educación y pequeños brotes en el Poder Judicial tienen definida la preferencia por Morena. Son activistas de Andrés Manuel López Obrador.

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Analizados detenidamente los números que presentamos en el primer párrafo de esta entrega, de manera alguna Morena con su PES y PT están fuera de competencia. Su 21 por ciento al salir del arrancadero hacia el primer domingo de julio es más que respetable.
Resulta evidente que en este caso la marca relacionada con el candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, es la que ha conseguido ese importante posicionamiento. Nominada en el primer lugar de la fórmula correspondiente, Bertha Caraveo, consiguió la postulación por un equívoco en la realización de la encuesta previa, fue confundida con la activista social juarense, Victoria Caraveo. Queremos decir que es desconocida. Su solo nombre no dice ni dirá nada a la “clientela” electoral.
Pérez Cuéllar en el segundo lugar del binomio será quien sostenga la campaña por ambos. Ganó la encuesta interna por su larga trayectoria en las filas blanquiazules y también por su paso como candidato a gobernador del Movimiento Ciudadano en el 2016. Es hábil para el manejo territorial.
Pero el más interesado en ganar Chihua-hua ha sido el propio abanderado presidencial López Obrador. Ha repetido giras al estado con frecuencia porque busca evitar la derrota aunque sea por pocos votos en los lugares más apartados de la entidad como ocurrió en 2006. Todo su equipo trabaja desde ahora contra las “casillas zapato”, aquellas donde los partidos medianos y pequeños no inscriben representante y por lo regular el PAN y el PRI se sirven generosamente todos los votos.
Para el tabasqueño entonces Chihua-hua también representa la Presidencia de la República. Su presencia y su movimiento son ahora abismalmente distintos a como fueron en sus dos campañas anteriores.
Cabe anotar un dato estadístico importante. En la historia electoral reciente de la entidad, quien gana la Presidencia invariablemente gana las senadurías. Repetimos, en el estado por ahora la intención de voto en favor de Morena va en el 21 por ciento pero a nivel nacional sigue encabezando el primer lugar con 12 y hasta 14 puntos de diferencia arriba del segundo lugar, el panista Ricardo Anaya.
De esa manera es que Chihuahua vivirá un proceso electoral singular hacia el Senado, con persistentes miras hacia Los Pinos entre los principales competidores. 

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