Opinion

Entre partidos políticos e independientes

Sergio Pacheco González/
Analista

2018-01-29

Fenómenos novedosos presenta el proceso electoral en marcha. Presidentes municipales con licencia, en búsqueda de una nueva candidatura para el mismo puesto, sustentados en la figura de candidatos sin partido político, condición formal que en la práctica parece haber sido rebasada, tal y como se observa con la configuración, en el municipio de Juárez, de las candidaturas independientes a las nueve diputaciones locales, así como la correspondiente a la Sindicatura.
Si bien el conglomerado de candidatas y candidatos independientes no constituyen un partido político, de acuerdo con lo dispuesto por la legislación respectiva, en tanto carecen en conjunto de personalidad jurídica y patrimonio propios, poseen otros atributos que les asemejan. Entre ellos, la presunción de que comparten una concepción sobre lo que es y ha sido la política partidaria, así como una perspectiva sobre la oportunidad y/o necesidad que representa participar en la contienda política electoral a fin de lograr lo que los otros no han hecho. En términos generales, comparten ideas y objetivos, si bien no cuentan con una organización formal. 
Las desafecciones de militantes del PRI, así como sus declaraciones, corroboran el nivel de conflicto que prevalece en el instituto político, y como se había indicado en diversas fuentes, la participación de ciertos sectores de este a favor del entonces candidato independiente. La declinación del exgobernador Patricio Martínez a su precandidatura al gobierno del municipio de Chihuahua, es otro indicio de la compleja situación que prevalece en ese entorno partidario.
La disputa por la presidencia de la república es un factor que influye de manera directa en la definición de las candidaturas locales y federales, por lo que las pretensiones de los grupos locales se encuentran en un proceso de negociación con las dirigencias locales, estatales y nacionales, situación que se complejiza por las exigencias que imponen los respectivos acuerdos de coalición.
En este sentido, es en las candidaturas independientes donde la certidumbre es mayor. El candidato a presidente municipal, de acuerdo con los datos publicados en la página del Instituto Estatal Electoral (IEE), contaba con 73 mil 197 firmas al 26 de enero, con corte a las 18:11 horas, lo que significa 236.1 por ciento de las que requiere para obtener la candidatura, si bien todavía deben ser validadas por IEE. Además, como señala Gabriela Minjáres en nota de El Diario de Juárez (27 de enero, p. 8A): “Todos los aspirantes a candidatos independientes para las diputaciones locales que ya alcanzaron la cantidad de apoyo ciudadano son los que están adheridos al proyecto político de Cabada”.
En este escenario y con los reacomodos que se presentan al interior de y entre partidos políticos, éstos se encuentran cuesta arriba en sus pretensiones y con dificultades para ofrecer una propuesta atractiva a la ciudadanía. Como ya se ha expresado, incluso atenerse a su militancia y al voto duro que ésta puede representar, no constituye una garantía, máxime cuando algunas y algunos candidatos tienen de origen otra filiación política partidaria y/o se perciben ajenas(os) por la militancia.
Una relativa ventaja podrá tener aquella coalición electoral que logre posicionar a su candidato a la Presidencia de la República, lo que podría significar atraer votos para sus partidos en el ámbito local y aún el federal, sobre todo si consiguen evidenciar que no será sencillo materializar sus propuestas sin el apoyo de los diputados y senadores electos al Congreso.
En esta elección, la probable y los probables candidatos independientes a la Presidencia no parecen tener la capacidad necesaria para influir en el resultado del proceso electoral local, como podrán tenerlo en el federal, al favorecer la dispersión del voto por la Presidencia.
Desde una perspectiva democrática, lo que se observa es una contienda electoral que puede ser sumamente competitiva, si los partidos políticos son capaces de plantear propuestas sustentadas, creíbles y cercanas a las necesidades de la ciudadanía. Son, y deben de entenderlo así, oposición de un precandidato sin partido formal, que gobierna en el municipio y que ha visto refrendado el apoyo de las ciudadanas y los ciudadanos, quienes le quieren y tendrán nuevamente como su candidato a la Presidencia Municipal.
En perspectiva, nos encontramos ante la oportunidad de vivir un proceso electoral del que todas y todos podemos salir beneficiados. Ejercer la responsabilidad que nos corresponde es el reto.

sergio.pacheco@uacj.mx

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