Opinion

Emilio Gamboa y el zafarrancho en Juárez

LA COLUMNA
de El Diario

2018-01-20

Merecen crédito el aplomo y la perseverancia del duartismo. No ha sido doblado este grupo ni por el  exgobernador en fuga ni por decena y media de sus exfuncionarios y amigos encarcelados, varios de ellos ya sentenciados. Han cobrado plena vigencia con Adriana Terrazas Porras como candidata del PRI a la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez.
Esa postulación terminó por sacudir la frágil unidad pretendida en la víspera para el tricolor fronterizo por los dirigentes estatal y municipal del Revolucionario Institucional, Omar Bazán Flores y Óscar Nieto.
Dieron ellos parte de la justificación creando a modo listas de candidatos a diputados federales, locales y la fórmula de abanderados al Senado de la República. La puntilla, el craso error, anotarse Bazán en el primer lugar de la lista plurinominal local sin haber concluido el resto del proceso. Alimento para su enemiga notoriamente declarada, la senadora Lilia Merodio Reza, unida esta vez al duartismo mediante Adriana.
El zafarrancho de nombres a las candidaturas que subieron y bajaron entre jueves y viernes, incluido el del exrector Jorge Quintana Silveyra para la Alcaldía de Juárez, tuvo su origen en la operación desde la Ciudad de México del más duartista del duartismo, Emilio Gamboa Patrón, y sin duda el propio exgobernador Duarte. Enrique Serrano el enlace.
Tenemos información fiable sobre las comunicaciones entabladas por el jefe del PRI en el Senado de la República y el dirigente nacional de su partido, Enrique Ochoa, tanto para prestar oídos a Serrano como abrir la puerta a Terrazas. Funcionó la presión. Obtuvieron la nominación a la Alcaldía, y en el río revuelto otras candidaturas.
Debe decirse que si bien ha resultado ese proceso una demostración de fuerza por parte del duartismo (no por nada los frecuentes arrebatos biliares, coléricos, de Corral al seguir viendo desocupada la celda reservada especialmente para el exgobernador) tampoco es ninguna cereza del pastel ni mucho menos joya de la corona.
Esa nominación fue desechada por la diputada local, Adriana Fuentes. Debía ser la postulación para mujer, se dijo. Fue ella la primera perfilada como principal contendiente para enfrentar el poderío del independiente Armando Cabada.
La legisladora jugó con espacios, tiempos y situaciones personales. Su relación con el candidato presidencial, José Antonio Meade, la esperanzó en la nominación para el Senado; después quiso reservar lugar en la Cámara de Diputados. Reyes Baeza le dedicó horas de cena en su residencia de Juárez para disuadirla. Se acabó el tiempo. Acabó con el tiempo.  “Cedió” y “operó” para que el grupo que la impulsaba llamara para la Alcaldía a Quintana, a sabiendas que la obligación de la paridad de género obligaba a mujer si en Chihuahua sería hombre, Patricio Martínez o Alejandro Domínguez. Prevalecieron los intereses comunes de las familias Cabada-Fuentes, argumentaron desalentados los baecistas.
Fue incluida en el estira y afloja Nora Elena Yu. Experta para los números, de inmediato echó sumas y restas. Tardó menos que el vuelo de una mosca para responder categóricamente su negativa.
El factor Cabada es tomado bastante en serio, más en momentos que sus independientes arrasan con las firmas hacia la elección de diputados y reelección de Alcaldía. Y todavía el Plan Estratégico calificándolo con más de un siete. Ir al matadero no es vocación de Nora.

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Hoy podrá el duartismo jactarse de haber obtenido la candidatura para Adriana Terrazas. Habrá qué ver cómo conduce la campaña electoral frente a los independientes juarenses con los que hubo vasos comunicantes en el 2016 para instalar más lápidas de las necesarias a la candidatura de “Teto” Murguía.
El problema mayor de Terrazas y su equipo lo tendrá hacia el interior mismo del Revolucionario Institucional. Hay agravios imperdonables entre el exgobernador Duarte, el virtual candidato en primera fórmula al Senado, José Reyes Baeza y la senadora, Graciela Ortiz, ambos operadores del PRI en el estado a través de Omar Bazán.
Hasta las sorpresas son posibles en la misma candidatura al Senado. De ninguna manera le conviene al duartismo mayor empoderamiento de Reyes. Junto al exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, lo consideran pieza sustancial en el triunfo de Javier Corral por la gubernatura.
Tendrá entonces Adriana que asumir la campaña con sus propios recursos económicos y humanos. Serán ingenuos ella y Serrano si esperan de su partido más apoyo que el indispensable para tapar el ojo al macho.
Nada contento ha quedado el baecismo con la actual situación en Juárez. La candidatura a la Alcaldía es el golpe menos grave. Más delicado es todavía que haya sido desbaratado un plan trabajado con bastante tiempo para tratar de recuperar al menos la mayoría de las diputaciones.
La gresca ha propiciado inclusive fugas de personajes importantes para el tricolor fronterizo como el expresidente municipal, Javier González Mocken y la completa desconexión del exdiputado y exdirigente del PRI municipal, Antonio Andreu Rodríguez.  Vendrán más.
La de Laura Domínguez no es considerada baja relevante porque tenía mucho tiempo colaborando con el equipo de Cabada y con la alcaldesa panista de Chihuahua, Maru Campos. De ahí la certeza de Javier Corral sobre la sintonía entre dichas autoridades municipales y el exgobernador prófugo.
González Mocken sí duele al tricolor tanto porque ha resultado de los mejor evaluados entre las correspondientes encuestas llevadas a cabo y porque es altamente posible que aparezca en las filas de Morena como su abanderado justo por la Presidencia Municipal.
Enviados nacionales de Morena intensificaron las comunicaciones con el exalcalde priista durante jueves, viernes y sábado, tras conocer su renuncia al Revolucionario Institucional. Entre este domingo y mañana deberá quedar definida la postura, dijo el propio Mocken a esta columna.
Al exedil sin duda se unirían importantes figuras del priismo que forman parte de un equipo compartido con los duartistas durante los meses que suplió a Serrano en la Presidencia Municipal. También está muy cerca de las barras de abogados y de la comunidad universitaria. Es un golpe fuerte al tricolor.
Indirectamente ese también es con cargo a las maniobras llevadas a cabo por Enrique Serrano y su impensable dupla con Lilia Merodio. Ella arrebató en el 2012 la candidatura al Senado que César Duarte y Emilio Gamboa trabajaron con entusiasmo para Serrano. En política los odios ni las reconciliaciones son para siempre. Son señoras desconocidas la verticalidad y la congruencia.
La pelea en Juárez sin duda tendrá también otras repercusiones en el centro de la República. Si Gamboa y Duarte pudieron cambiar la decisión por la Alcaldía, igualmente buscarán tumbar la fórmula encabezada por Reyes al Senado y todas las decisiones que sean de su interés en Chihuahua. Ya probaron que pueden poner en jaque al dirigente estatal priista, a su operador en el municipal fronterizo y a todo el estado.
Es de pronósticos reservados el nuevo encontronazo. Baeza no es un enemigo pequeño, menos ahora en su alianza con Graciela Ortiz, una mujer de cálculo e inteligencia política extraordinaria.

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