Opinion

En Chihuahua al PRI le llueve sobre mojado

Javier Cuéllar Moreno/
Analista político

2018-01-06

Es cierto que al interior del PRI en el estado de Chihuahua se están viviendo tiempos difíciles debido a que las acciones político-penales del gobernador Javier Corral Jurado lo tienen técnicamente noqueado.
Con algunos de sus dirigentes en franca huida preventiva, comenzando con su exlíder, César Duarte Jáquez, la situación es un tanto cuanto desesperada porque los tiempos para seleccionar candidatos se están acortando y no se ven liderazgos que puedan garantizarles un triunfo electoral respetable.
Tal vez por esta mala racha política es por lo que ha surgido una débil corriente que propone a la profesora Adriana Terrazas para contender por la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez, pero la mayoría de la gente no le ve zancas para jinete y enfrentar con éxito a los que serían sus opositores.
Sería prácticamente imposible que pudiera arañarle siquiera la montura a fenómenos políticos como Armando Cabada Alvídrez, ni tan siquiera a Alejandra de la Vega que sería su natural contrincante partidista.
A juicio de muchos analistas políticos, el candidato más viable del PRI a la presidencia municipal de Ciudad Juárez es Javier González Mocken. Es uno de los pocos sobrevivientes del pasado reciente del partido tricolor que no trae tras de sí una orden de aprehensión.
Si lo que se quiere es una competencia de capitales pues entonces la candidata natural al interior del PRI sería Adriana Fuentes pero dudo mucho que los grandes empresarios ligados al partido tricolor quieran exponer sus dineros en una campaña política contra el candidato independiente. No está el horno para bollos. Ya han perdido mucho dinero con el duartismo que ahora se encuentra prófugo.
Habrá que esperar al 2021 para ver si se compone un poco la situación. Por ahora es necesario ser prudentes y sólo apostarle al residuo de voto duro que aún les queda en el PRI para concursar por las posiciones plurinominales de retirada según lo ha hecho la señora Lilia Merodio, que nos informan está pugnando por negociar una posición plurinominal en pos de una diputación más tranquila y sin necesidad de invertir grandes capitales, tan solo la presencia linda.
Lo mismo sucede en la gran mayoría de las candidaturas a las presidencias municipales de los 65 municipios de las poblaciones serranas restantes, donde el PRI no encuentra candidatos que pudieran ganarle a la apabullante presencia del gobernador Javier Corral Jurado que, si no puede ganar la mayoría en el Congreso, le está apostando a barrer con las presidencias municipales pequeñas pero montoneras, porque al final de cuentas bien nos dijo Benjamín Franklin: “Muchos pocos hacen un mucho.” Y esas pequeñas alcaldías no son muy grandes pero son muchas y pueden acumular entre todas un buen factor de peso político nada despreciable en estos tiempos de vacas flacas. Ya las quisiera el PRI para un domingo.

Presagios de tormenta

Para acabarla de amolar, la revista Proceso acaba de publicar su número 2148 que trae la fotografía del gobernador Javier Corral en la portada en una actitud enojado y preocupado. Contiene el artículo principal denominado “La narco-política corroe a Chihuahua” en el que se contiene un ataque toral a la estructura priísta en los municipios serranos del estado que harán muy difícil para el partido tricolor posicionar candidatos medianamente triunfadores.
Da la apariencia que al PRI le está lloviendo sobre mojado y que muchos de sus liderazgos tendrán que venir a rentar casa en la ciudad de El Paso, Texas. De hecho son tantos que ya pueden formar una colonia de exiliados del duartismo en la vecina ciudad, con club social, equipo de futbol y toda la cosa.

Los independientes no han rebasado sus fronteras

Desgraciadamente para el movimiento oposicionista independiente de Armando Cabada y Alfredo Lozoya, no han podido calar mucho más allá de sus zonas de influencia directa que son Parral y Ciudad Juárez. Carecen de la estructura territorial para hacerlo. Tendrán que conformarse con el hecho de consolidar su influencia regional inmediata en espera de que su movimiento cuaje y trascienda para el 2021 y dar la gran batalla por la gubernatura. Después de ganar las próximas elecciones tendrán que trabajar mucho en ese sentido si es que quieren hacer un papel más que decoroso en el 2021.
A ese respecto, la especulación política afecta la campaña presidencial federal pues muchos consideran que el candidato del frente oposicionista PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, tiene muchas posibilidades de ganar la Presidencia de la República si hacemos la contabilidad sobre los casi 60 millones de mexicanos sobre los cuales actualmente gobiernan estructuras emanadas de dichos partidos.
Si el voto fuera lineal y esos gobiernos hubieran funcionado bien, la cosa ya estaría hecha y con Ricardo Anaya en la Presidencia. Es un hecho que todo se compondría para el gobernador Javier Corral Jurado que, con el apoyo decidido del Gobierno federal, podría componer mucho su imagen que actualmente anda un poco aporreada.
De aquí al 2021 quedan tres años muy buenos que todos los políticos y empresarios chihuahuenses deben aprovechar. Las cosas se van a poner interesantes. Este grupo de políticos empresariales coaligados con el corralismo se están animando a poner toda la carne al asador para darle a los priístas un golpe contundente que los remate y que posicione al PAN durante los próximos años.
Es lamentable que la corriente priísta del duartismo haya tenido tan poca visión a futuro. Casi exterminó a todas las demás corrientes que subsistían al inicio del sexenio de César Duarte.
Con ellos de principio ganó el PRI, pero parecía que había ganado otro partido de enemistad feroz e intransigente para con todos. Ahora ahí están las consecuencias. El priismo está en peligro de extinción total en el estado, Javier Corral sólo ha sido una especie de sepulturero, pero no fue él quien exterminó al PRI, fue el duartismo egoísta e intolerante y además corrupto quien lo hizo.

La violencia arrecia en Chihuahua

Con una racha de violencia asesina que en la primera semana del 2018 ha cobrado una veintena de vidas mal comienza para los chihuahuenses; en especial para los juarenses, el año nuevo 2018.
Definitivamente el restablecimiento de la paz y la seguridad pública será el tema de todas las campañas políticas. Habrán de proponerle y prometerle a la ciudadanía sendos planes para lograr ese objetivo.
Hablar de otras cosas se vería un tanto desfasado de nuestra realidad pues la gente no quiere vivir otra época como la que pasamos durante el calderonismo. El baño de sangre que está sufriendo la población ya es muy considerable. Muchos temen que ese periodo de violencia se encuentre de nueva cuenta entre nosotros a la vuelta de la esquina.
De hecho ese ha sido el talón de Aquiles del régimen del gobernador Javier Corral Jurado que de muchas maneras no ha encontrado la fórmula para contener la violencia asesina y en general la ola de criminalidad que se ha desatado nuevamente en la entidad desde que comenzó su sexenio.
A la falta de recursos económicos se le ha sumado la ausencia de planes medianamente definidos para pacificar todo el estado que, como bien lo dijo el secretario de Gobernación Osorio Chong, “se nos descompuso Chihuahua,” con mucho que el Gobierno federal también ha fracasado en la solución de este problema aunque en la percepción generalizada se piense que este asunto de la criminalidad es competencia primaria del Gobierno del Estado.
El problema no es de los gobiernos municipales porque es fácil advertir que todo el estado se encuentra bajo la férula de los malandros; muy especialmente en la sierra donde comunidades, que siempre se habían caracterizado por gozar de una calma chicha y provinciana, ahora técnicamente se encuentran bajo fuego.
Desgraciadamente serán muy pocos los políticos que no caigan en la tentación de arrojar sobre las espaldas del gobernador del nuevo amanecer la mayor parte de la responsabilidad de esta altísima criminalidad. Será una bandera tentadora para dejarla de lado.

yatrogenia@hotmail.com

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