Opinion

Una papa a la vez

Oscar Fidencio Ibáñez Hernández/
Académico

2018-01-05

En una de las múltiples celebraciones familiares de esta temporada, uno de mis sobrinos de 14 años resumió la mejor manera de hacer el puré de papa: “una papa a la vez”. Y quizá esa sea la mejor manera de afrontar el inicio de año, o para ser más preciso, el inicio de cualquier etapa de la vida en la que intentemos plantearnos metas o proyectos.
Es común para mucha gente hacerse una serie de propósitos al iniciar el año, con el previsible resultado de fallar en la mayoría de ellos precisamente por la cantidad y a veces dispersión de objetivos, por ello es recomendable empezar con uno a la vez.
En estas mismas fechas tuve oportunidad de compartir inquietudes sobre la innovación y el desarrollo de capacidades tecnológicas y culturales en Chihuahua para mejorar nuestra convivencia, nuestra economía y en general la calidad de vida de los chihuahuenses, con un destacado ingeniero y empresario chihuahuense que está creando productos innovadores con ingeniería local.
Su principal consejo para pasar de la teoría a la práctica en materia de innovación es seleccionar un problema y empezar a dar pasos para resolverlo, en ese momento puede uno pasar de las palabras a los hechos, y eso mismo sucede con los buenos propósitos de año nuevo, si uno no empieza a trabajar en uno de ellos de manera concreta, es muy probable que no logremos avanzar más allá del primer mes del año, en el mejor de los casos.
Por supuesto que las metas planteadas pueden ser en muchos ámbitos: en las relaciones interpersonales y familiares, en lo profesional, en lo físico, en lo económico, en lo académico, o en cualquier otra cosa en que queramos mejorar; independientemente del tema o temas seleccionado(s), para lograrlo hay que trabajar primero en cambiar alguna actitud o hábito personal que nos lleve a una situación diferente. Nuevamente, la clave está en empezar con una cosa a la vez.
Como sociedad también podemos plantearnos algunos propósitos de año nuevo, intentar modificar el estado de cosas de nuestro entorno, cambiando algunas actitudes o prácticas que estamos acostumbrados a realizar, y que las seguimos haciendo “porque así se ha hecho siempre”.
A manera de ejemplo quiero referirme a la actitud diferente que podemos asumir frente a las elecciones de este año. Tradicionalmente esperamos a que los candidatos hagan propuestas y nos bombardeen de propaganda para conseguir el voto; sería muy saludable que en esta ocasión nosotros trabajáramos en definir los problemas prioritarios y plantear las posibles soluciones a los mismos, de tal manera que, en nuestro encuentro con candidatos, los condicionáramos a atender las prioridades con nuestras propuestas o con otras mejores, en lugar de aceptar pasivamente las ocurrencias de los políticos.
Así como en lo personal es necesario empezar por hacer cosas diferentes para lograr un propósito, en la sociedad es necesario que haya líderes que hagan cosas diferentes, que inviten a otras personas a seleccionar prioridades y posibles soluciones, de otra manera, la apatía ciudadana se mantendrá y los candidatos podrán basar su propuesta en mercadotecnia o en simplezas, que no resolverán los problemas de la comunidad.
En materia de infraestructura, en Juárez llevamos años pavimentando o tapando baches a sabiendas de que en las siguientes lluvias se volverá a abrir el pavimento y de que los costos para los automovilistas, las personas, las empresas y la infraestructura urbana son enormes. Cada año, miles de personas se ven afectados por las inundaciones repentinas, y ninguna autoridad asume la tarea de iniciar las obras de contención necesarias para evitar inundaciones y aprovechar el agua de lluvia para beneficio regional.
Es necesario innovar para solucionar este problema que requiere además de propuestas novedosas, muchas obras e inversión; como todo lo demás, es necesario iniciar con “una papa a la vez”, esto es, cambiar el destino de las inversiones tradicionales de relumbrón, para en su lugar construir o reforzar un dique que puede salvar vidas; esta es la mejor manera de empezar a resolver un problema local que lleva años, y que puede mejorar la seguridad, la calidad de vida y la competitividad de nuestra ciudad.

acuavita@gmail.com

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