Carlos Irigoyen/
Analista
“Si arrastré por este mundo, la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser, bajo el ala del sombrero, cuantas veces embozada, una lagrima asomada ya no pude contener”. Carlos Gardel, del tango Cuesta Abajo.
Esta es mi ciudad, el espacio que igual me ha quitado de forma violenta o natural a una parte de mi familia pero que me ofrece el encanto de una nevada, majestuosidad del poder del viento, perfección de sus atardeceres, un día lluvioso con un arcoíris espectacular, y por supuesto; su intenso calor; todo pagado con un mismo boleto y para el mismo día.
Tu nacimiento, ¿1598 o 1659? ¿Cómo habrá sido aquella vida de los Piros y los Mansos?¿Juan de Oñate o Fray García de San Francisco? Los vericuetos de tu historia son tan entramados como la más polémica novela; has sido sede presidencial hasta tribuna papal para el tema de la migración, un factor indisoluble de tu sociedad; encarnas el lema de nuestro estado, “lealtad, valentía y hospitalidad”.
Cuna del movimiento revolucionario, testigo de la “cojonuda” acción militar de Pancho Villa que desobedeciendo a Madero tomó Juárez; vestigio de la primera reunión entre presidentes de Estados Unidos y México; Taft y Diaz que vivirían una recepción al estilo francés; el “oui” para recibir al “yes”. Paradojas de la vida, Don Porfirio después se iría a Francia no sin antes haber dejado nuestra ciudad como una de las mas modernas del país, una zona de libre comercio durante algunos años, adelantos tecnológicos y bajo el nombre de Ciudad Juárez honrando a Benito Juárez que estableció su presidencia aquí en la frontera huyendo de…los franceses.
Y después de la revolución, surgiste como la ciudad del entretenimiento al ser aprobada en Estados Unidos la ley Volstead que no permitía el consumo de alcohol allá; pero que en nuestra ciudad sí lo podían consumir. Has visto tres lunes negros; el de 1929, 1987 y 2105. Terrible el cisma que padeciste por el ataque a las Torres Gemelas en 2001 y que cambio para siempre tu forma de vida fronteriza.
Supiste de agricultura siendo una región árida, tu algodón compitió con Egipto por ser el mejor del mundo en calidad; de ahí se puede explicar la inolvidable Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar, “los cebolleros”.
Pasada la segunda guerra mundial, te volviste una vez más la meca del entretenimiento. Estabas destinada a ser “Las Vegas” de la región, bares, restaurantes, cabarets y la industria del divorcio exprés; sinónimos de festividad y jolgorio hasta que llegó la modificación de la Ley de Población en los 60’s y ahí se acabó como la vocación primaria el entretenimiento y dio paso a la maquiladora; la industria que te hizo ser pionera a nivel mundial en ese rubro, tu atractividad como polo de desarrollo dio cabida a los grandes movimientos de migración y para todos hasta hoy has tenido cabida.
Me encantaría decirte, querida ciudad feliz cumpleaños; pero también perdón por tanta corrupción, desunión, frialdad, apatía, burla, violencia, inseguridad tanta negatividad que te tienen tan mal posicionada a nivel global; si supieran lo noble que eres, por generar muchas oportunidades de desarrollo personal y profesional.
Hoy más que nunca debemos enfocarnos a reconstruirte para el futuro, comprometernos a reinventarte y evolucionarte de ser una economía postindustrial a generadora del conocimiento. Dejar que seas la ciudad de los diagnósticos y la planeación para ejecutar los programas que contribuyan a tu revitalización social, política y económica, tus habitantes sabemos cómo crear abundancia con muy pocos recursos, somos muy entrones y decididos.
Te deseo que encuentres una academia con proyectos sólidos, dispuesta a engrandecerte, compartir su talento y ponerlo al servicio de los juarenses de cualquier edad. Un empresariado que sepa darte la oportunidad de ofrecer productos y servicios que incrementen la calidad de vida de la frontera y que encuentren en su actividad una rentabilidad en pago a su riesgo de inversión. Un gobierno plenamente consciente y con el talento necesario para crearte condiciones de seguridad, un combate eficaz a la corrupción, así como un plan estratégico para tu desarrollo en el presente y el futuro, honrando tu pasado.
Finalmente, una sociedad que se involucre más en un futuro brillante para ti, que trabaje con diligencia el presente y deje de estar añorando el pasado que ya no volverá. Una sociedad comprometida, unida, resiliente e inspiradora.
Feliz cumpleaños bendita tierra juarense.
cirigoyen@itesm.mx