Opinion

La calentura por hacerla presidenta

LA COLUMNA
de El Diario

2017-12-02

Bajo la superficie corre impetuoso el activismo ordenado por el gobernador, Javier Corral Jurado, para convertir primero en candidata y después en alcaldesa a la dueña de sus máximas expresiones de reconocimiento y afecto en su gabinete, Alejandra de la Vega, la secretaria de Innovación y Desarrollo Económico que lo mismo aparece al lado del mandatario en un evento social, en una gira internacional o corriendo kilómetros de la liberación.
No tenemos registro público de una sola manifestación dicha por el gobernador que hable de su delfina como abanderada de Acción Nacional –o de la coalición respectiva–, hacia el despacho que ocupa hoy el independiente, Armando Cabada Alvídrez. Ejecuta la instrucción respectiva Jorge Espinoza Cortés, presidente del Comité Municipal del PAN; el dirigente del mismo partido en el estado, Fernando Álvarez Monge; la vicegobernadora, Lety Corral, y un grupo de jóvenes de alto desempeño académico y operativo que se han dado en autollamar el G-20.
Álvarez fue objetado en una reunión con integrantes del Comité Municipal panista llevada a cabo recientemente por “bajar la orden” a sus integrantes en el sentido de impulsar el nombre de la empresaria dueña del equipo de futbol Bravos y múltiples tiendas de conveniencia.
Osvaldo Martínez, administrador del blanquiazul en la frontera pidió al menos cuidar las formas en un partido que todavía mantiene rasgos de democracia en sus procesos de definición de candidaturas. Pero está decidido que será ella la nominada, aseguran. Atrás deben quedar las “respetables opiniones” sobre el proceso interno y pasar al respaldo completo, le repitieron Álvarez Monge y Espinoza.
Cero por las ramas. Los dirigentes partidistas escucharon algunas “reflexiones” más sobre las inconveniencias del dedazo pero no tuvieron oídos ni respuestas para ellas. Se fueron directo a proponer una reunión inicial del panismo con la delfina en fecha por determinar. Todo previsto, el maestro de ceremonias sería el líder juvenil, Luis Sigala pero lo cambiaron por la regidora doña Carmen Moreno. El muchacho fue cuestionado por plantar a sus correligionarios en las celebraciones del aniversario fundacional panista.
Hay un intenso movimiento en contra de que la candidatura surja por dedazo, sea Alejandra o quien sea pero las desoladoras condiciones de oposición en el municipio no alcanzan para ponerse moños ni enredarse en la bandera gomezmoriniana de la democracia. Corral mantiene alta la calentura por ganar la Alcaldía y no se detendrá en escuchar polillas ni antiguallas reservadas al interior del viejo edificio azul de 16 de Septiembre y Cinco de Mayo.
Con todo y eso Pepe Márquez no se cansa de su tonada: “nuestro partido en Juárez atraviesa momentos difíciles. Desde enero el comité municipal solicitó su renovación, misma que no se ha dado. Varios destacados miembros y yo mismo, aspiramos a encabezarlo, regresarlo a ser un promotor de la ciudadanía, que difunda qué queremos, que organice una estructura territorial, que le dé fuerza y que encabece las demandas ciudadana. Cuidémoslo. Nosotros debiéramos ser los autores de lo que suceda y no esperar a ver qué pasa”. Así dijo en su face el 11 de noviembre.
Don Pepe gozó del entusiasta apoyo de la vicegobernadora Lety para buscar la candidatura a la alcaldía hasta que llegaron definición y contraorden del hermano y jefe de Palacio de Gobierno; el espacio quedó reservado para su su secretaria de Innovación. Todos los esfuerzos están ahora enfocados en su entorno.
A muchas cuadras del Comité Municipal, en un domicilio particular, trabaja el auténtico equipo operador del blanquiazul. Las decisiones que ahí se toman solo son protocolizadas en la 16 de Septiembre y Cinco de Mayo. A este grupo tiene confiado el gobernador obtener la nominación para su estrecha colaboradora.
Seguramente Pepe Márquez, Osvaldo Martínez y algunos otros ya lo saben a estas alturas. No hay forma de vencer la cantidad y la calidad de que gozan los jóvenes del G-20 con varias guerras de experiencia en su curriculum al lado de César Jáuregui, Daniela Álvarez y otros que ahora ya son veteranos pero no pelean en el mismo frente.
Algunos de ellos son Job Quintín Flores, Ulises Pacheco, Amparo Beltrán, Marisela Terrazas, Ramón Flores, Óscar Berumen, Austria Galindo, Edgar Villanueva, “El Mesh”... La mayoría bien ubicados en la nómina del Gobierno del Estado, ya en la Fiscalía General, la Coesvi o la Secretaría de Cultura.
En una de esas encerronas de tertulia, bohemia y decisiones que empezó al caer la tarde y se metió por toda la noche hasta el siguiente día a las seis de la mañana (qué envidia!), entre ellos y Fernando Álvarez acordaron un esquema para llegar a la dirigencia municipal y empezar a operar desde ahí la nominación sin necesidad de fastidiar al inconmovible presidente del municipal, Jorge Espinoza.
Armaron un proceso “democrático representativo” en el que fueron inscritos dos para pelear la secretaría general del Comité Municipal, Job y Amparo Beltrán; el primero del mundo yunquero azul, la segunda del grupo de Ramón Galindo. Ganó Quintín por dos votos.
El resultado ya fue notificado a Espinoza y estuvo de acuerdo. Le quitarán las cargas de trabajo que no ha hecho. Será formalizado en público a principios de enero. Jorge seguirá apareciendo como presidente pero mandará el G-20. No vieron necesidad de hacerlo antes puesto que viene el relax navideño. Javier Palacios estuvo entrenando para tomar protesta como relevo de Espinoza pero lo tumbaron sus negros antecedentes.

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Bajo ese escenario convenientemente preparado tras las bambalinas del poder estatal será prácticamente imposible que Carlos Angulo o cualquier otro u otra despoje de la candidatura a la delfina de Palacio. Nadie quiere sufrir la negra suerte de Vicky Caraveo que empezó como la atractiva candidata ciudadana bajo las siglas de Acción Nacional y terminó como invitada sacrificable esencialmente para la campaña por la gubernatura.
La preocupación para la familia de la Vega-Arizpe-Foster no debe ser entonces la designación interna blanquiazul. Ha sido ya maduradita por el G-20 y Álvarez. Justamente el problema es la viabilidad del proyecto electoral constitucional que parece quitar el sueño al gobernador Corral, tanto como su preocupación por quedarse él con la candidatura a la Presidencia de la República frente al descarrilamiento de Ricardo Anaya y Miguel Ángel Mancera.
La Presidencia Municipal no es un dulce que pueda ser arrebatado con facilidad ni al independiente Armando Cabada ni mucho menos al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que no regalará votos ahora, sea candidata la poderosa empresaria del gas natural, Adriana Fuentes o el experimentado político, Javier González Mocken, que desarrolló un papel más que aceptable al frente de la Alcaldía como suplente.
Tanto el gobernador como sus operadores colocan de atributo especial en su candidata la propiedad del equipo de futbol Bravos y las simpatías que pudieran de ahí ser derivadas.  Absolutamente relativo.
Para cuando arribe ella a la precampaña las secciones electorales ya estarán ocupadas en su totalidad por los priistas, el independiente y hasta por Morena. No hay en estos momentos una sola sección que no tenga propietario.
Tampoco podría descansar Alejandra su confianza en el nombre y apellido del gobernador. Los juarenses le mantienen una calificación al frente de la administración estatal que no alcanza para cacarearla ni muchos menos colocarla en pendones y espectaculares, sino todo lo contrario, oculta, arrinconada, donde nadie la vea; que no se preste al comadreo ponzoñoso, tóxico, letal para una campaña.
Para satisfacer su gusto personal y su ansia por arrancar Juárez a su amiga familia Cabada (deberá decirse examiga familia) e impedir que sea recuperada por el Revolucionario institucional, ¿o ganada por Morena?, dejará entonces el gobernador en manos de su buena fortuna el resultado final, esa moneda que no le ha fallado a lo largo de su trayectoria política. Fortuna, suerte.

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