Opinion

Agitadores en la UACJ

Javier Cuéllar/
Abogado

2017-11-21

Concluido el proceso electoral en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, la comunidad universitaria debe abocarse a su tarea esencial de la investigación científica y el estudio de sus asignaturas, pero un pequeño grupo de maestros al parecer ligados a ciertos políticos trotskistas han aprovechado la inquietud sembrada por el proceso electoral para atizar un movimiento de agitación tendiente a convulsionar el ambiente con el fin de empoderarse en su beneficio de algunos puestos y prebendas en la universidad.
Ese martes hicieron una pequeña manifestación donde reclaman, según ellos, algunas irregularidades y la impugnación de uno de sus candidatos al Consejo Universitario y ciertas anomalías menores que de ninguna manera son suficientes para invalidar una elección que es sólida de por sí y que expresó la voluntad mayoritaria de la comunidad de la UACJ. Pero para ellos, profesionales de la agitación, cualquier pretexto es válido para atizar la convulsión que ponga en peligro la estabilidad de la institución educativa.
El movimiento se inicia en ICSA, por lo que el director de ese instituto debe tener cuidado que tal proceso no se fortalezca porque puede dar la apariencia de que algunos maestros a su cargo son los autores de ese movimiento que aspira a romper la tranquilidad del mundo de la UACJ y malograr los avances que la institución ha tenido en todos los órdenes. El movimiento se vio francamente desa-huciado porque la gente en su mayoría quiere estudiar y trabajar en paz y porque los pretextos son francamente pueriles.
La universidad en su corta vida siempre ha sido una institución educativa progresista que ha impulsado el desarrollo profesional de nuestra ciudad formando ya varias generaciones de pujantes profesionistas que han imprimido un respetable avance en la comunidad. Han sido la causa más clara del progreso económico y social de las familias juarenses y por eso es necesario preservarla como el pivote de desarrollo que ha sido.
Tratar de hundir a la universidad en un proceso de agitación tiene como objetivo intereses políticos utilitarios para ese grupo de trotskistas trasnochados que en la década de los setentas ya causo graves perjuicios al nivel académico de la universidad de Chihuahua de donde fueron expulsados y ahora tratan de venir por su predominio en la UACJ.
El movimiento, de claro corte terrorista, está focalizado en alguna pequeña parte de las instalaciones del ICSA pero sus pretensiones son envolver a los más jóvenes que puedan dentro de la universidad. Para ellos cualquier pretexto es útil aunque no sea de beneficio para la institución.
Marcharon solitariamente por algunas calles de la ciudad tratando de invitar a sumarse a los alumnos de los demás institutos universitarios pero el eco que tuvieron fue prácticamente nulo; sin embargo, las autoridades universitarias deben ponerle la atención debida porque ese grupo que lo lidera tiene mucha experiencia en organizar asonadas que pueden poner en peligro la laboriosidad del resto de los estudiantes. Ellos no están jugando, saben lo que hacen y darían todo por lograr arrojar a la institución al paro o a percances mayores.
En la realidad esta intentona de agitación no tiene el respaldo del estudiantado ni del magisterio universitario y solamente quieren crear un ambiente de inestabilidad para lograr sus objetivos personales y de grupo presionando a las autoridades universitarias para obtener, por medio de la agitación, lo que el estudiantado les negó en las urnas.
La comunidad no debe hacer eco a estos agitadores que quieren sumir a la universidad en el caos destruyendo su nivel académico. El momento electoral ya pasó y los resultados fueron claros. Ahora la comunidad universitaria debe volver a sus tareas naturales de investigación y estudio para mantener y elevar el nivel académico que es su tarea natural.

yatrogenia@hotmail.com

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