LA COLUMNA
de El Diario
• Santaclós o Reyes para “El Güerito” o Alejandro
• Exrector de Lasalle mete su cuchara en UACJ
• Estrena “El Peje” super empresario tricolor
La número dos en la jerarquía estatal del PRI y diputada federal, Georgina Zapata, entró en polémica preelectoral contra el alcalde, Armando Cabada. Pavimentación en calles de la colonia Galeana, el tema.
Puso Cabada en su Face:
“No hay más ciego que el que no quiere ver. Seguimos atendiendo las zonas que nunca antes eran consideradas. Arrancamos, de manera integral la pavimentación de la calle Atoyac de la colonia Nueva Galeana, que comprende desde la calle Tlapa hasta Privada de Tixtla. Los trabajos que beneficiarán a los habitantes de esa colonia, además de que está compuesta por más de 1,732 metros cuadrados de concreto hidráulico, incluye guarniciones, banquetas, señalización y obras complementarias de alcantarillado y agua potable. Vamos bien...”
Contestó la legisladora
por la misma red social:
“MIENTE ALCALDE CABADA, CALLES PAVIMENTADAS EN DISTRITO 02 SON RESULTADO DE MI GESTIÓN.
“La obra de pavimentación inaugurada ayer por el presidente municipal Armando Cabada en calles del Distrito 02 que ella representa, son resultado de sus gestiones (de Georgina) dentro de los Programa "Fondo de Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal - FORTALECE 2017 y Programa de Desarrollo Regional, que destinaron cerca de 20 millones de pesos para Ciudad Juárez”. Acusó la diputada al edil por falta de “tacto político”.
En el inicio de una campaña para vacunar animales el sábado, Cabada remató indirectamente con sarcasmo: “Creo que se han sentado ya las bases para establecer una cultura de “no al maltrato Animal” como nunca antes. Lo digo con todo el “tacto político” para no herir la susceptibilidad de algunos partidos”.
Explicable la polémica entre ambos servidores públicos. Cabada está en camino de la campaña electoral próxima hacia la reelección; Georgina va perfilada para ser la abanderada priista por una senaduría... Necesita muchos votos en todo el estado, particularmente de su municipio, Juárez. Armando se siente tranquilo y confiado en ganar nuevamente. Los priistas dan patadas de ahogado, repite entre cercanos.
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La ironía es que el nuevo presidente municipal de Juárez arrancará actividades con presupuesto nuevecito. El Congreso del Estado aprobará en diciembre el paquete financiero 2018. Antes del 15 de enero deberá solicitar licencia el alcalde Cabada Alvídrez y ceder el cargo a su suplente, Alejandro Loaeza Canizales. ¡Lotería!
El Consejo General del Instituto Estatal Electoral (IEE) ha decretado que el 15 de enero inicien la recolección de firmas quienes aspiren a la reelección. Tendrán tres semanas para lograr su cometido. Podrán volver a sus cargos el 20 de marzo y pedir licencia de nuevo el 20 de abril para registrar las candidaturas e iniciar las correspondientes campañas.
Ni los tiempos ni las circunstancias dan para que el presidente Cabada pida una licencia por las tres semanas que marca el período de levantamiento de firmas y luego regrese a la administración de la ciudad por sólo un mes para irse a la campaña electoral.
Tendrá Armando todo diciembre para mentalizar bien el plan y tomar la decisión antes del 10 de enero si las posadas, los ponches y los tamales lo permiten.
Ha sido evidente que el suplente obtuvo esa posición en una obligada alianza con el tricolor tío-primo Leopoldo Canizalez. No ha conseguido meterse a las confianzas del alcalde porque se trata de personalidades por completo distintas.
Cabada sigue buscando intensamente la fórmula para que su despacho lo ocupe durante todo ese tiempos de licencias el administrador de la ciudad y confidente suyo, Rodolfo “El Güerito” Martínez Ortega. En la Alcaldía y fuera de ella ha dejado el alcalde por sentada esa postura. Por una y otras vías ha llegado el dato a oídos de Alejandro. Se mantiene firme y en condición física y mental para tomar protesta.
Agobiante dilema para el alcalde... ni Loaeza, ni el tío, ni muchos de los priistas que prestaron sus servicios al independiente el año pasado para obtener el triunfo han dejado su sello partidista de origen.
La desconfianza muerde.
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Entre divertido y serio, Patricio Martínez, ha permitido que su nombre sea colocado entre los tricolores que disputarían en 2018 el municipio de Chihuahua al bien pertrechado panismo de María Eugenia Campos y su indispensable cerebro, César Jáuregui Moreno.
Nadie en su sano juicio cree en la entidad y más lejos que el PRI o cualquier otro partido pueda desbancar a Campos de la Alcaldía. Sufre con frecuencia auténticos desplantes corralescos pero mantiene la balanza con el equilibrio emocional de César Gustavo. Esa ventaja nadie se la quita.
Patricio fue gobernador de 1998 al 2004. En el inter apenas la libró por un atentado a balazos que sufrió en plenas escaleras de Palacio de Gobierno. Regresó en el 2012 a la competencia electoral. Ganó en el estado, incluido Juárez, pero perdió el territorio de la capital.
Tiene el aún senador una fuerte maquinaria electoral tipo “Teto” Murguía en Juárez que le puede dar la batalla a Maru en su intento de reelección y quizá hasta ganarle por el costo político no de ella pero sí del gobernador del mismo partido, Javier Corral. No le cae bien a los chihuahuitas el mandatario. Duarte les caía peor.
Enfrenta Patricio una oposición inesperada adentro de su propio partido. El exgobernador, José Reyes Baeza, no traga a su compadre Patricio porque le quiso hacer la vida de cuadritos tras la sucesión, Reyes tiene como candidata a la Alcaldía a Minerva Castillo y él mismo busca ser nominado a senador. Patricio le haría mosca en Chihuahua.
El senador sigue dejando correr la especie pero muy cerca de dar el sí. Disfruta que lo metan en esos enredos.
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Una estudiante de la Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) que es representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para efectos de conferencias y seguimientos de algunos temas específicos en distintas partes del país quedó entre el paquete de candidatos a consejeros (as) universitarios que sostienen hubo fraude en el proceso correspondiente llevado a cabo el jueves.
Andrea Chávez es estudiante del Instituto de Ciencias Sociales y Administrativas (ICSA). Los miembros de la comisión electoral se percataron de que su planilla no estaba en las boletas hasta que llevaban 40 votos en las urnas. El viejo PRI conseguía eso y más pero impensable repetirlo en estos tiempos.
Este lunes habrá hiperactivismo en la máxima casa de estudios por ese resultado. El fallo definitivo en los números llega hasta mañana. Fueron más de 240 planillas participantes para la elección de consejeros técnicos de cada uno de los institutos (cuatro) y para los 44 miembros del Consejo Universitario.
No supimos si el subsecretario de Educación del Gobierno estatal, Miguel Ángel Valadez, pudo hablar entre viernes, sábado y domingo con el rector, Ricardo Duarte, pero le hizo la lucha. No se sabe cuáles son los interlocutores de Palacio en ese proceso pero son decenas lo que buscan meter su cuchara. Es posible que el exrector de la Universidad La Salle sea uno de ellos.
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Mientras en la Ciudad de México el Frente Ciudadano Opositor cuajó oficialmente su coalición bajo el grito de guerra “contra la corrupción (PRI) y el radicalismo (AMLO)”, Andrés Manuel López Obrador siguió avanzando con eventos bastante nutridos en Janos, Ascensión y Villa Ahumada.
El tabasqueño propietario de Morena presumió su nueva adquisición, –aparte de la estructura partidista–, a José Luis García Mayagoitia, segundo exsecretario de Hacienda con César Duarte y exfuncionario de primer orden también con Patricio Martínez. Es también un empresario bastante fuerte. Cenó con él en Nuevo Casas Grandes. No faltó, por supuesto, el magnate Miguel González Lardizábal, que está saliendo bueno para la operación político-electoral, quizá por el gen de su tío “Teto” Murguía.
Otros dos datos importantes de esa gira, Juan Carlos Loera declinó su intención de seguir buscando la candidatura a senador, y “El Peje” no soltó en todo el recorrido a Martín Chaparro, el dirigente de Morena en el estado.
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