Opinion

Domingo de adrenalina en combate presidencial

LA COLUMNA
de El Diario

2017-11-18

Todos conducen con pies de plomo en busca de asestar el gran golpe. No tienen más interés que acrecentar el poder o por lo menos mantener el que ya tienen. Una ofensa hablar o creer en el retroceso.
Los confabuladores del Frente Ciudadano Opositor juegan a las sombras tratando de sorprender a sus asociados e interiormente peleando entre ellos la bandera de la candidatura presidencial 2018. Los priistas al acecho y ojos en la espalda.
El dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FTSTE), Joel Ayala, cumplió la encomienda de los ultrapoderosos administradores del poder federal encabezados por Enrique Peña Nieto para lanzar como prueba piloto a José Antonio Meade Curibeña.
Al destape adelantado que hizo el longevo líder de la FSTSE no siguieron en bandada los sectores y organizaciones del PRI, sumándose a la adhesión en favor del secretario de Hacienda como fue costumbre en otras etapas de la historia tricolor. Los nuevos tiempos aconsejan nuevas estrategias. El segundo golpe tras medir la reacción al primero.
Mientras la todavía imponente maquinaria priista gesta ese segundo paso hacia la definición de su portaestandarte y calcula con pulcritud un replay del Estado de México a nivel nacional, los principales actores del Frente Ciudadano se desvelan y se desgastan rápidamente haciendo lo propio. Procuran ser discretos. Estiran hasta donde pueden la liga de la sensatez a sabiendas que una maniobra imprudente o torpe los dejaría fuera de circulación al menos seis años.
Con el monopolio del control de Morena, Andrés Manuel López Obrador no apela más que a su inteligencia y a su temperamento en espera de que los otros decidan y se sumen a la carrera en la que él lleva ya 12 años de calentamiento agotador. Su persistencia lo tiene colocado como número uno en la pista de salida. Trata de mantener la delantera con el último oxígeno de sus pulmones.
Sin duda Peña Nieto y sus asociados tricolores y no tricolores (intereses empresariales nacionales e internacionales) tomarán en cuenta para su próximo paso hacia la nominación presidencial las resoluciones que hagan públicas este domingo los consejos nacionales del Frente Acción Nacional (PAN)-Movimiento Ciudadano (MC) y Revolución Democrática (PRD).
Hoy tienen reuniones los tres partidos en la Ciudad de México. Cientos de activistas de los 32 estados de la República  levantarán la mano sobre acuerdos previos tomados entre sus dirigentes. Formalizarán la coalición correspondiente y decidirán sus listas de candidatos a diputados federales y senadores en todo el país. Esas concentraciones hablarán por sí solas del perfil definitivo que el Frente colocará a la cabeza de la competencia presidencial.

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En el PRI hay férreas diferencias entre los distintos grupos de poder liderados por el presidente Peña, por el expresidente Carlos Salinas, por Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, los llamadores sectores...etc,  pero ninguno romperá mientras huelan a una oposición desorganizada y débil.
Con Morena ya se las arreglarán los tricolores bajo el manido estribillo del peligro para México pero deben esperar el zurcido final en el Frente.
Todo el jueves apareció en blanco la agenda pública del gobernador, Javier Corral. No hizo nada en relación a su función como  gobernador. Se concentró justo en las asambleas de este domingo. Siguió derrochando las utilidades que lo condujeron a la gubernatura.
Lo hizo el mandatario estatal igual que lo viene llevando a cabo prácticamente durante todo el año. Uno, dos o hasta tres días por semana se los dedica a la captura de la Presidencia de la República. La devastación social, política y económica de Chihuahua puede seguir teniendo como culpable a César Duarte aunque haya terminado su administración hace más de un año. Continúa sin advertir el peso del nombramiento como titular del Poder Ejecutivo.
Corral Jurado sostuvo reuniones durante el jueves con el dirigente estatal de su partido, Fernando Álvarez Monge, y este a su vez con los presidentes del PRD, Luis Pavel Aguilar ( el de la “cenaduría” sic) y del Movimiento Ciudadano, Alán Falomir. Acordaron las listas de candidatos a diputados y senadores que serán presentadas este domingo entre los consejeros nacionales de esos partidos.
En la Ciudad de México estuvo gran parte de la semana el jefe de gabinete del Gobierno estatal, Gustavo Madero Muñoz, haciendo la propio a nombre de Corral. Sin ningún empacho ofreció una entrevista a El Financiero y otros medios informativos para revelar que los temas del aborto y la reforma energética quedaron fuera de la agenda común del frente.
Fue referenciado el “servidor público” estatal por el periódico nacional como “encargado de la construcción de la agenda político-electoral” de dicha alianza. Sorprendentemente es el cargo que ostenta en Acción Nacional al mismo tiempo que el de coordinador ejecutivo del gabinete del Gobierno estatal en Chihuahua. Puede esperar sin mayor problema el trabajo por el que cobra del presupuesto público chihuahuense casi 100 mil pesos mensuales. Su descaro sólo es posible bajo la abulia y negligencia de Palacio.
El jefe del gabinete es uno de los articuladores del Frente Ciudadano pero con su propio interés puesto en un escaño en el Senado de la República. Filántropo menos ahí. El negocio de la política es más redituable que cualquier otro.
Brazo a brazo del gobernador, Madero lucha por obtener el control del frente opositor sin importar las consecuencias de sus conductas en perjuicio de Chihuahua. Esta es ventaja para los intereses del PRI, Peña Nieto y todo lo que hay detrás suyo.
Nada bueno resultará de la ambición del dúo Corral-Madero contra las aspiraciones y preparativos correspondientes que por su lado encaminan el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya; el exgobernador, Rafael Moreno Valle y el jefe de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera. Los tres buscan la candidatura del Frente a la Presidencia de la República y todos quieren los espacios que también pretenden los chihua-huenses.
A la hora de la hora el manojo de intereses es de remota conciliación aunque sus esfuerzos por mantenerse unidos sean “genuinos”.
Ya se ha dicho que para el caso Anaya su carácter no admitirá más abanderado del Frente que él. Ha sido claro ante Corral, Madero... ante Alejandra Barrales, la presidenta del PRD, y ante Dante Delgado, el administrador del nano Movimiento Ciudadano.
Salvo Corral que conoce cada nervio emocional de Anaya, los demás ya estaban resignados a su nominación, respaldada por sus propios asesores. Cambiaron sustancialmente el escenario entre las cúpulas partidarias las develaciones de El Universal contra el dirigente panista y la renuncia de Margarita Zavala al blanquiazul, adjudicada 100 por ciento al queretano.
Ahora el jefe de la Ciudad de México, Mancera, el exgobernador poblano, Moreno Valle y muchos otros liderazgos perredistas y panistas, incluidos gobernadores de ambos partidos, han elevado los montos de la negociación. Buscan la nominación presidencial y exigen mayores espacios entre senadurías y diputaciones federales.
Es de tal tamaño la fragilidad de Anaya que ha cedido una de las fórmulas de candidatos a senadores por Chihuahua y al menos dos diputaciones federales a un PRD en franco proceso de extinción en el estado.
Saldrán hoy adelante los protagonistas del Frente a pesar de esos cambios de clima desfavorable más por imperiosa necesidad que por convicción o confianza entre sí, pero de su solidez general podremos visualizar la decisión y viabilidad inmediata del PRI y de Morena. Un frente débil hará fuerte a López Obrador, beneficiario único de las deserciones perredistas pero también al tricolor con la eventual desbandada blanquiazul.

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