Javier Cuéllar Moreno/
Analista Político
La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) ha pasado por un proceso de elecciones que le llevaron a votar a los miembros del Consejo Universitario que elegirá al futuro rector de esa máxima casa de estudios a finales del 2018, lo cual es muy importante. El proceso electoral interno ha pasado ya y el hecho de que se hayan inscrito 243 planillas participantes nos da una idea del estado de ebullición que atravesó la institución educativa lo cual es sano, pero lo que no es bueno para esta universidad es la profunda división que se produjo a raíz de este proceso que jamás se había visto en su historia.
El hervidero político no es sano para la tarea de ninguna institución educativa que debe estar enfocada al estudio y la investigación científica. Las elecciones ya terminaron y aunque se dieron algunos improperios, estos son naturales al calor de la ebullición política pero deben ser ya parte del pasado y es necesario que la comunidad universitaria recupere rápidamente la paz interior que requiere para sus tareas cotidianas. En este sentido las nuevas autoridades del Consejo Universitario deben privilegiar una serie de acciones de reconciliación entre los diversos grupos que pululan al interior de la UACJ. “Que nadie siembre el rumor de la discordia”. Esa debe ser la tónica que marque los días venideros de la Universidad.
Las consejerías ya se definieron y la voluntad de la comunidad universitaria se manifestó en la mejor forma, ahora lo que sigue es trabajar en levantar de nuevo el nivel académico de la institución que últimamente no atraviesa por su mejor momento. El proceso educativo debe dejar de ser una simulación en algunos casos y retomar su seriedad científica y para eso se necesita urgentemente paz y concordia.
La efervescencia política siempre ha traído consecuencias nefastas para las universidades destruyendo su quehacer natural y esto ya pasó, ya debe darse vuelta a la hoja y reanudar el estudio y la investigación. El nuevo consejo universitario tiene ante sí retos muy serios que fructificarán en la superación del trabajo universitario. Nadie ganó ni nadie perdió. La universidad debe retomar su curso normal de desarrollo que la han hecho tan grande en los últimos años porque es la esperanza de todas las familias juarenses que ven en sus aulas el único medio de superación personal que tienen sus hijos. Trabajo, estudio e investigación es el único futuro. Todos son compañeros universitarios entusiastas y anhelantes del saber. “Por una vida científica; por una ciencia vital”.
Efusión monetaria en la política en Chihuahua
De acuerdo a la competida situación política por la que atraviesa el estado de Chihuahua, podemos prever que las próximas campañas van a implicar una profusión enorme de dinero que empezará desde las acciones para recolectar las firmas de los ciudadanos para apoyar las candidaturas independientes hasta el operativo formal de las campañas por mucho que sean sorprendentemente cortas, que si se alargaran poco más, no habrá dinero que alcance. Y es que todo es muy caro y en la acción política el dinero no rinde porque tiene muchas mermas.
En consecuencia, todos los ciudadanos que desde cualquier plataforma deseen alcanzar un puesto público deben tener muy en cuenta el pensamiento contenido en ese popular adagio anónimo que nos dice: “La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros.” Aunque en la realidad la mayoría de los políticos explotan y se aprovechan de ambas clases para su propio beneficio.
El conjunto de fiestas decembrinas entre las que prevalece el llamado “Maratón Guadalupe-Reyes”, que da comienzo el 12 de diciembre y termina el 6 de enero llegando a extenderse en algunos sectores hasta el día 2 de febrero, día de la candelaria con los tamales y el champurrado, perderán en mucho su característica tradicional para verse imbuidas del fervor político ya que los eventos que culminarán con las elecciones del 2018 darán comienzo en forma el día 5 de diciembre cuando todos los que aspiren a las diversas candidaturas podrán manifestar abiertamente sus intenciones de participar.
De Ciudad Juárez a la gubernatura
Nuestra fronteriza Ciudad Juárez detenta alrededor del 40 por ciento del poder votante del estado lo cual la coloca en un importantísimo lugar porque el grupo político que gane las elecciones de nuestra ciudad quedará colocado en una inmejorable posición para pelear con muchas posibilidades de éxito la gubernatura del estado dentro de otros tres años y será el clan predominante en la próxima década. He ahí la causa por la que las elecciones en nuestra ciudad estarán reñidísimas.
Por lo pronto el más fuerte precandidato a la presidencia municipal de Juárez, el señor Armando Cabada Alvídrez, ha declarado a El Diario de Juárez que será hasta el 5 de diciembre que tome y externe la decisión de participar en el próximo proceso electoral buscando su reelección como alcalde y bien hace este hombre al considerar que “no podemos decir que le caemos bien a todos o que todo el mundo está de acuerdo como estamos gobernando… yo estoy seguro de que no soy monedita de oro para caerle bien a todos pero sé también que hay una gran aceptación y eso es bueno”.
Declaraciones que me parecen sensatas y hasta prudentes pues de entrada denotan un sentido de modesta responsabilidad para emprender una campaña política que ha tenido como base sus acciones de gobierno que son apoyadas y aceptadas por las mayorías. Cabada Alvídrez esta consciente con Thomas Jefferson que “Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que lo llevó ahí”.
Sin embargo, su trabajo ha sido efectivo y constante y los continuos ataques que ha recibido de sus adversarios políticos y aún las serias obstrucciones que le han interpuesto a sus planes e iniciativas de gobierno, han operado en su favor en el imaginario de las clases populares que se sienten atendidas. Tal vez voten por el muy pocos en El Campestre, pero en muchas de las colonias populares y populosas de la ciudad su renombre es mayúsculo y es por eso que en las próximas elecciones será el enemigo a vencer.
El candidato de MORENA
Ha cundido cierta información en el sentido de que el candidato a la presidencia municipal de Juárez por MORENA va a ser el diputado Pedro Torres Estrada, un periodista experimentado que ha desempeñado un gran papel como diputado en el Congreso del Estado y su prestigio personal es una garantía para el partido que lo postule con muchas probabilidades de ganar la elección o cuando menos hacer un papel más que decoroso para lograr una buena cantidad de votos para la causa de Andrés Manuel López Obrador.
Lo dicho, MORENA no necesita convertirse en el basurero político donde vayan a parar algunas personalidades trásfugas de otros partidos en decadencia. Ellos tienen suficiente gente buena para presentar candidatos de genuina extracción morenista. En el fondo y en una estrategia congruente para promover la candidatura de AMLO en Chihuahua el movimiento que se opone a recibir chapulines de otros partidos tiene razón.
De hecho todos los candidatos que postule MORENA debe ser auténticos, limpios, sin ninguna cola que les pisen por venir contaminados de todos los demás partidos que bastante quemaditos están entre el pueblo que ya no quiere nada con ellos. Esa será la única forma de ganar adeptos, pierdan o ganen sus respectivas elecciones, le traerán votos puros a su candidato presidencial.
De todos modos ni crean que esos políticos chapulines que andan por ahí brincando les vayan a atraer ninguna simpatía importante para ese partido emergente en Chihuahua. Tampoco se crean que esos candidatos saltamontes traen dinero y si alguno pudiera tener algunos cuantos pesos no los gastarán en la campaña porque hasta eso, son tacaños, son logreros que esperan que les financien sus campañas. Vienen un tanto cuanto hambreados, con una buena dieta, como consecuencia de sus fracasos. Vienen con el estómago vacío y como bien lo dijo Albert Einstein: “Un estómago vacío no es un buen consejero político”.
Bonos navideños asimilables al robo
Según ha trascendido a la prensa nacional y local cada uno de los 500 diputados que conforman el Congreso de la Unión se enchalecarán esta temporada navideña la friolera de 718 mil pesos que incluyen un bono navideño de 361 mil pesos lo cual constituye un atraco a las arcas nacionales en un país que se encuentra hundido en la miseria y que hace desesperados esfuerzos por mantenerse de pie ante una mala racha de terremotos y desastres naturales.
Nuestros diputados en el estado de Chihuahua han hecho otro tanto embolsándose unos 200 mil pesos cada uno por estas mismas fechas y causas, en un estado que se encuentra duramente saqueado y al borde de la quiebra como consecuencia de una de las administraciones más fraudulentas que se hubieren padecido.
De plano esta gente no tiene ni conciencia ni vergüenza y todavía algunos de ellos se aprestan a presentarse ante el electorado en una campaña de reelección para su encargo y su error radica en que piensan que si ganaron la campaña pasada podrían hacer lo mismo en el 2018, lo cual me parece ciertamente dudoso porque el pueblo ha aprendido a repudiar a estos políticos logreros que solamente ven en el servicio público un instrumento de enriquecimiento a costillas de los dineros del pueblo. Con la autonomía que detenta el Poder Legislativo no tienen empacho en autoadjudicarse premios que ni desquitan ni merecen. Pobres políticos ricos y enriquecidos en países de pobres. Bien lo ha dicho el Papa Francisco: La causa principal de la pobreza es un sistema que ha hecho que la gente se deje guiar por el dios del dinero”.
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