Opinion

Ahorros malentendidos

Francisco Ortiz Bello/
Analista

2017-11-16

A veces confundimos el sentido de las cosas. Por creer que hacemos algo benéfico en realidad afectamos otros campos o áreas de nuestra actividad. Un ejemplo muy claro de esa afirmación es cuando pretendiendo ahorrar dinero, dejamos de gastar en temas necesarios y hasta indispensables en el quehacer cotidiano.
Si al inicio de un nuevo periodo escolar, usted le da a su hijo o hija una cantidad semanal de 500 pesos, para sus gastos de la escuela, desayunos, pasajes y demás necesidades propias, y al final de la semana le regresan 250 pesos, quiere decir que su gasto es ese, no más. Por lo tanto, usted puede perfectamente ajustar el importe de la mesada y, por tanto, disminuir el gasto y presumir que ahorró 250 pesos.
Lo que no sabe, es que esa semana por ser la primera no presentó un comportamiento regular o normal. Que le dieron ride dos días, que llevó lonche otros dos, que hubo un día que no fue a clases, en fin… en realidad el gasto de su hijo presenta un subejercicio importante.
En cuestiones presupuestales y de finanzas, se le dice subejercicio a una aplicación incompleta del presupuesto, atribuible totalmente a la voluntad de quien ejerce ese presupuesto.
Tanto en la administración pública como en la privada, los entes o dependencias funcionan a través de presupuestos anuales. Son ejercicios de planeación financiera, mediante los cuales se determina cuánto dinero se gastará en la operación ordinaria de ese ente u organización.
Basados en estrategias y técnicas metodológicas y sistemáticas, los presupuestos anuales permiten organizar y ordenar el uso de los recursos financieros, para obtener el mejor rendimiento, uso y aprovechamiento de los mismos.
Así, si en una empresa se tienen destinados 10 mil pesos al año para capacitación de los empleados -es solo un ejemplo-, ese dinero se debe ocupar y gastar en lo que se tiene planeado. Sería un grave error que el contador de esa empresa presumiera al final del año que no gastó los 10 mil pesos, porque eso significaría que los empleados no recibieron la capacitación requerida para el mejor desempeño de sus funciones lo cual, a la larga terminará por afectar globalmente a toda la empresa.
Los entes de gobierno funcionan más o menos de manera similar. Cada año, entre los meses de octubre y noviembre se realizan los ejercicios de planeación presupuestal para el próximo año, en los que se contemplan todos los conceptos de gasto que permitan un funcionamiento óptimo de cada dependencia.
Recientemente, el gobernador del estado mostró su inconformidad hacia la Federación, ya que con motivo de la aprobación del PEF 2018 (Presupuesto de Egresos de la Federación 2018) el mandatario estatal acusó una reducción de más de 300 millones de pesos, según afirmó. Aseguró Corral que este rubro presupuestal ha venido disminuyendo año con año. Lo cual es una imprecisión, por lo menos, ya que no puede saberlo por este apenas su primer año como gobernador.
Y claro que sería motivo de enojo y un enérgico reclamo a la Federación si es que así fueran las cosas. Pero, ni tarda ni perezosa, la diputada federal Georgina Zapata ha señalado que, de acuerdo con la información oficial de la SHyCP, el Gobierno del Estado presenta un subejercicio presupuestal por más de mil 500 millones de pesos, lo que sería, en caso de ser cierto, uno de los peores errores administrativos de su gobierno.
Sería hasta criminal que, contando con dinero presupuestado para diversos rubros como el desarrollo social, obra pública o seguridad, proveniente de fondos federales, este no se hubiera utilizado por falta de conocimiento, capacidad o presentación de proyectos bien sustentados.
El caso es que, de comprobarse este subejercicio presupuestal, sería muy lastimoso que al final del año se tuviera que devolver el recurso a la Federación, además del “castigo” que supondría a las finanzas estatales la reducción de esa cifra para presupuestos posteriores. Veremos y diremos.

fcortizb@gmail.com

X