Opinion

La cascada de la sucesión presidencial

Javier Cuéllar Moreno/
Analista político

2017-11-11

El imaginario popular priísta maneja con ansiedad básicamente cuatro nombres como posibles abanderados del partido tricolor a la Presidencia de la República en el 2018: José Antonio Meade Kuribreña, Aurelio Nuño Mayer, Miguel Ángel Osorio Chong y José Narro Robles, aunque también ese imaginario sabe que la decisión final recaerá en un acto personalísimo del presidente Enrique Peña Nieto, decisión muy difícil de predecir.
A nosotros como analistas sólo nos queda especular y para ello es bastante útil la técnica del descarte. José Narro Robles debe quedar eliminado, no por su incompetencia ni nada por el estilo sino simplemente por la edad. El país necesita un presidente lo más joven y fuerte posible. El secretario Narro no reúne ese elemental requisito. No resistiría ni la campaña, mucho menos un sexenio tan pesado como el que se avecina.
De los tres restantes mencionados me parece que el más idóneo para suceder a Enrique Peña Nieto es el actual secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Nadie conoce mejor que él los entretelones de la política interna del país y además, desde la época en que se perfilaba la campaña del actual presidente, este hombre le ha sido fiel a su persona apoyándolo decidida y eficazmente en todos sus actos de proselitismo y después de gobierno.
No, las cosas no han sido fácil para ninguno de los colaboradores del presidente, ninguno ha lidiado con miel sobre hojuelas y tal vez ha sido el licenciado Osorio Chong el que ha tenido que manejar los problemas más graves y delicados que se le han presentado en el sexenio al régimen del presidente Peña Nieto, pero el secretario de Gobernación ha sido suficientemente diligente y exitoso en la conducción de la política interior del país.
Este hombre es, por así decirlo, una garantía para el sistema político mexicano y es quien le puede dar confianza al PRI en el difícil triunfo que espera obtener el año venidero, sobre todo con una precampaña tan fructífera como la ha hecho todos estos años Andrés Manuel López Obrador, a quien la mayoría de las encuestas perfilan como el precandidato puntero en la carrera presidencial.

Palabras mayores el 20 de noviembre
De esa decisión presidencial, que ocurrirá alrededor del día 20 de noviembre, dependerán en mucho las selecciones que se hagan de candidatos del tricolor en toda la república y, por lo que a nosotros compete, las cosas no serán fáciles en Chihuahua, donde el partido aplanadora deberá dar un nítido golpe de timón para asegurar candidaturas populares a fin de poder dar una batalla electoral decorosa contra una oposición que se encuentra más fortalecida que nunca.
Tomada la decisión presidencial, las designaciones se vendrán en cascada. En el supuesto de que sea Osorio Chong el candidato a la Presidencia de la República, una de las precandidaturas más fuertes que tiene el partido tricolor a la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez es la de Javier González Mocken, que tiene profusas ligas con ese funcionario federal y que cuenta a su favor con un interinato presidencial exitoso ya que terminó con eficacia el período de Enrique Serrano.
Su etapa fue circunstancialmente afortunada por eventos que supo aprovechar y conducir en su momento, a la sazón, la histórica visita a nuestra frontera del Papa Francisco y el evento luctuoso del fallecimiento del artista más querido de la frontera y del país, Juan Gabriel.
Eso sin contar que durante su gestión hizo un papel más que decoroso y por lo menos no trae sobre sus espaldas la acción penal persecutoria del actual gobernador Javier Corral Jurado. Aún el penoso asunto de su sobrina lo manejó con escrupuloso cuidado, por mucho que no fue su legado. Javier González Mocken puede ser uno de los precandidatos más confiables para el PRI en la contienda electoral por la presidencia municipal de nuestra frontera. La gente lo ve con buenos ojos en todos los sectores sociales de nuestra comunidad. Es un político sensato y mesurado. Con mucho oficio conciliatorio, un extraño arte muy necesario para resarcir las heridas políticas que dolorosamente persisten entre los diversos grupos que operan en nuestra ciudad y con la suficiente prudencia para conducir las relaciones gubernamentales del municipio para con el gobernador Javier Corral por los próximos tres años en caso de resultar ganador de la contienda.

Enrique Serrano vuelve por sus fueros
Por cierto, algunas importantes corrientes al interior del PRI están promoviendo la candidatura de Enrique Serrano a una senaduría para el próximo evento electoral, al fin y al cabo es uno de los pocos prosélitos sobrevivientes del duartismo que no ha sido involucrado en acciones deshonestas. Por mucho que se le ubique con ese grupo político, que ahora se encuentra en desgracia, la conducta de Serrano nos da muchísimos elementos para deslindarlo de la persona del exgobernador y sus enjuagues.
Sin embargo, es fácil advertir que al interior del partido tricolor aún subsisten muchos raspones que provocarán ácidas críticas contra este candidato.
Estos remilgos emanan principalmente del grupo político ligado al ex presidente municipal Héctor Murguía Lardizábal, que nunca quedó muy contento con el complicado manejo político que el exgobernador Cesar Duarte Jáquez dio a la definición de la candidatura gubernatura del estado. Objeciones que se acrecentarán o se diluirán dependiendo la definición que se dé a la candidatura presidencial que hemos comentado. Se le desea suerte.

La soberanía competencia del ejército nacional
Respecto al concepto de soberanía nacional, en la ciencias políticas existen varios conceptos que apuntan mayoritariamente en un mismo sentido, pero para los efectos prácticos tenemos que el concepto de soberanía generalmente aceptado reside en que es la autoridad más elevada o suprema donde reside el poder político y público de un pueblo, una nación o un Estado, sobre su territorio y sus habitantes.
Por tanto, la soberanía es la independencia de cualquier Estado para crear sus leyes y controlar sus recursos sin la coerción de otros Estados. Esta soberanía es la denominada soberanía nacional. Así las cosas, la violación de la soberanía de un país o de un Estado puede tener trágicas consecuencias, como el inicio de un conflicto bélico. En términos de conquista y externos a un país, la soberanía es el dominio o el gobierno que un pueblo o una nación ejerce sobre sí mismo, oponiéndose al gobierno impuesto por otro pueblo u otra nación.
En el estado de Chihuahua la soberanía nacional ha sido claramente quebrantada por unos cuantos ejércitos autónomos que están imponiendo su ley y su poder supremos sobre una gran parte de nuestro territorio para hacer imperar en él sus intereses mafiosos realizando incursiones punitivas muy frecuentes en territorios paulatinamente ampliados como Cuauhtémoc, Madera, Gómes Farías, Guadalupe y Calvo, Bachíniva y un sinfín de poblaciones creciente; asesinando, secuestrando, incendiando y haciendo sencillamente lo que se les viene en gana desafiando el poder público del Estado mexicano al que no respetan en lo más mínimo. Imponiendo en esas regiones su ley.
Resolver este problema de ingobernabilidad es función del Gobierno Federal pues los gobiernos municipales y el estatal han sido ampliamente rebasados de tal manera que resulta ocioso exigir al gobernador Javier Corral Jurado que haga respetar el orden constitucional ante la existencia de una serie de ejércitos de hecho que han pisoteado la soberanía nacional en todo el estado de Chihuahua.
Seamos objetivos, el Gobierno del Estado no puede ya con este problema. Ha llegado la hora en que el ejército nacional resguarde la soberanía que está siendo atacada por ejércitos internos de facinerosos. Esos representan un extraño enemigo que está profanando nuestro suelo con su poder. La hora del ejército nacional en salvaguarda de la soberanía nacional ha llegado y si no la resguardan es una gran irresponsabilidad de los militares y del Gobierno Federal.
Lo mismo pasó hace unos años en Michoacán hasta que, ante la dejadez del ejército nacional, el pueblo se constituyó en organizaciones civiles de autodefensa y tomaron la justicia en sus manos. ¿Esperaremos a que eso suceda? La cuestión es muy diferente porque el pueblo de Chihuahua no se encuentra organizado y mayormente está adoptando la ruta del exilio prescindiendo de la confrontación.
A la fecha muchas poblaciones del estado parecen ya pueblos fantasmas, desolados por la acción depredadora de los ejércitos del crimen organizado que ejercen su imperio en esas comarcas.  Bien lo dijo ese abogado, maestro y presidente de Argentina el señor Arturo Frondizi: “Ninguna nación que lo sea realmente, puede prescindir de su brazo armado, como celoso y aguerrido defensor de la soberanía territorial, en todas sus acepciones. Sin él, la República pierde una condición prioritaria para la vigencia del Estado Nacional: la de garantizar el monopolio del uso de la fuerza dentro de la sociedad”.

yatrogenia@hotmail.com

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