Opinion

Periodismo bajo amenaza en Chihuahua

Francisco Ortiz Bello/
Analista

2017-11-11

Libertades y derechos fundamentales de la sociedad consagrados en la Constitución mexicana están hoy bajo grave amenaza en Chihuahua. Todo el poder y fuerza del Ejecutivo Estatal, encabezado por Javier Corral Jurado, se encuentran hoy enfocados a atacar, debilitar y enfrentar a los periodistas en el estado. Sirva pues el presente artículo, también, como una denuncia pública de hechos y un llamado a la solidaridad gremial en todo el país.
El derecho a la información, la libertad de prensa y la libertad de expresión, hoy están sujetas en Chihuahua a la venia del gobernador. Cada uno de estos derechos, baluartes de toda sociedad democrática y libre, está absurda y autoritariamente limitado a no incomodar al “emperador” Corral quien, ante la menor insinuación de crítica o señalamiento en su contra, reacciona desde lo más profundo de sus vísceras para acallar a quien tenga el atrevimiento de hacerlo.
Desde su llegada al poder, el cuatro de octubre del 2016, durante su discurso de toma de protesta, Corral dejó ver cuáles serían sus reales intenciones en cuanto a la relación de su gobierno con los medios de comunicación, embozadas en un halo de tolerancia, inclusión y respeto irrestricto a la libertad de expresión, pero, en realidad, escondían un profundo odio y desprecio por la profesión de informar.
Dijo Corral ese día: “Un tema con el que estoy profundamente comprometido es la garantía del derecho a la información y a la libertad de expresión; en nuestro gobierno se trasparentará como nunca la relación gobierno-medios de comunicación; en campaña repetí en varias ocasiones que los periodistas gozarán(sic) de una libertad jamás(sic) experimentada y esa es nuestra convicción y compromiso”.
Y agregó: “Acabaremos con el dispendio del dinero público a los medios, vamos a racionalizar y transparentar el gasto publicitario. No habrá convenios de publicidad, sino que en función de las necesidades del gobierno y de los chihuahuenses, se contratarán los espacios que se requieran; jamás vamos a subordinar a ese gasto la línea editorial de algún medio, para comprar el halago, la complicidad o el encubrimiento”.
Hoy, más de un año después, esas palabras de Javier Corral no solamente suenan huecas y sin sentido, sino que, junto con otras promesas incumplidas o engaños ofrecidos, lo exhiben como el más mentiroso de los políticos mentirosos, porque ni ha habido equidad en la contratación de espacios publicitarios, ni se le contratan espacios a los medios que se muestran críticos a su gobierno. Mintió vilmente al asegurar que “se contratarán los espacios que se requieran; jamás vamos a subordinar a ese gasto la línea editorial de algún medio, para comprar el halago, la complicidad o el encubrimiento”.
Pero el gobernador fue más allá en su toma de protesta. Dijo Corral: “Queremos la crítica fundamentada y constructiva, la cual no únicamente agradeceremos, sino atenderemos. Pero también rechazaremos y exhibiremos el manejo informativo malintencionado o los intentos de extorsión”
¿Cuál es el manejo informativo malintencionado? ¿Cuál es el criterio para determinar lo que es bienintencionado y lo que no lo es? ¿El grueso de la piel del gobernador? ¿Su estado de ánimo? ¿Sus criterios personales sobre lo que es periodismo y derecho a la información? ¿Qué medios han intentado “extorsionarlo”? Y si así ha sido ¿Por qué no han sido denunciados formalmente ante las instancias correspondientes y con los medios de prueba oportunos?
Y este punto resulta fundamental para comprender mejor su mitomanía y megalomanía. Porque, medios de comunicación como El Diario de Juárez o La Opción de Chihuahua que han publicado información sustentada, sólida, verificada, incluso con fuentes y datos del mismo Gobierno estatal, no sólo han sido objeto de extrañamientos y brutales descalificaciones oficiales, sino de verdaderas cacerías feroces en su contra.
En el caso de La Opción de Chihuahua, en un editorial del sábado11 de noviembre (ayer), su propietario el periodista Osbaldo Salvador Ang, hace una serie de señalamientos concretos sobre la persecución de la que está siendo objeto.
El periodista y directivo del medio asegura que el Estado ha intentado, por varias vías, golpear y eliminar la crítica que vierte La Opción de Chihuahua, afirmando que el propio Corral ha ordenado practicar una exhaustiva auditoría fiscal a ese portal informativo, basada en 22 puntos de impuestos federales. Ninguno sobre impuestos estatales. Supone Salvador, y así lo expone, que la apuesta del gobierno es ejercer una presión tal sobre él que desista de seguir operando su medio, o al menos que deje de hacer señalamientos y críticas en su contra.
Algo similar ha ocurrido con esta casa editora. El gobernador ha mantenido una postura abiertamente contraria y descalificadora hacia El Diario de Juárez, por las notas que publica, llegando a hacer incluso acusaciones temerarias sobre la integridad y honestidad del medio, sugiriendo que las publicaciones que lo desacreditan son simples intentos de extorsión contra su gobierno, aunque no ha presentado evidencias que demuestren tales acusaciones.
Descubierto por esta casa editora en sus flagrantes mentiras sobre temas escabrosos como las licitaciones en el sector salud, sus viajes de placer en aeronaves oficiales o el descuido en el tema de seguridad, Corral se ha vuelto furibundo contra periodistas y directivos de este medio, olvidándose que él representa uno de los poderes del estado y que, en esa calidad, cualquier cosa que siga adquiere un significado y trascendencia institucionales, no personales.
Es por ello que la publicación de Corral en su muro de Facebook del pasado 6 de noviembre, tuvo que ser modificada dos horas después de publicada, ya que en principio negaba rotundamente los hechos que se le atribuían, y en la modificación que hizo debió reconocer que sí viajó a Mazatlán en las fechas que El Diario publicó.
No obstante, la corrección que tuvo que hacer a su publicación original, reconociendo que la publicado en El Diario era correcto, insistió, sin prueba alguna de por medio, en que el objetivo de dichas publicaciones era modificar su decisión de retirar los más de 100 millones de pesos, que recibía esta casa editorial de la administración anterior. ¿Alguna prueba que compruebe su temeraria afirmación señor gobernador? No la tiene, porque no las hay.
Y para terminar de agravar las cosas, debido a la publicación reciente de un video bajado de YouTube, en el que se le acusa de brindar protección a determinados grupos del crimen organizado, todo el aparato gubernamental encabezado por el mismo gobernador, se volvieron furibundos no sólo contra el medio sino ahora también contra su directora, la periodista Rocío Gallegos.
Es absolutamente inaceptable que un gobernante, llámese como se llame, pretenda cancelar el derecho a la libre expresión, a la libertad de prensa y al derecho a la información de la sociedad, tan sólo porque su persona se ve cuestionada con lo que se publica. Corral ha resultado profundamente intolerante a la crítica y, cual emperador romano, pretende “desaparecer” de la faz de la tierra a todo aquél que se atreva a hacerle el más mínimo señalamiento.
Así pues, el reyezuelo Corral (como le llama Salvador Ang) utilizando abusivamente el poder de su investidura como gobernador, arremete vulgar, discriminatoria y misóginamente, contra una periodista de larga trayectoria, que se ha ganado a pulso, en el terreno de los hechos, en el campo de la batalla informativa diaria, no sólo premios internacionales de periodismo, sino un lugar de privilegio entre el periodismo nacional. En una publicación en su página web, Corral hace mofa de esos premios e intenta reducir la enorme calidad moral de Rocío, con tal de desviar la atención hacia los señalamientos que lo cuestionan seriamente como gobernante.
El asunto es más serio de lo que parece. El ataque sistemático y abusivo desde el poder del gobierno contra periodistas está en marcha en Chihuahua. Ayer Osbaldo, hoy Rocío ¿Mañana quién sigue?. Y en esta cruzada contra la información, Corral pretende adueñarse de la única verdad, su verdad. Ninguna otra verdad vale sino es la suya. Pobre Chihuahua.

fcortizb@gmail.com

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