Oscar Fidencio Ibáñez Hernández/
Académico
Esta semana participé en un panel sobre las alternativas para que el agua disponible alcance para las diferentes necesidades ambientales y socioeconómicas en la región, como parte del Foro Binacional sobre el Rio Grande/Río Bravo que se desarrolló en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
La reunión convocó a expertos de la academia, el gobierno, los usuarios y las organizaciones sociales de toda la cuenca del río en ambos lados de la frontera para reflexionar sobre los diferentes temas de la gestión del agua.
En el panorama que se presentó, es evidente que la presión para tener agua disponible para todos los usos es cada vez mayor, por lo que día a día es más importante buscar y encontrar alternativas que permitan un mejor uso del agua, y al mismo tiempo, poder contar con los recursos necesarios para hacer inversión en infraestructura que garantice el servicio de calidad a todos los usuarios.
Entre las propuestas planteadas para mejorar la gestión del agua se discutió la necesidad de medir el volumen y la calidad del líquido en sus distintos usos, usar nuevas tecnologías para ahorra agua y construir distintos escenarios con modelos para incluir la incertidumbre generada por el cambio climático; incorporar la participación de la ciudadanía y los distintos usuarios para lograr eficiencias y modificar la relación que tenemos con el agua.
Cuando en una familia faltan los recursos económicos, es indispensable cuidar cada peso, y por ello se lleva una contabilidad precisa para poder decidir en qué se va a usar el dinero disponible. Si esto no sucede, lo más seguro es que la familia se endeude y cancele las opciones de desarrollo de sus miembros, entrando en un círculo vicioso de solo vivir y resolver el día a día.
Lo mismo podemos decir del agua en Ciudad Juárez, por años se ha explotado el acuífero (agua que está a varios metros bajo tierra) sacando más del doble de la que naturalmente le llega como recarga, de tal manera que está "sobreexplotado". Esta situación hace que cada vez se tenga que extraer el agua desde una mayor profundidad con mayor costo, y al mismo tiempo, la calidad de la misma disminuye porque se bombea desde zonas con mayor cantidad de compuestos químicos naturales, por lo que es necesario tratar el agua para que sea potable, lo que aumenta también su costo.
Esta situación de manejar el agua en nuestra comunidad “al límite” afecta nuestra calidad de vida, y reduce nuestra competitividad.
Lamentablemente, por muchos años los administradores del agua en nuestra comunidad no cuidaron la infraestructura ni los procesos de medición, de tal forma que el manejo del agua se ha realizado estimando valores y volúmenes, lo que provoca ineficiencia, perdida de agua y corrupción, sin embargo, lo más grave es que al no medir, tampoco se puede administrar con certeza el precioso y escaso recurso.
En la actualidad existe tecnología de punta en el mundo que permite medir, transmitir y procesar información en tiempo real sobre la extracción, distribución y consumo de agua en cualquier punto del sistema, así como la descarga y traslado a su tratamiento y reúso, pero no se utiliza en nuestro estado.
Dicha tecnología no sólo permitiría una mejor toma de decisiones en la administración del agua por parte de las autoridades, sino que además daría información a los usuarios para que pudieran ahorrar agua y dinero, y evitaría actos de corrupción e injusticia que en la actualidad se asumen como "normales" al carecer de datos reales.
En el mundo los sistemas inteligentes de administración de agua, involucran medición, procesamiento de datos, usar la información no solo para facturar sino para mejorar el manejo de presiones, controlar las fugas, detectar tomas clandestinas, y planear las nuevas áreas de desarrollo de la ciudad sin problemas de infraestructura.
La demanda actual y futura de agua en nuestra ciudad no permite seguir administrando los escasos recursos con métodos del siglo pasado, hay que renovarse y utilizar tecnología que permita tener información para mejorar la toma de decisiones y al mismo tiempo innovar la gestión involucrando al ciudadano en la conservación del recurso.
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