Enrique Aranda/
Analista
Ciudad de México– Pretender explicar lo que ocurre en el ámbito estrictamente político-político teniendo a la vista, entre otros elementos, información sobre el comportamiento de las élites económico-financieras vinculadas con sus protagonistas puede resultar, en no pocas ocasiones, más revelador de lo que pudiera pensarse. México, hoy, es un buen ejemplo de ello…
A la vista de los comicios federales de 2018, la elección presidencial de manera relevante, la multiplicación de alusiones de personajes emblemáticos del sector privado en calidad de benefactores, operadores y/o asesores de candidatos específicos resulta, por así decirlo, cada vez más reveladora: la supuesta cercanía del hombre más rico del país, del mundo en forma intermitente, Carlos Slim Helú a Andrés Manuel López Obrador o, por sólo citar otro caso, la pública manifestación de apoyo y acompañamiento del regiomontano Alfonso Romo Garza, y otros, del tabasqueño exjefe de Gobierno de la capital son, apenas, una muestra de lo que hablamos.
Un ejemplo sí, pero no el único, como de manera consistente y poco discreta gustan presumir personajes vinculados con el antinatural Frente Partidista, perdón Ciudadano, alentado por PAN-PRD y MC, por sus ambiciosos dirigentes, que no pierden oportunidad de destacar “la importante contribución que un grupo de empresarios…” realiza en aras “de acercarnos a ciudadanos-ciudadanos (de pensamiento socialdemócrata, la mayoría)…”, vía los foros y/o encuentros que organizados para, supuestamente, conocer lo que la sociedad espera de los próximos gobiernos y gobernantes y, obvio, comprometer su participación “de este lado”.
Hablamos, hablan sus improvisados promotores, de protagonistas del diario acontecer económico y financiero, tales como los capitalinos Antonio del Valle, Eduardo Tricio Haro, el michoacano Alejandro Ramírez Magaña o el jalisciense César de Anda Molina, a quienes, insistamos, se acredita la concurrencia a los foros del engendro partidista igual de viejas personalidades del mundo político, expriistas y expanistas en especial, que de supuestos o reales intelectuales del México actual.
Es verdad que, como gustan explicar no pocos analistas, el inocultable temor que en la mayoría de los hombres del sector privado nacional genera pensar en un eventual triunfo de AMLO en las presidenciales alienta su disposición a apoyar e involucrarse, incluso, en causas contrarias al mismo. Ello, sin embargo, no impide adivinar que, como nunca antes en los procesos más recientes, al menos, el empresariado llegará dividido, cuando no confrontado, a los comicios del próximo año. Y ello, aceptemos, no es bueno…
Asteriscos
*Este viernes, en el marco de su tradicional encuentro mensual, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), de Juan Pablo Castañón, rindió un merecido reconocimiento a Agustín Carstens, el incuestionable mandamás en Banco de México que, como anunció en su momento, dejará el cargo al cierre de noviembre para asumir la dirección del Banco de Pagos Internacionales.
*Ahora sí que, de la mano de sus nuevos aliados perredistas y petistas-morenos y, obvio, al ritmo que marca el indefinido Ricardo Anaya, la bancada senatorial blanquiazul decidió, otra vez, bloquear el trabajo legislativo impidiendo, ahora, que se aprobara la convocatoria para nombrar un nuevo titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (Fepade).
*Otra vez, como de manera recurrente ha venido ocurriendo en los últimos años, legisladores perredistas —del Frente Ciudadano de PAN-PRD y MC ahora, quiero pensar— impulsan propuestas para matrimonizar las uniones entre personas del mismo sexo. Hoy, el esfuerzo en tal sentido se lleva a cabo en Zacatecas y tiene a la diputada María Elena Ortega como su promotora…