LA COLUMNA
de El Diario
• Hugo Almada en la orilla de la inhabilitación
• Regidoras Seydi y Laura en su primera comunión
• Ni con “Pato” Ávila avanza defensa pro periodistas
La mujer con los ojos vendados e interrogada por un grupo de hombres fuertemente armados no titubea cuando asegura que el gobernador Javier Corral, el alcalde panista de Madera, Jaime Torres Amaya, y agentes de la Policía Estatal protegen a grupos delictivos del Cártel de Sinaloa que operan desde Agua Prieta, Sonora, hasta la región de Madera, Chihuahua.
El video circulado desde ayer por YouTube muestra a una mujer previamente aleccionada para contestar al interrogatorio de los hombres, presumiblemente miembros de un grupo rival al de Sinaloa. Disputan todo aquel territorio, gran parte del estado y del país.
Están de vuelta los tiempos de la revolución delictiva que destrozaron al estado entre 2007 y 2011. Amainó un poco durante la pasada administración pero ha tornado el recrudecimiento entre las mismas facciones en pelea.
Forma parte de las estrategias de los grupos delincuenciales involucrar el nombre del gobernador a favor de una u otra de las facciones. No hay señas patentes de que Corral haya tomado partido aunque sus conductas llevan a concluir que al menos su autoridad es menos que nula en materia de seguridad. Igual de peor una cosa como la otra.
Entretenido como está en escalar puestos políticos a nivel nacional, en pelear contra los medios de comunicación que manejan el reflejo de su gobierno y en entrenar a costa del erario para participar en carreras que él mismo organiza, ha dejado a los chihuahuenses en la indefensión y permitido a la delincuencia desplazarse y operar en el estado como Juan por su casa.
Ese interrogatorio a la mujer, la ostentación en organización, armas y uniformes tácticos de los supuestos delincuentes, hablan de tiempos aún peores para Chihuahua. El vacío de poder.
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Esperemos no se trate de un vulgar temor el que haya embargado justo al ciudadano gobernador Corral en el desarrollo de sus actividades ordinarias públicas. El miércoles puso en su face que tuvo una solitaria reunión en la Ciudad de México con funcionarios federales del área de seguridad. Nada fuera de ahí. Ayer apareció nuevamente “sin eventos agendados” el boletín correspondiente enviado a los medios informativos por la Coordinación de Comunicación Social. Tampoco apareció nada en la agenda “privada”.
Es desastroso lo que ocurre a Chihuahua en materia de seguridad y otros rubros de la función pública. Doblemente funesto que la primera autoridad en el estado permanezca fuera de la agenda pública generando la percepción de miedo y/o hasta importapoquismo.
El coordinador de comunicación social, Antonio Pinedo, estuvo muy activo a principios de semana dando línea a varios medios informativos sobre el uso del avión oficial para las vacaciones de diciembre de Corral, e incluso él mismo participó entusiastamente en varios programas radiofónicos escudando al patrón, pero ahora también guarda silencio absoluto.
Literalmente Chihuahua carece de gobernador hoy, esa es la percepción. Lo indica la propia agenda de Palacio.
Para remate de semana, presuntamente hoy todo el personal del Hospital Central de la ciudad de Chihuahua, parará labores debido al desorden y maltrato inflingido por el tristemente famoso personaje secretario de Salud, Ernesto Ávila, ejemplo prototípico de que tareas delicadas no pueden ser dejadas en manos de amigos y/o familiares proclives a la holganza y la corrupción.
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Nos aseguran que los gritos fueron de película de terror y/o de “casos” sobrenaturales. El subsecretario de Desarrollo Social del Gobierno estatal en Juárez, Hugo Almada, peleando con alguien más que representativa en el equipo compacto, el grupo estrecho del gobernador Corral Jurado, la secretaria de la Función Pública, Stefany Olmos.
En este espacio dimos seguimiento durante algún tiempo de principios de año al tema. Almada perdió el piso como funcionario estatal en esta frontera. Buen administrador, buen teórico, malo para manejar las emociones. Agarró pleito con varios integrantes del propio equipo de la subsecretaría. Le hicieron corralito (vaya colmo, Corral es su amigo!) hasta que lo dejaron fuera.
El mayor error de Hugo fue ponerse a las patadas con una subordinada de nombre Elvira Urrutia. Ni tarda ni perezosa ella se quejó con doña Emma Saldaña, la titular del Instituto Chihuahuense de las Mujeres. La denuncia fue por acoso u hostigamiento laboral.
Saldaña llevó a cabo los respectivos peritajes, encontró culpable a Hugo, informó donde tenía que informar, turnó el caso a la Función Pública, y doña Stefany está por inhabilitar o ya inhabilitó a Almada.
Ese fue el motivo del pleito a gritos con la funcionaria estatal hace unos días. Rechaza el exfuncionario con todas sus fuerzas la acusación no sólo por el antecedente que arroja sino porque tiene esperanzas de volver a gobierno antes que se acabe la administración corralista.
Además, también quiere su espacio en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), de donde pidió licencia durante 2017 para irse a la subsecretaría, y es posible que la sanción lo persiga hasta la nómina universitaria. ¡Vaya lío por los errores de cálculo emocional! La cereza podrida en el podrido pastel es que busca Almada colarse entre algún equipo de los que van al relevo por la Rectoría en la contienda que culmina en agosto del año próximo pero que arrancó formalmente esta semana.
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Las regidoras del PRI, Seydi Medina y Laura Tapia, recibieron bautizo de lumbre en la panza de la grilla estatal, el Congreso del Estado. Primera comunión le llamaron algunos. Fueron a presionar para que avance su denuncia sobre tema luminarias del independiente alcalde de Juárez, Armando Cabada. Las trataron algunos colegas como secuaces de la oscuridad en Juárez. Tapia se defendió: es la “mentira” de la Alcaldía.
Buena defensa hicieron las chicas de su momento. “¿Es el inicio de su precampaña para una diputación?”, le preguntaron a la hija del tiburón profe César Tapia. “Después hablamos de política”, contestó Laura al estilo resbaladizo característico de los grandes de las evasivas y las escapadas.
No necesitaron intervención de sus custodias mamás cuervo en la Torre Legislativa, Isela Torres y Adriana Fuentes, ambas diputadas de la bancada rosa-priista. Guardó Isela su sobrada adrenalina para la semana próxima.
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A principios de semana hubo nueva encerrona de activistas y funcionarios públicos en el Salón 25 de Marzo de Palacio de Gobierno para hablar del multimentado Plan de Contingencia para la Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas. Es el cuarto encuentro de esta naturaleza. Escenarios distintos.
Enfrenta el tema un problema grave. En esa reunión estuvieron dos personajes que podemos asegurar son los representantes más directos del gobernador Corral: el sacerdote Javier “El Pato” Ávila y Gabino Gómez, el primero forma parte del círculo oficialista de curas subordinados al mandatario estatal (es en chiquito como el Priogione de Carlos Salinas); el segundo es de quienes operan tras bambalinas un cúmulo de asuntos en la Fiscalía General del Estado y Tribunal Superior de Justicia, junto con la magistrada Luz Estela “Lucha” Castro.
A pesar de esas presencias y a pesar del supuesto interés mostrado en el discurso por parte de Corral en el tema. A pesar de las cuatro reuniones, no hay un milímetro de avance en la confección de los documentos correspondientes.
Una vez que la lumbre toque los aparejos del gobernador ocurrirá lo mismo que pasó con la “ley antifeminicidio”, reducida a una micro reforma al código penal que hizo ver mal a sus propias promotoras, las organizaciones civiles de mujeres....
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Es Eduardo Limón el coordinador del Colegio de Bachilleres en la zona norte. No es Jesús, valga la aclaración. Son hermanos y ambos políticos, de ahí la recurrente confusión; algunas veces priistas, otras panistas y de repente hasta amarillos del Movimiento Ciudadano, pero distintos. Quizá luego también vengan confusiones por los Eduardos, o Jesús, del mismo apellido tras algunas planillas para los consejos de la Autónoma de Juárez... o hasta de José Sigala que no es el mismo que fue dirigente del PAN municipal pero la misma familia.
Detalles a considerar en contextos muy trascendentes como lo son los probados abusos contra estudiantes de Bachilleres, o como una elección de Consejo Universitario hacia la designación de nuevo rector en la máxima casa de estudios.