Opinion

Feminicidio, cáncer social en Juárez

Francisco Ortiz Bello/
Analista

2017-11-04

La mañana de este sábado fue “encontrado” el cuerpo de una adolescente, de una edad aproximada de 16 años, brutalmente golpeada y presumiblemente asesinada por asfixia.
La nota publicada en la versión digital de este diario señala: “Con golpes y aparentemente asfixiada, fue asesinada una adolescente en la colonia Rancho Anapra, esta mañana (sábado). El cadáver fue localizado en un campo de Fútbol, ubicado a la altura de las calles Quimera y Labro. A simple vista se le apreciaban golpes en el rostro, y huellas de neumáticos sobre las piernas y tórax.”
Las expresiones de los policías municipales que localizaron el cadáver de la jovencita dicen mucho más que lo que pudiéramos intentar describir aquí. "Se fueron 'recio', la dejaron aquí hace poco, estaba muy morrilla", dijo uno de los oficiales que intervinieron.
“Se fueron recio” se lamenta el oficial de policía. Pues así se han ido en contra de las mujeres desde 1993, recio, y nada ni nadie parece poder evitarlo. Ni protocolos universales de defensa de derechos humanos, ni sentencias de cortes internacionales, ni la exigencia de las víctimas ¡Nada!
En otro incidente similar, hace 15 días fue encontrada brutalmente asesinada en una carretera de Chihuahua la quinceañera Zuleth Cruz Zamarrón. Había desaparecido el 14 de octubre y el día 20 su cuerpo sin vida y semidesnudo, fue encontrado a la altura del kilómetro 29 de la carretera a Casas Grandes.
Zuleth gustaba de escribir publicaciones en Facebook relacionadas al narco y en general al crimen organizado. Quizá por eso su asesinato no causó mayor revuelo entre la sociedad. Como si eso fuera una justificación perfecta para asesinar mujeres. Desde entonces y hasta hoy, la FEM no ha proporcionado más información en los avances de la investigación, si es que hay alguna.
Un seguimiento periodístico de los crímenes contra mujeres en Juárez establece que, en los últimos 24 años han ocurrido mil 572 asesinatos de mujeres; de 1993 al 2003 fueron 330 homicidios, mil 34 en la segunda década (2004-2013) y del 2014 al 2017 han sido privadas de la vida 208 féminas.
De acuerdo con la información oficial de la misma FGE, hasta septiembre de este año, se han registrado 75 feminicidios, la mayor parte de estos en Ciudad Juárez, Chihuahua y Parral, en tanto que 142 mujeres se encuentran desaparecidas.
Información publicada en La Jornada afirma que, entre 2010 y 2014, organizaciones civiles de Chihuahua documentaron 727 presuntos feminicidios, un promedio de 182 al año, 15 por mes, cuatro a la semana tan sólo en ese periodo.
“Sólo en 16 asesinatos cometidos este año hay personas detenidas como probables responsables, es decir, la mayoría de los casos ocurridos siguen impunes, indican los datos de la FGE obtenidos a través de la Unidad de Información. ‘El Gobierno del Estado no tiene interés en la justicia para la mujer y vemos que hay Fiscalías que tienen todo el recurso como Antisecuestros, creada para los empresarios, pero los delitos contra las mujeres no son prioridad’, señala Ivonne Mendoza Salazar, coordinadora de casos de feminicidio del Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer (Cedimac). Sostiene que el problema de la violencia contra la mujer en Juárez y el estado de Chihuahua es muy grande y complejo que se resuelve con voluntad política, ‘pero es un tema que no es importante para el Gobierno del Estado’, agrega (El Diario de Juárez | Repuntan homicidios de mujeres en Juárez | 18 sep 2017)
El próximo 25 de noviembre se conmemora el día internacional de la lucha contra asesinatos de mujeres, y Chihuahua sigue presentando un saldo pendiente muy grande en ese tema.
El 16 de noviembre se cumplen ocho años desde que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso conocido como el del Campo Algodonero, condenara al Estado Mexicano (y a Chihuahua particularmente), a reparar los daños (pagar indemnizaciones), a concluir las investigaciones penales en curso y a disponer de programas y acciones de política pública que prevengan y eviten en el futuro la repetición de actos similares.
La CIDH encontró a México culpable de violar los derechos a la vida, integridad personal y libertad personal reconocidos en la Convención Americana; incumplió con su deber de investigar –y con ello su deber de garantizar– los derechos a la vida, integridad personal y libertad personal, consagrados en la Convención Americana; el Estado mexicano violó el deber de no discriminación, violó el derecho a la integridad personal, violó los derechos del niño. No obstante esa sentencia, y la condena a que nuestro país –y Chihuahua– estaban obligados a cumplir, nada ha pasado. Bueno, sí ha pasado. Ha pasado que los feminicidios siguen ocurriendo y nada ni nadie parece poder evitarlo, y menos investigar y resolver.
Así pues, a 11 días del octavo aniversario de la Sentencia del Campo Algodonero y a 20 días de la conmemoración del día internacional de la lucha contra asesinatos de mujeres, los chihuahuenses y los juarenses llegamos a estas emblemáticas fechas sin nada que celebrar, y sí mucho que demandar. Sobre todo, la seguridad e integridad hacia nuestras mujeres.
No advierto, en ninguno de los niveles de gobierno, la más mínima intención de hacer de éste emblemático tema, una verdadera causa social de reivindicación de la justicia y de las mujeres.
Apenas a mediados de septiembre de este año, y con más de 20 años de retraso en relación con el resto del país, los legisladores locales aprobaron la iniciativa que considera el feminicidio como un tipo penal en las leyes del estado. Solo que esta aprobación llegó sin venir acompañada de las acciones, investigaciones o medidas que aseguren el castigo a quienes, desde la autoridad, han contribuido a que este lacerante cáncer social, el feminicidio, siga causando dolor e inseguridad entre los chihuahuenses.
Hoy, en nuestra ciudad, es claro que hay una violencia de genero desatada, porque si bien el feminicidio se refiere a la privación de la vida por aspectos relacionados al género, lo cierto es que esta violencia, tiene su origen en el hogar, en las familias juarenses entre las que cada vez es mayor el maltrato y violencia que viven las mujeres, y ante el cual las autoridades parecen no querer o no poder hacer algo que reduzca en forma importante esta violencia.
De acuerdo con información extra oficial, durante los últimos tres años, en la Policía Municipal, han crecido exponencialmente el número de casos de denuncias por violencia intrafamiliar, sobre todo en los fines de semana y ligado a casos de alcoholismo o adicciones. Sin embargo, no se advierten programas de gobierno que atiendan esa problemática y que además la prevengan, como un mal social que nos aqueja.
Mientras no ataquemos las causas primigenias que generan violencia contra las mujeres, mientras sigan impunes quienes han contribuido a ejercer esta violencia y mientras se sigan acumulando casos de nuevos feminicidios sin investigar y resolver, esta sociedad nada tiene qué celebrar y sí mucho qué lamentar.

fcortizb@gmail.com

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