Opinion

Educar con consejos y buenos ejemplos

Miriam A. Ornelas/
Analista

2017-11-03

En un plano de cordura y sensatez, un niño jamás debe ser disciplinado físicamente hasta el punto que pueda causarle un daño corporal. Sin embargo, de acuerdo con la Biblia, es bueno que el niño cuente con restricciones y una apropiada disciplina física, que contribuya a su sano desarrollo y bienestar. Algún castigo debe ser aplicado con amor, en su beneficio, toda penalidad debe participar de la naturaleza de la falta para que produzca el efecto de perfeccionar al educando y superar su personalidad, forjarle el carácter, buenos hábitos y disciplina: Tal es la educación que se les debe dar, pero nadie debe educar sino a sus hijos.
Y esto lo digo porque en tiempos recientes, van tres homicidios cometidos en contra de menores de edad muy pequeños debido a golpizas inmisericordes propinadas por sus padrastros en hechos de violencia intrafamiliar lo cual ha sembrado una gran preocupación entre la comunidad fronteriza porque este tipo de muertes denotan una clara inconciencia de la dimensión que entraña la educación de los hijos en el seno familiar.
Generalmente las mujeres cuando se divorcian vuelven a involucrarse rápidamente en otra relación sentimental y ellas mismas suelen introducir en sus hogares a hombres que, al no ser los padres biológicos de sus hijos, lógicamente no sienten por ellos el amor paternal que se espera y caen con más facilidad en los excesos con el pretexto de educarlo o corregirlos lo cual nunca deben permitir porque solo el padre o la madre naturales deben y tienen el derecho de educar a los hijos, lo demás es muy riesgoso.
Educar a los hijos requiere mucha sabiduría y prudencia porque es muy fácil ser bueno pero es muy difícil ser justo y para educar y corregir a un niño se requiere ser justo y además una dosis mayúscula de amor paternal que un padrastro definitivamente raras veces posee.
Luego entonces, las madres que devienen en soltería se sienten desesperadas y generan una gran dependencia económica y afectiva de sus nuevas parejas y eso las hace caer en el error de tolerar castigos indebidos de sus nuevos hombres para con sus hijos lo cual ha tenido resultados trágicos.
Educar es corregir pero con mesura y un adulto debe comprender que al castigar a un niño por alguna causa, debe medirse muy bien la naturaleza del correctivo comenzando por el hecho de que los golpes rara vez resuelven algún problema de conducta, es mejor educar con el buen consejo y el mejor ejemplo. Tal vez con otro tipo de presiones o de privaciones, premios y castigos pero debe prescindirse mayormente de los golpes porque es difícil medir la fuerza contra la frágil humanidad de un niño incluyendo alguna inocente nalgada que algunas veces ha provocado fracturas.
La fuerza de un adulto resulta peligrosa para los niños y cuando esta se aplica se corre el peligro de incurrir en excesos fatales como los que se han producido en estos casos.
Mejor sería que a los padrastros se les prohibiera definitivamente ejercer cualquier tipo de castigo en contra de los niños. Un nuevo matrimonio jamás los hace padres ni les inculca amor filial y para educar primero se necesita amar. En este punto toda mujer en estas circunstancias debe entender que su nueva pareja solo quiere “algo” con ella pero eso no implica que les tenga amor a sus hijos y eso lo inhabilita para educar y corregir.
Un divorcio es doloroso, pero es mejor soportar la soledad y el desamparo del vínculo matrimonial roto, que exponer a los hijos al peligro de la violencia familiar de un hombre iracundo y a veces hasta borracho.
Es mucho el peligro y resulta mejor estar sola que mal acompañada. Tratar de rehacer una vida puede resultar más peligroso y nefasto que soportar las penurias económicas y emocionales de un fracaso matrimonial.
Al final, como mujeres vueltas a la soltería, lo único que nos quedan son nuestros hijos y en esa tarea debemos de entender que si sus verdaderos padres no fueron buenos, mucho menos lo podrán ser otros que nada tienen que ver. En estos casos lo prudente es que la madre soltera eduque sola a sus hijos y no se arriesgue a la intervención de gente extraña que los puede poner en gran peligro.

anelornelas@hotmail.com

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