Opinion

Raro lenguaje político

Sergio Conde Varela/
Abogado

2017-11-03

Mark Thompson, presidente y consejero delegado de The New York Times, es autor de un libro publicado en agosto de este año titulado “SIN PALABRAS; ¿QUE HA PASADO CON EL LENGUAJE POLITICO?. Y nos parece que buena parte de las ideas plasmadas en la obra se pueden aplicar a nuestra realidad próxima en el político año del 2018 en que se elegirá desde presidente de México hasta regidores de las comunidades más pequeñas.
La elección del 2018 no trae solo el lenguaje de los candidatos sino el extraño lenguaje de los tiempos
Hay pues en las próximas elecciones señales no conocidas anteriormente por los políticos mexicanos, que se verán obligados a cambiar su lenguaje tradicional.
Hay en el horizonte grillesco la participación de muchos personajes  que al cumplir con 860 mil firmas podrán participar en la contienda por la presidencia.
Se afirma que pueden pasar de 5 los que aspiran a ese cargo y que pueden cumplir con las firmas. El tiempo dará la respuesta.  
Por lo pronto nos referiremos a dos de ellos, a Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón y a Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León que levantó la mano diciendo “yo también quiero”.
Después de 33 años de militancia en el PAN, Margarita Zavala renunció a ese partido que fue dirigido por su esposo Felipe Calderón a nivel nacional. Con ese acto estrujó las estructuras de ese partido para tratar de llegar como independiente a la presidencia del país. Ha dejado pues en el PAN un orificio de consecuencias muy importantes.
El otro candidato a quien apodan El Bronco, también brincó con su pretensión, sin acordarse como bien lo señala Luciano Campos, de Proceso, que en la toma de posesión como gobernador criticó a los políticos que como chapulines brincan de un puesto para llegar a otro, con esta decisión se dice que escupió “pa arriba”.
En nuestro país se están dando con lenguaje novedosos estos hechos y también  nuestro estado y ciudad, participaran de ellos.
La elección, no sólo traerá el lenguaje de los candidatos sino el extraño lenguaje de los tiempos.
Se dirá seguramente qué cantidades del presupuesto se destinarán para las candidaturas independientes, lo mismo de las asignadas a los partidos políticos tradicionales. Curiosamente tanto la señora Zavala como Rodríguez Calderón salieron en CNN. No se sabe si fueron presentaciones pagadas o sólo fue la noticia de los dos independientes.
El lenguaje se deberá emplear para saber qué medidas se seguirán contra la inseguridad; sobre los procesos abiertos contra exgobernadores estatales de Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua y Tamaulipas; designar al nuevo titular de la PGR y de la Fiscalía contra delitos electorales a la mayor brevedad; el precio de nuestra moneda; la disminución obligada de 56 millones de mexicanos en pobreza extrema; la determinación de impuestos equitativos; la política abierta en relación con el petróleo; la marcha de la educación y en ella la política clara y positiva en favor del magisterio y muchos otros que si no se tratan se convertirán en un fárrago insoportable.
Será útil saber que Televisa por el cambio de sus directivos tendrá otro tipo de acción el año entrante diferente al que tuvo con el actual presidente en la  elección del 2012.
Trae también su propia inercia el frente político creado en Chihuahua cuyos promotores fueron el actual gobernador Javier Corral y otros chihuahuenses; ya sin Margarita en el PAN, no tardará mucho este frente en proyectar al personaje que tendrá  que ser un excelente tribuno, porque el horno no está para bollos.
En el 2018 la lengua política ya no será como dice Mark Thomson  rancia, pretenciosa, confusa y vaga y tendrá que quitar la lisonja proyectada a los cerebros para que se vote por tal o cual candidato.
A partir de noviembre empiezan los ocho meses previos a la elección por lo tanto hay que entender el raro lenguaje de los tiempos políticos. Sí, no, a Suiza demócrata a rabiar.

condevarela81@hotmail.com

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