Opinion

2018: Las elecciones más competidas

Javier Cuéllar Moreno/
Analista político

2017-10-21

Según sesudos análisis de politólogos de café de las diversas mesas de estudio que se reúnen en los restaurantes de Ciudad Juárez, en el Chihuahua del 2018 la cosa va a estar muy competida. Los partidos y grupos políticos que se quedaron calentando la banca por el sorprendente resultado de las elecciones del 2016, saben perfectamente que los enemigos a vencer serán, en la ciudad de Parral el grupo de independientes liderado por Alfredo “El Caballo” Lozoya; en Ciudad Juárez el equipo del alcalde independiente, Armando Cabada Alvídrez, y en todo el estado al actual gobernador, Javier Corral Jurado y su PAN fragmentado pero beligerante.
En consecuencia, los principales activos políticos de esos grupos y partidos contendientes van a ser respectivamente las personalidades de Lozoya, Cabada y Corral. De ahí que esos tres políticos de actualidad deben cuidar muy bien sus actos de gobierno y su prestigio personal pues las votaciones en su ámbito de influencia serán un reflejo de esos actos y de esa reputación.
Nuestros líderes políticos deben tener muy en cuenta el pensamiento de Thomas Jefferson cuando nos dijo: “Cuando alguien asume un cargo público, debe considerarse a sí mismo como propiedad pública”. Y por lo tanto deben abjurar de inmediato a su delicada piel de princesa puesto que, como propiedad pública que son, están expuestos a la crítica constructiva y destructiva del público y en especial de la prensa.

Errores políticos remediables
Ahora bien, nuestros políticos, como seres humanos que son aunque algunos comiencen a dudarlo y se sienten como dioses, pueden cometer errores y todos ellos sufren un costo político. Es conveniente que las cosas se piensen con mucho cuidado para cometer los menos errores posibles. Por ejemplo, es un error político de Corral Jurado asumir en su esfera de gobierno el decomiso de automóviles chuecos puesto que esta acción gubernamental, que por derecho no le corresponde, lleva implícitos muchos riesgos.
Uno de ellos es que abre un venero de corrupción en el grupo de agentes ministeriales que con mucha facilidad pueden caer en la tentación de extorsionar a los ciudadanos con el amago de decomisarles sus vehículos atrayéndole un desprestigio de corrupta a su administración.
Por otra parte la medida es sumamente impopular. Esas acciones de decomiso le atraen rencores innecesarios que resultan muy peligrosos en cualquier tiempo y más en épocas electorales pues ya sabemos que el voto es un puñal de papel en manos de ciudadanos resentidos. ¡Que gana el señor Corral y su partido con los decomisos? ¡Nada! Puras broncas y malquerencias, mejor sería realizar gestiones para la regularización de todos estos automóviles, eso sí les atraería popularidad a costa del PRI. Al parecer esta reaccionando en ese sentido y seguramente va a ganar popularidad pues son muchas las familias que poseen automóviles que no han podido registrar.

Rectifican Cabada y Corral
Pero respecto a los actos de gobierno Confucio nos dice: “Gobernar significa rectificar”. Javier Corral puede rectificar y no ponerse a sudar calenturas ajenas. Lo mismo le pasó al señor Armando Cabada que en conjunto con su equipo se puso a elevar desmesuradamente las multas de vialidad en un afán recaudatorio que propicia contraproducentemente la corrupción entre los agentes de tránsito que han sido denunciados insistentemente como mordelones y son un dolor de cabeza para la administración. “El niño es chillón y lo pellizcan”, no es la de ahí.
De inmediato la draconiana y confiscatoria medida le acarreó al alcalde independiente un aluvión de críticas ciudadanas en lo que se considera la peor tormenta política que ha sufrido la administración independiente, la cual fue aprovechada por sus enemigos para tildarla de inepta e incompetente y otras linduras que desprestigian a cualquiera en forma denigrante. La situación se hiso viral en la redes sociales.
Todo esto obligó a Cabada a retractarse unilateralmente del incremento a las mentadas multas rectificando su impolítica e injusta conducta. El problema de recaudación que aparentemente tiene la administración municipal no se va a resolver a punta de aumentar el monto de las multas pues los agentes las usan en su provecho personal y lejos de multar extorsionan.

El secreto de la riqueza
El problema de baja recaudación se combate con la honestidad de los agentes que deben abstenerse de saquear en su provecho a los exprimidos ciudadanos. Es mejor que las multas razonables se cobren por el fisco municipal y no en beneficio personal de los gendarmes de vialidad.
Con la marcha atrás el alcalde trató de rescatar su imagen presentándose como un gobernante comprensivo que escucha a la ciudadanía lo cual no es muy creíble porque resuelve un problema que él mismo había provocado. El daño político ya está hecho y esperan que la herida cicatrice. Debe tenerse más cuidado para la próxima. Armando Cabada debe pensar muy bien en la frase de Benjamín Franklin que nos aconseja: “El secreto de la riqueza está más en el gastar que en el ganar” y racionar su gasto público.
Pero lo cierto es que el PRI, como buen partido de oposición que es, seguirá alerta para aprovecharse publicitariamente de cualquier error y acción impopular del alcalde independiente y también de las que realice el gobernador Javier Corral, pues cualquiera de los dos que pierda popularidad el partido tricolor la gana o favorece también a otros partidos como MORENA que en el proceso electoral que se avecina se encuentran con tamañas uñas. Esperemos que la lección sea asimilada.

La ruta de la ingobernabilidad
Los recientes enfrentamientos ocurridos en la zona de Uruachi y Bocoyna y recientemente en Gómez Farías en la comarca serrana del estado de Chihuahua, han causado alarma entre la población debido a que con ello se demuestra la incapacidad del estado mexicano para imponer el orden constitucional, lo cual es preocupante porque nos enfila directamente a un estado de disolución social que tiene pronósticos reservados para la viabilidad del orden público.
La ausencia intencional u obligada de las fuerzas del orden permitió que los enfrentamientos se prolongaran por más de ocho horas de balaceras con un saldo conocido hasta ahora de ocho muertos y varios desaparecidos. Esto  obedeció a que el estado no contaba con las fuerzas del orden suficientes para hacer frente a la situación, de acuerdo a la confesión oficial de los mandos formales, lo cual denota un grado de incapacidad suficiente para considerarlo altamente ineficiente.
La ingobernabilidad de un estado deviene de la incapacidad de producir bienestar debido a una mengua sensible del orden y la estabilidad. La ingobernabilidad no es el resultado indeseado de una pérdida de la calidad superior de un gobierno sino de los fundamentos del gobierno en sí. Cuando más desarreglos sociales emergen en el seno de la sociedad y más violencia se produce como consecuencia de estos desarreglos, la ingobernabilidad opera como un mecanismo de destrucción de las condiciones de vida de la sociedad y así la esencia de la ingobernabilidad redunda en la imposibilidad del régimen para dirigir y garantizar el factor político primordial de orden y de estabilidad como condiciones necesarias para la provisión de bienestar, nos dice Omar Guerrero Orozco, citando la opinión de Gaetano Mosca y Karl Deutsch.

Ingobernabilidad: un problema conjunto
En consecuencia, el gobernador Corral Jurado y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, deben poner especial cuidado en conjurar que este tipo de situaciones se sigan produciendo en el estado de Chihuahua porque la estructura de las instituciones públicas seguirá debilitándose hasta desembocar en el caos social y el imperio de la ley de la selva, donde la voluntad del más fuerte será la que se imponga sobre cualquier concepto de ley y de justicia.
Lo grave reside en que lo acontecido en Uruachi, Bocoyna y Gómez Farías no son hechos aislados sino los últimos acontecimientos de una serie de incursiones claramente militares de las bandas de facinerosos, que han proliferado en nuestra sociedad tanto en los parajes remotos como en nuestras más importantes ciudades como lo son Chihuahua capital y Ciudad Juárez y que cada vez demuestran un grado mayor de organización entre los criminales.
Estas estructuras delincuenciales se están apoderando paulatinamente de nuestras calles, de los barrios bajos y serranías imponiendo su dominio en áreas limitadas pero, dada su agresividad, puede llegar el día en que le disputen a las autoridades formales el gobierno de la sociedad, cuando sus haciendas hayan crecido tanto que les hagan indispensable una tutela más grande de sus intereses hasta poder erigirse en la existencia de un Estado gobernante dentro de otro Estado ingobernable.
El vacío de poder de las autoridades formales constitucionales fue evidente en estos hechos pero lo cierto es que el concepto de vacío no existe ni en el ámbito de la naturaleza ni en el ámbito de la política y la sociedad y el espacio que una fuerza o poder abandona lo ocupa rápidamente otra autoridad de facto como si se tratara de una lucha de poder a poder.
Las consecuencias de este estira y afloja para la sociedad chihuahuense pueden ser muy graves y es urgente que nuestras autoridades de los tres niveles de gobierno retomen la presencia y dirección que por derecho la sociedad les ha conferido y restablezcan la paz y la seguridad pública para todos en el estado. Paz y seguridad para todos, buenos y malos, de tal manera que el orden público no se resquebraje y se pierda el principio de autoridad y la convivencia pacífica pueda ser posible.

yatrogenia@hotmail.com

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