LA COLUMNA
de El Diario
• Reyes y Georgina, la fórmula al Senado
• Piernas de Bafar... enchiladas, campañas...
• Teníamos olvidado a un maleducado
La diputada federal juarense no reparó en gastos anatómicos para mostrar empaque y contenido ante el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el presidente, Enrique Peña Nieto, y el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
Ella misma subió a su cuenta de Face sorprendentes imágenes de frente y posterior entallada en azul explícito que debieron agitar a Hug Hefner en su tumba y ligeramente ruborizar a los editores de Hola. Trudeau aguantó la presión del escote más que su refinamiento frente a Donald Trump pero Videgaray no dejó ir el visual platillo norteño; no gourmet pero sí de cocina artesanal aceptable. Las fotos en la versión digital de La Columna (sin los piropos al pie).
Cristina Jiménez Márquez es diputada plurinominal por el PAN juarense. Escribió entusiasmada sobre sus fotos: “hablando del TLCAN/NAFTA en cena con el primer ministro, Justin Trudeau. Presenciamos el aprecio que tiene por los mexicanos y sus deseos por continuar mejorando el intercambio entre MEX-Canadá... ¡Bienvenidos!. Chihuahua presente”.
Quiso hacerse notar en ese evento la representante popular fronteriza, y lo logró; aunque no fuera ante el micrófono y sobre el controvertido tratado de comercio trilateral que mantiene echando espuma hasta por los poros al presidente Donald Trump.
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El presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado, Omar Bazán Flores, no deja minuto sin trabajar y avanzar en su intento por reunificar al priismo chihuahuense para agenciarse el año próximo la parte mayor del pastel que le corresponde disputar. ¿De qué le serviría que su partido retuviera la Presidencia de la República si en Chihuahua pierde las principales alcaldías y la mayoría en el Congreso del Estado? Para sus bonos políticos de muy poco. Eso busca, el contrapeso frente a quien maneja los tres poderes en el estado.
El fin de semana tuvo encerrona Bazán con ex presidentes municipales y ex dirigentes del PRI en la capital del estado. Insistió ante ellos sobre la necesidad de unidad y trabajo para conseguir los mejores perfiles entre quienes serán postulados a las diputaciones locales, federales, Senado, alcaldes, síndicos, y todos los cargos que estarán en juego.
Aparte de los rollitos propios de esos eventos, el mensaje principal no necesitó explicarlo verbalmente Omar, colocó en alguno de los presidiums al director nacional del ISSSTE, José Reyes Baeza; y a la diputada federal, Goergina Terrazas, en clara alusión al uno-dos de la fórmula de nominados al Senado de la República. Murmullos al por mayor pero ningún rechazo... hasta ese momento.
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Ninguna generosidad ni espíritu institucional con la intentona de poner a 50 mil estudiantes del Colegio de Bachilleres a vender piernas de cerdo para la empresa Bafar. Tocamos este tema el sábado aquí. Lo replicó altruistamente a su estilo en redes Jaime García Chávez. Muchos comentarios sobre el abuso pero nada sobre la irregularidad y/o ilegalidad de dicho acto.
Nos aseguran que el objetivo de la directora general de Cobach, Teresa Ortuño Gurza, con ese pingüe negocio es iniciar ahorros para buscar un escaño en el Senado de la República el año entrante. Nada mejor que un buen milloneta como el duartista Eugenio Baeza (Bafar) para ir a una campaña sin preocupaciones por la gasolina, publicidad, etc.,
Es el mismo propósito que adjudican en el Bachilleres de Juárez al coordinador de la zona norte, Eduardo Limón Alonso, quien armó el sábado kermess de flautas, hamburguesas, enchiladas y refrescos en el Parque Central. Involucró a todo el personal de la institución en ese otro negocio que tendría como oscuro fin la búsqueda de una candidatura a diputado federal. Su principal negocio: la marca Coca Cola.
No dan paso sin huarache. Traicionan la buena fe del personal y estudiantes de Bachilleres con actividades fachada que al final de cuentas tiene objetivos muy distintos a los publicitados.
¿Porqué no dejan centrarse a los muchachos (as) en su objetivo académico?
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Las cosas parecen no mejorar para el equipo del nuevo amanecer. A pesar del giro de 180 grados que le imprimió a su estilo de gobernar, o pareció imprimir, el gobernador del estado durante los informes de la semana antepasada y la pasada, todo apunta hacia una incapacidad más bien de origen organizacional y de experiencia. El trato, la manera de hacer y decir las cosas.
Ya a toro pasado, hemos conversado con diversos actores y liderazgos de esta frontera. El cuestionamiento ha sido natural, casi automático. ¿Por qué hubo mejor convocatoria en el informe del independiente alcalde Cabada que en el del gobernador Corral?. Y la respuesta ha sido contundente, unánime: el trato. Las formas que parecen no tener tanta importancia pero que, en política, se convierten en el fondo.
Una gran mayoría de los entrevistados refieren el mismo problema. Al informe de Corral fueron convocados un día antes, y algunos el mismo día, y sólo mediante llamada telefónica de algún funcionario menor de la administración estatal. Como si no tuvieran más ocupaciones que estar esperando la dichosa llamada. ¿A quién se le ocurrió la brillante de idea de hacer el evento en sábado por la tarde, cuando toda la gente anda en el desenfado y el relajamiento total?
En el caso de Cabada, recibieron invitación formal impresa, al menos con cinco días de anticipación y la llamada telefónica del propio alcalde tan sólo para confirmar la recepción de la invitación y, por supuesto, su asistencia. ¡De párvulos!
Y por si la falta de oficio, protocolo político y falta de atención fueran poca cosa, la desorganización total se suma al desastre del balance de Corral. Nos cuentan que los que decidieron asistir, a pesar de la premura y poca consideración con que fueron convidados, se encontraron con un evento sin pies ni cabeza. Nadie sabía qué lugares ocupar, en dónde se podía o no sentar, y si serían o no mencionados.
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Bueno, fue tal el desparpajo y la falta de cuidado en la organización del evento, que se dio un incidente que afortunadamente no pasó a mayores entre el presidente en turno del CCE, Manuel Sotelo, y el flamante subdelegado del Infonavit en esta frontera, el refinado Jaime Flores Castañeda. Muy trajeadito pero muy poco educadito.
Al llegar al lugar del evento y al no saber qué lugares ocuparía, y sin que nadie se lo pudiera indicar, Sotelo eligió una fila de sillas y las reservó para empresarios que lo acompañarían. De buena manera él personalmente, estuvo indicando a quienes pretendían ocuparlas que estaban reservadas para su gente, cosa que debieron hacer los organizadores y que no lo hicieron.
De pronto se apersonó Flores Castañeda quien, monda y lirondamente, ocupó una de las sillas reservadas por Sotelo. Cuando éste le indica que las tiene reservadas para el CCE, el funcionario federal le respondió: "Ah sí ¿Y quién me va a quitar de aquí? ¿Tú me vas a quitar?", a lo que por supuesto el líder de los transportistas respondió que no, que sólo le hacía saber que estaban reservadas, pero que si no deseaba moverse era su asunto.
La prudencia y mesura de Sotelo evitaron un conflicto mayor, ante la patanería y falta de buenos modales de Flores Castañeda pero ¿Y los organizadores del evento? Pues, ese fue sólo un botón de muestra de todo el desorden que privó antes, durante y después del dichoso informe. Así no hay modo.