Oscar Fidencio Ibáñez Hernández/
Académico
Un tema que por muchos años se consideró tabú y que aún hoy no se discute abiertamente, es la compatibilidad entre ser madre y ejercer una profesión.
Hace unas semanas participé en el último evento de la Semana de Ingeniería organizada por el Instituto de Ingeniería y Tecnología (IIT) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) en coordinación con el Instituto Chihuahuense de la Juventud sobre las experiencias de tres mujeres emprendedoras.
La primera en participar fue la ingeniera civil, Magdalena Verónica Rodríguez Castillo, quien además de experiencia en construcción desarrolló una carrera exitosa en procesos de calidad en la Comisión Federal de Electricidad donde se reconoció su capacidad técnica y profesional, hasta que ella decidió dejar ese empleo e iniciar su propia empresa constructora.
Reconocida por su gremio, fue muy importante escuchar su testimonio con el que ha desmentido el prejuicio del género en su profesión, donde la mayoría de los ingenieros civiles somos hombres y ella ha logrado un desempeño de excelencia con su trabajo y capacidad desde su femineidad.
La ingeniera industrial, Lucero Claudia De Alba Fernández, contó su historia desde una perspectiva distinta que además del ejercicio de su profesión, su carrera la llevó a emprender diversos negocios, que pudo hacer crecer exitosamente hasta que a partir de la misa y el mensaje del Papa Francisco en Júarez decidió retomar un proyecto que tenía ocho años madurando y escribió un cuento para niños “Pita y los girasoles” que hoy se vende en 16 países y que la ha llevado a involucrase personalmente en procesos de construcción de paz y valores en Ciudad Juárez y busca repetir la experiencia en otros lugares de la república. Actualmente su libro incluso está en un proyecto de producción cinematográfica.
La licenciada en matemáticas, Luz Armida Luján Castillo, tuvo un desarrollo profesional como “ingeniera” en la industria maquiladora que la llevó a visitar varios países y a ascender profesionalmente por su alta capacidad. Su historia inició en un lugar donde empieza la sierra de Chihuahua, en Nicolás Bravo que colinda con la Laguna de la Babícora, uno de tantos lugares de ensueño de nuestro estado, ahí fue su niñez. Se graduó como matemática en el IIT de la UACJ y sus inquietudes intelectuales la han llevado a estudios multidisciplinarios, incluyendo una maestría en ingeniería para desarrollar un prototipo científico que se encuentra en fase de prueba que permite monitorear reacciones bioquímicas del cerebro y que activa procesos para controlar ansiedad o depresión.
En los relatos de sus experiencias, estas tres mujeres resaltaron el papel fundamental de sus familias en su desarrollo personal y profesional, en el primer caso, la Ing. Rodríguez en su momento tuvo que cambiar su residencia a Ciudad Juárez y fue apoyada por su marido e hijos para no coartar su desarrollo profesional; posteriormente la destacada profesionista decidió reenfocar su desarrollo profesional dejando la CFE y abriendo su propia empresa para poder dedicar más tiempo a su familia. En el caso de la Ing. De Alba, su aspiración de ser madre la llevó a armonizar sus proyectos empresariales con los horarios de cuidado familiar, sacrificando incluso el crecimiento de algunos proyectos en el momento en el que consideró que podían interferir con su vocación materna.
La investigadora Luján, también decidió cambiar su giro profesional de tal manera que los horarios le permitieran una mayor convivencia y atención familiar. Una experiencia personal en su trabajo la llevó a reflexionar sobre la importancia del acompañamiento a los hijos que fácilmente pueden sufrir depresiones hasta querer suicidarse por falta de presencia de los padres.
En los tres casos estas mujeres han definido su condición de madres y esposas, así como el apoyo de sus familias como elementos clave en su éxito personal y profesional y a pesar de que en un momento dado modificaron la ruta de su desarrollo profesional, el camino por el que optaron las ha llevado al desarrollo de sus proyectos más exitosos y satisfactorios: una empresa reconocida, una creación artística exitosa y un descubrimiento científico.
En las conclusiones del foro, ellas identificaron como los factores clave de su éxito la unión de sus familias, la perseverancia y el sentido de vida. Tres testimonios que pueden ayudar a cualquier persona a fortalecer su familia, su vida personal y profesional.
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