Sixto Duarte/
Analista
Cuando la figura de los candidatos independientes fue incluida dentro de la legislación electoral, hace más de dos años, la ciudadanía recibió dicha reforma con buenos ojos. Por décadas se ha culpado a los partidos políticos de los atrasos o rezagos que existen en el país. En Nuevo León, un expriista, Jaime Rodríguez Calderón ‘El Bronco’, fue electo como el primer gobernador independiente de la república. A la sociedad neoleonesa se le olvidaron las décadas en las cuales El Bronco había militado en el PRI.
Por arte de magia, al momento de criticar a los partidos políticos, El Bronco subió en popularidad y terminó ganando la contienda electoral, a pesar de haber formado parte del sistema que tanto criticó. El resultado de Rodríguez en su gobierno ha sido prácticamente nulo. Si alguien le dio vuelo a la figura de candidato independiente, y ahora termina por ser un lastre para ella es precisamente El Bronco. A veces pienso que otro Bronco de Nuevo León, José Guadalupe Esparza cantante grupero, pudiera haber llevado a cabo un mejor papel como gobernante de aquella entidad. Ahora, ha tenido la desfachatez de aspirar a ser Presidente de México, junto con otros personajes de triste memoria como Pedro Ferriz de Con y Margarita Zavala.
En esa ola de inconformidad respecto al sistema político, Armando Cabada aspiró a ser presidente municipal y lo logró. La semana pasada, rindió su primer informe al Ayuntamiento de Juárez. El día de ayer dio un mensaje público al respecto en La Rodadora. La comodidad de eventos como estos es que se les dirige toda la atención pública, y no hay debate o interpelación por parte de la oposición; por tanto, quien brilla es el alcalde. A un año de iniciado su gobierno, y con la esperanza de reelegirse, los resultados para la ciudad no han sido los esperados por la ciudadanía. Según encuesta contratada por esta casa editora, la gestión de Armando Cabada es calificada con un 5.92. Cabada se colocó a unas décimas de pasar, como sí lo hizo en sus primeros 100 días, y en ambos casos obtiene una calificación superior al 4.68 que los juarenses le dieron al gobernador Javier Corral.
Existe responsabilidad por parte de la primera autoridad de la ciudad en el resultado, es verdad. Pero también es verdad que una ciudad como ésta, ha tenido bastantes rezagos en diversos rubros por décadas. Aunado ello, Juárez es víctima del doble centralismo por parte de la Federación y el propio Estado. Además, las claras diferencias entre el gobernador y el edil no han permitido que se desarrollen proyectos conjuntos entre ambos niveles de gobierno
Es natural que Cabada busque reelegirse. Si la legislación lo permite, y tiene la voluntad, mal haría en no intentarlo. Finalmente la reelección se creó con el fin de dar continuidad a proyectos de gobierno. El tema es que el único proyecto de gobierno que parece tener es el cuestionado programa “Juárez Iluminado”.
En el terreno administrativo, el gobierno de Cabada llega al primer año con muchas cuentas pendientes para los juarenses. Sin embargo, en el terreno político, la percepción parece ser otra. A pesar de no tener proyectos concretos a desarrollar en la ciudad, Cabada es el aspirante más fuerte para ser (re)electo alcalde en 2018.
De entrada, el estar en la administración pública le da una ventaja que no tendrían sus competidores. En segundo término, quien ejerce el control político en la ciudad es él. No es el gobernador, ni mucho menos Ramón Galindo, subsecretario de Gobierno en la ciudad. Eso le ha permitido darse el lujo de postular candidatos ‘independientes’ a los distritos federales de la ciudad.
Y pongo independientes entre comillas porque todos ellos tienen antecedentes en un partido político. María Antonieta Pérez fue en cuatro ocasiones candidata de Acción Nacional. En una ocasión llegó a ser diputada federal por ese instituto político. Martha Beatriz Córdova fue también diputada federal por el Movimiento Ciudadano (Convergencia). Jürgen Ganser, es conocido simpatizante del Partido Verde, que dirige María Ávila en la entidad.
El hecho de que Cabada no tenga partido político irónicamente le facilita llevar a cabo alianzas con facciones de diversos partidos políticos, para lograr consolidar su proyecto de reelección. Más que independientes, estos personajes están muy vinculados a la partidocracia, a esa que tanto han criticado. ¿Estos son los candidatos independientes? ¿Seguros?
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