Opinion

Habrá justicia ‘algún día de la próxima semana’

LA COLUMNA
de El Diario

2017-10-08

• Una diablura esa de Armando-Adriana-Loaeza
• En Juárez hay Pedro Maulli Romero
• Secretario particular trepa a escándalo panista

Todo mundo hizo su chamba en tiempo y forma menos sus altezas los miembros del tribunal de juicio oral jefaturados por la juez, Elizabeth Villalobos Loya.
Dejaron los jueces la sentencia para “algún día de la próxima semana” en el que ha sido uno de los procesos penales más emblemáticos en la historia de los multihomicidios y/o feminicidios en esta ciudad.
Todos los actores en el proceso fueron reunidos el viernes. Participarían en la audiencia final para conocer el anuncio sobre la individualización de sanciones contra Pedro Payán Gloria “El Pifas”, o sentencia.
Dicho individuo está acusado de encabezar una célula del narcomenudeo que prostituyó y asesinó a once jovencitas de entre 15 y 20 años de edad entre 2009 y 2011. Se calcula que sumará más de 600 años de prisión a los 60 que ya compurga por la muerte de dos muchachas más.
Ellas fueron Lizbeth Avilés García, Jessica Leticia Peña García, Deysi Ramírez Muñoz, Andrea Guerrero Venzor, Mónica Liliana Delgado Castillo, Jessica Terrazas Ortega, Jazmín Salazar Ponce, Perla Ivonne Aguirre González, Idalí Juache Laguna y Beatriz Alejandra Hernández Trejo y María Guadalupe Pérez Montes
A concluir el viernes los últimos actos del proceso para la individualización de penas y reparación del daño económico que le corresponde al acusado, todo mundo esperaba el veredicto de los jueces. No hubo siquiera precisión sobre la fecha para conocerlo. Deberán estar pendientes para algún día de esta semana.
La seriedad del caso es tremenda. Están en juego las diligencias llevadas a cabo desde julio  y la propia justicia para los familiares de las víctimas y sociedad juarense en general.
No es cosa menor. Esas conductas desplegadas por los impartidores de justicia no pueden ser aceptadas. Se suponen acabados los dueños de vidas y haciendas.

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Apenas para plática de café entre compadritos y comadritas alcanzó la autocomparecencia del gobernador, Javier Corral Jurado, el sábado en Juárez. Llegó sin emoción manifiesta ante un auditorio medio lleno o medio vacío en las oficinas estatales del Pueblito Mexicano que escuchó casi lo mismo presentado por el mandatario a media semana en la ciudad de Chihuahua como su balance del primer año de gobierno.
Levantó más comentarios la justificación del gobernador a la ausencia de la inseparable delfina por la Alcaldía y secretaria de Desarrollo Económico, Alejandra de la Vega.
Su figura en el evento hubiera completado la diablura de colocar lado a lado al presidente municipal, Armando Cabada y a su competidora tricolor, la diputada local, Adriana Fuentes Téllez. Ese y otros hechos como la tercera fila para la vicegobernadora, Lety Corral, representaron el tuetanito del “balance”. Nada más.
Inmutable en apariencia pero con mariposas en el estómago por su inexorable destino como jefe de la Alcaldía, Alejandro Loaeza, al flanco derecho del alcalde. Plantó bandera el suplente en sociedad.
Armando deberá pedir licencia más temprano que tarde como lo hicieron ya tres de sus funcionarios y ceder sin pucheros la silla a Loaeza Canizales. Eventualmente volverá el exconductor televisivo si la reelección le favorece; antes, el orgullo de Polo Canizales ocupará su silla varios meses.
Por primera vez desde que obtuvo el poder estatal, Corral reconoció un primer error de su administración, haber dejado fuera al alcalde juarense de las invitaciones para el “informe” de la ciudad de Chihuahua.
Dulce como la miel a los oídos del alcalde fronterizo. El gobernador echó la culpa a los organizadores pero asumió la responsabilidad como propia. Ojalá no se caiga el mundo por el insólito mea culpa. Por lo pronto menuda enésima bronca para la dueña de relaciones públicas en Palacio, Alejandra Chavira, autora de ese perfectamente bien planeado agravio. ¿Habrá valido la pena el gustito?.
La taimada omisión de Alejandra tuvo como primer consecuencia la inesperada disculpa de Corral. Debió sufrir el gobernador hacer algo que aborrece, peor cuando sabe que el alcalde saboreó el instante más que cuando ganó la Alcaldía y le sacará raja que nada tendrá de compasiva, la política. Escuchemos con atención hoy a sus apologistas.
La segunda consecuencia tiene que ver con el mismo aspecto. Corral debió comprometerse públicamente a estar hoy presente en el informe de Armando, desarmado para cualquier observación o crítica como esa reciente sobre la “escasa” colaboración del municipio en materia de seguridad.
Confiemos que hoy en La Rodadora los speech de ambos tengan más carnita; que sean más sustanciales.

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En Juárez hay Pedro Maulli Romero. Es Héctor Borunda, quien fue el secretario de finanzas con la exdiputada y exlideresa del PRI municipal, Mayra Chávez. Fue posición y sigue siendo protegido del síndico, Aarón Yáñez Limas, a su vez catalogado monstruito del excandidato a gobernador, Enrique Serrano.
Ahora que Maulli ha sido detenido y recluido en un penal de la ciudad de Chihuahua, las alertas fueron encendidas con amarillo más intenso que el perredista. El esquema de recolección de millones de pesos entre la burocracia para llevarlos al PRI utilizado en la administración estatal con Maulli a decir de sus ejecutores, fue el mismo usado por el PRI municipal con Borunda como operador.
El grueso de los dineros en esta frontera fue sacado principalmente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, pasado por el sistema financiero del PRI municipal y de ahí trasladado al estatal para su correspondiente entrega “más arriba”.
Irónicamente Borunda es hoy el encargado de manejar el programa “ícono” de Yáñez Limas, “Sindicatura Abierta Derecho de la Ciudad”, observado más que de cerca por los jefes de la Alcaldía que justo de esos talones de Aquiles piden su limosna para mantener asfixiado al jefe de la Sindicatura.

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La ola invita a montarse en ella aunque venga rebosante de amenazantes desperdicios. No soportó la tentación de surfear en las chocolatosas aguas del escándalo panista el secretario particular del Gobierno del Estado, José Luévano Rodríguez.
“Cero altas, muchas bajas”, escribió en su Face el alto funcionario estatal, refiriéndose a que durante cuatro años ha permanecido cerrado el proceso de afiliación a nuevos militantes azules.
“No comparto la decisión de Margarita (Zavala) y sus razones me parecen insuficientes para dejar el PAN... Ojalá y la crisis nos invite a la acción y pongamos un alto a los que se están aprovechando de Acción Nacional para imponer sus agendas personales. La institución la hacemos todos los militantes y no los dirigentes”.
Considera Luévano una “lástima” que sus dirigentes partidarios “no se den cuenta que, con su actuación, están condenando a una muerte lenta a nuestra institución”.
Indefinido, como ha sido su trayectoria política según la colocación de la nómina –pasó de las manos de Carlo Alarcón a las de Corral, luego a las de Cruz Pérez Cuéllar, brincó a las de Mario Vázquez.. de nuevo regresó a las de Corral– Luévano esta vez cuestiona “la muerte lenta” hacia la que va el blanquiazul pero no ventila nombre del culpable, Ricardo Anaya, ni se posiciona con Margarita Zavala o pone manos a la acción más allá del chorito facebuquero
Algo es algo. Margarita fundamentó su decisión en razones similares aunque a Luévano le parezcan “insuficientes”. Ella sí concretó con todo y sus tres décadas de militancia panista. Pocos, muchos, pero tiene seguidores con fuerza de voluntad propia.

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El secretario particular tampoco puede comer lumbre. No hay borracho que la coma, afirma la ancestral frase. Uno de quienes han optado por tomar el pandero junto a la mano de Anaya es el patrón gobernador, Javier Corral.
El dirigente nacional panista y el mandatario chihuahuense se han convertido en uno solo durante las últimas semanas para encauzar el mentado frente nacional PAN, PRD, MC que inició bajo la denominación de frente opositor y ahora lo llevan en frente ciudadano.
Margarita dijo adiós a su partido porque los líderes de la terna no guardan la menor intención de elegir candidato(a) presidencial mediante un procedimiento al menos transparente. De hecho Anaya se hace ya dueño de la nominación, con cierta competencia de Corral y otras figuras menores.
Aunque el dirigente blanquiazul arañe ya la corona de la candidatura presidencial por defaul, panistas como Luévano sacarán sus mejores artificios para sostenerse en el riesgo de esa línea o brincar a la tabla de salvación que sea necesaria... así fuera Meade si garantiza el triunfo.

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